jueves, 28 de junio de 2012

CAPITULO 38.



  • Peter...- movió su brazo, que estaba por encima de su cuerpo.
  • ¿Qué? - entreabrió los ojos y la miró.
  • Nos dormimos, son las nueve y media...
  • Uy...- se sentó en la cama.- ¿Vamos?
  • No, mejor nos quedamos...- enroscó las piernas con las de él, quien se volvió a acostar.- Mirá, tengo una foto hermosa...- sacó el celular de debajo del almohada, para mostrarle el fondo de pantalla que había puesto recién: él dormido.
  • No se puede ni confiar en vos ¿Eh? Me duermo y ya me estás sascando fotos.- suspiró. ¿Para que me despertaste, si no vamos a ir al colegio?
  • No sé, para aprovechar el día. Estuve pensando en reportarme enferma y no ir al ensayo para pasar todo el día juntos... ya que mañana te vas.- y lo último lo dijo con un puchero en la boca.
  • No ¿Cómo vas a faltar? Vas a perder plata.- explicó. - Si querés te puedo acompañar y pasar todo el día con vos… Digo, no vamos a estar todo el tiempo pegoteados pero voy a estar ahí.
  • ¿Y no vas a rezongar por los bailes con Gastón?
  • ¿Qué ritmo bailás ésta semana?
  • Adagio Latino.
  • Ah, entonces no. No tiene tanto roce.
  • No.- se rió, él la miró con las cejas levantadas.- Tiene actitud sensual y erótica, nada más.
  • Bueno, pero es un acting nada más, no es lo mismo.
  • ¿Me vas a llamar, cuando estés allá?- lo mira.
  • Claro. Por celular no, porque no me anda afuera de Argentina, pero me las voy a arreglar. O por camarita, capaz… así de paso te veo.
  • Si te veo te voy a extrañar más. Me voy a terminar chapando a la pantalla.- él se rió.
  • Lo que si, no puedo decirte nada sobre los horarios. Viste que allá, ahora son las dos y media de la tarde… y por ahí me paso todo el día grabando y cuando te puedo llamar, acá es madrugada o algo.
  • No importa, llamáme igual.
  • ¿Si?
  • Si, por fa. – deja un beso en su boca.- ¿Cómo es Clara?
  • ¿Clara?
  • Si, la modelo con la que tenés que trabajar.
  • Es… no sé, alta, flaca… el pelo es castaño claro, ponéle que como el pelo de Meri… y tiene ojos verde oscuro.
  • ¿Y es linda?
  • Si, yo que sé. – ella lo mira más intensamente.- Ay, bueno si Lali, es linda ¿Qué querés que te diga? Es modelo.
  • Y… ¿Trabajaron mucho juntos?
  • De las 8 campañas que hice en España, 5 fueron con ella… Yo que sé, parece que la dupla dá resultado.
  • ¿Se llevan bien? ¿Hay onda?
  • Si, nos llevamos bien… Creo que una de las relaciones que me inventaron fue con ella. Así que si ves que sale algo sobre nosotros dos, o algo, ya te aviso que es mentira.- señaló.
  • Ah, bueno.- clava los ojos en la pared azul detrás de su espalda.
  • Ey…- la movió un poco.
  • Me voy a morir de celos mientras estés allá, Pitt. No sé, a lo mejor estaría bueno que cortáramos, y cuando volvamos, si querés me decís que estuviste con ella, digo como para que no hayan cuernos ni nada…
  • No digas pavadas, Lali. No quiero cortar, y no voy a estar con Clara. Es una compañera de trabajo con la que me llevo bien, nada más. Hagamos así. Voy a twittear mucho. Vos vas a saber cuales twitts son para vos ¿Si?
  • ¿Y si son para Clara y me confundo? – él la miró mal.
  • Okay. Vas a saber cuando son para vos. Cada vez que escriba algo y mencioné Argentina, vas a ser vos.
  • ¿Eh?
  • Si. Voy a poner “Te extraño, Argentina” “Te amo, Argentina” Van ser para vos ¿Si?
  • Okay. Y cuando diga “Te amo España” Va a ser para Clara ¿No? – él la volvió a mirar mal.- Bueno, bueno. Era un chistecito para romper el hielo. – golpearon la puerta.
  • Pasá, má.- avisó Pitt, y Luz entró con una gran bandeja.
  • Hola chicos, les traje el desayuno.- sonrió.
  • Gracias…- Mariana sonrió, mientras los dos se sentaban.
- ¿Por qué no me despertaste para ir al cole, má?- lo miró. Qué niño, seguía usando a su madre como despertador.
- Los vine a despertar, pero me pareció que iba a estar bien que faltaran por hoy al colegio. Sobre todo teniendo en cuenta que mañana te vas ¿No? – y ella asintió.- Hoy los voy a mimar a los dos, para que no tengan que preocuparse por nada y puedan disfrutar el día. Vos tenés que ir a trabajar ¿No, Lali?
- Si, lamentablemente.
- Y vos vas a ir con ella, supongo.- miró a su hijo, él también asintió.- Bueno, voy a aprontar todo para que no gasten ni un segundo extra de su tiempo.- sonrió.- Que disfruten el desayuno. Yo voy a salir a caminar un rato, así que tienen la casa para ustedes solos. – les guiñó un ojo y salió, mientras ellos se reían.

Con la casa sola para ellos ¿Qué podrían haber hecho? Si. Jugaron a quien se metía más uvas en la boca, quién comía la manzana más rápido y quien aguantaba más tostadas en el estómago – nada dicho con doble sentido, gracias. Tomaron el café con leche y se hicieron la bandeja a un lado, para recostarse un poco.

- Ay, siempre me da sueño desayunar en la cama… Y más tanto.- se acostó cerrando los ojos, y restregándose la panza, hinchada de comida.
- Y si te doy un beso ¿Te despertás?- consultó con voz melosa y dejó un beso en sus labios, aunque él también tenía los ojos cerrados.
- Tenés la boca toda pegoteada…- se rió.
- Limpiáme.- estiró la boca, y ella le pasó la mano.- Qué poco romántica que sos. Que me limpies a besos, mujer.- le hizo gracia el término y lo besó.
- Vos tampoco hables de romanticismo, porque no.
- ¿Ah, qué, yo no soy romántico?
- No sé. El romanticisimo se pone a prueba en las citas, y nosotros nunca tuvimos ninguna. A menos que cuente como cita estar rodeados de ocho amigos más.
- Si supieras lo que son mis citas… Tengo una que es perfecta.- confesó.
- Bueno ¿Y cuándo me vas a llevar?- lo miró muerta de risa.
- Ahora ¿Querés?
- ¿Ahora?
- Sí. Digo, para aprovechar que me voy.
- No lo digas muchas veces más, porque me ato a tu pierna y no te dejo subirte al avión.- señala y él se rió.- Bueno ¿A dónde vamos?
- Sorpresa.- sonrió. – Pero te aviso de antemano, es muy cursi.- señaló.

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PERDOOOÓN POR TARDARME TANTO EN SUBIR UNO NUEVO! SÉ QUE NO ES LO MEJOR PARA EL HILO DE LA HISTORIA, PERO ESTOY EN ÉPOCA DE PARCIALES Y ME ESTÁN MATANDO. LA SEMANA QUE VIENE TENGO 6 PRUEBAS, ASÍ QUE SI ME VEN, VAN A TENER MUCHA SUERTE :(

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domingo, 17 de junio de 2012

CAPITULO 37.



- Llegamos...- bostezó él, frenando en la puerta de la casa.
- ¿YA?- lo mira aterrorizada y él se rió.
- Vivo a siete cuadras, Lali, no sé si te diste cuenta.- giró y le abrió la puerta del auto.
- No, no. Mejor ahora no, mejor me voy y vuelvo otro día...- los nervios le estaban destrozando el estómago. Él la agarró por la cintura y la bajó.- No, no Peter por fa te lo suplicó, otro día otro día... - se queja.
- No seas tarada ¿Querés? Mi madre no muerde y está encantada con las cosas que le digo de vos.
- Tengo mucha verguenzaaaaa....- lo abraza y protege us cara en su cuello, mientras él caminaba, subiendo las escaleras de piedra de la casa [ https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbEeC27neMzvzLD4ZDloVf4seviS0yXEs_hwFqd6iJ4gHoEVid0zTjDbFvDHiKYRltlzg-Svsgc8BjcO3rYY-yXyYKRldV4hArybE8vW0V9BXRaIYKWwcz299BNlFc3lrZMyRIPES8xLC2/s1600/IMAG0246.JPG ]
- No seas boba...- se rió. La bajó en la entrada y abrió la puerta, le agarró de la mano y la obligó a entrar.
- ¿Llegaste hijo? - se escuchó la voz desde el living.
- Si má, vine acompañado.- ella le apretó la mano más fuerte. Avanzaron unos pasos, sintió otros pasos caminar por el piso de madera, y una mujer morocha apareció de frente a ella. Tenía el mismo color de ojos que Peter, y a juzgar por la apariencia, no podía tener más de cuarenta años.
- Hola...
- Má, ella es Lali... - ella la miró animadamente, sonrió.
- Hola Lali, que bueno conocerte... sos igual de linda a como te describió.- sonrió.
- Bueno, gracias...- sonrió apoyada en el cuerpo de Peter.
- Yo soy Luz, la mamá de Peter.- sonrió.
- Un gusto. - sonrió.
- Má, Lali se va a quedar a dormir hoy.
- Ah, que bueno...- pero lo dijo con cara de pánico.- Me hubieras avisado Peter, así ordenaba un poco y cocinaba algo...
- No se preocupe señora...
- Luz.
- Luz. Con Peter dijimos de comprar unas pizzas, para no preocuparse...
- Ah bueno.
- ¿Vamos subiendo?- la miró Peter y asintió. Empezaron a subir las escaleras.
- Peter, ¿Puedo hablar un minutito con vos? - le sonrió.
- Eh... sí... Subí La, la primer puerta.- bostezó y bajó los escalones, ella subió hasta el cuarto.

Abrió la puerta. Un cuarto en tonos azules claros apareció frente a sus ojos. Había ropa en algunas partes, pero en general estaba ordenado. [ http://img.decorailumina.com/wp-content/uploads/2008/10/fig62.jpg ]. Estaba bien decorado. Tenía algunas fotos pegadas en las paredes, pero se arrimaste a unas en las que reconoció su propio rostro. [ http://a2.sphotos.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-snc3/23544_311252726178_217898791178_4099579_5732903_n.jpg ] sacada por los chicos.

- Volví.- entró en el cuarto.
- ¿Todo bien con tu mamá?
- Si, me rezongó. Dice que le tenía que avisar que venías porque no te quería recibir con la casa toda sucia. ¿Qué hacés?- se arrimó a ella.
- Miraba tus fotos... Nunca supe que me habías sacado ésta foto.- http://sp1.fotolog.com/photo/17/39/91/100pre_angeles/1204831511_f.jpg
- Si te decía me la ibas a hacer borrar.
- La saqué de tu facebook...
- ¿Desde cuando tenés éstas fotos? Son horribles todas, Peter.
- Son hermosas, calláte. Éstas dos son porque tienen las cosas que más me gustan de vos... la sonrisa, y él angel.- señaló las dos primeras.
- Ay, qué linda foto... - lo mira.- ¿Me la das? http://spe.fotolog.com/photo/46/9/69/nove_delaliypipu/1283207878759_f.jpg
- Lali, es espantosa...- puso cara de asco.
- Bueno, si es espantosa regalámela, a mí me gusta... Saliste re caño.
- No, después te doy una en la que esté mejor.- se la sacó de la mano y la tiró sobre el escritorio. La agarró de la cintura y la llevó hacia atrás.
- Está re lindo tu cuarto...- mira a los costados.
- Me lo decoró mamá.- dijo orgulloso.
- Tiene los mismos ojos que vos, tenías razón.- lo mira.- Son super transparentes.
- ¿Ya se te pasaron los nervios?
- Si.
- ¿Viste? Era una pavada... - dejó un beso en tu mejilla.- Me voy a bañar ¿Si?
- Bueno.- sonríe.

Peter se fue a la ducha, y ella se quedó allí unos minutos. Luego decidió bajar a la cocina. Luz estaba cocinando.

- ¿Te puedo ayudar en algo?- ella se giró asustada.
- Lali... no, muchas gracias. Estoy haciendo pizza casera... ¿Te gusta? A Peter le gusta mucho.
- Si, me encanta.- sonríe.- Hace mucho que no como comida casera.
- ¿Tu mamá te cocinaba mucho allá?
- Si, siempre. Como ya está retirada, hacia cursos de cocina y todo eso, y siempre practicaba en casa.
- Ah, que lindo...- sonrió y dejó de rallar queso.- Me gusta mucho que estés acá, Lali.
- Y a mi también. No creí que me iba a sentir tan cómoda.
- Peter te habrá dicho que soy una pesada ¿No? Porque insistí mucho en conocerte...- su cara lo dijo todo, ella se rió.- No es que te quería conocer por capricho. Es que quería comprobar personalmente lo que Peter decía. Cuando uno está enamorado, puede estar en babia y no darse cuenta de que la otra persona puede ser muy mala... Peter siempre habló maravillas de vos, y quería cerciorarme de que eran cierta, que el amor no lo tenía tan tonto.
- Y... ¿Lo comprobaste?
- Parece ser que si. Por lo menos lo de que eras muy linda, simpática y con ángel es cierto. Y... aunque a Peter le hizo bastante mal, me hizo sentir más tranquila cuando le pediste un tiempo, después de lo que salió en la tele.
- ¿Por qué?
- Porque no sos como esas bobitas que andan atrás de mi hijo por la fama... Vos estás con él porque lo querés, porque la relación te hace bien. Eso se noto en lo que hiciste.
-Si, para mí también fué difícil.
- Me imagino… Igual sirvió ¿Eh? Le sacó un poco el caprichito.
- ¿Caprichito?- alzaste tus cejas.
- Y si. Es que en cuanto a chicas, Peter siempre tuvo a quién quiso cuando quiso… Con vos me parece que entendió que no es tan así, que no va a tener siempre todo.
- Peter pirata… - se rió bajito.
- Igual creo que yo tengo mucho que ver en esa actitud caprichosa. Siempre le di todos los gustos desde chiquito y me parece que se acostumbró.
- Ay ¿Cómo era Peter de chiquito?- frunció la nariz, enternecida al imaginar a un pequeño Juan Pedro.
- Muy inquieto… y rellenito, eh. Siempre tenía algo en la mano, una galletita, un alfajor… Y era muy vivaz. Me descuidaba un segundo y lo tenía caminando por el techo de la casa… hizo mi corazón muy fuerte porque resistí a todos los infartos que me podrían haber dado, con todas las cosas que me hizo…- se rió. Ella metió la última pizza en el horno y se sacudió las manos.- Si no te aburrís, te puedo mostrar fotos… Si querés.
- Si, obvio.- sonrió emocionada.


Fueron al living y se ubicaron en el sillón más grande. Sacó una caja forrada y la puso sobre sus piernas.

- Ay, no…- se mordió el labio.- Me muero, era hermoso… ¡Era rubio! – se rió.
- Si, muy rubio. Recién como a los cinco años le empezó a quedar más oscuro.
- Ay me muero, qué lindo…- y se dió el atrevimiento de meter mano en la caja para sacar otra foto.- ¿Y ésta? - "http://profile.ak.fbcdn.net/hprofile-ak-snc4/187761_82603858272_561145_n.jpg
- Ah, esa es de una campaña publicitaria que hizo el año pasado. No le gustó mucho y la quiso tirar, pero la guardé sin que se entere.
- ¿Cómo no le va a gustar? Yo no entiendo como se atreve a decir que sale mal en una foto, si es hermoso…- se mordió el labio y miró a Luz.
- Si, quedátela…- se rió, y le agradeció con una sonrisa. – Me gusta esa cara de enamorada que ponés cuando lo ves o hablás de él… Peter necesita mucho amor. Siempre estuvo muy preocupado, después del divorcio, por ser el “hombre de la casa” y darme todo lo que su padre no me dio…
- Me… me parece que es una carga un poquito pesada para él ¿No? Digo, todavía es un adolescente…
- Si, es que traté de pedirle que pare un poco, que piense en lo que él quiere hacer y no en lo que me quiere dar a mí, pero es muy terco. Desde que tiene éste trabajo de modelo no paró de trabajar…Ésta casa la compró él, así que imagináte cuanto habrá trabajado.
- Wow… - mira a su alrededor.
- ¿Qué hacen?- él bajó las escaleras, rascando su pelo mojado. Vio su cara de enamorada y luego su mano.- No, no… ¿Otra vez las fotos mamá? Te dije que no me gustan…- se quejó. Quiso sacarle la caja, pero ella no lo dejó.
- Me las estaba mostrando… Ay, eras hermoso mi amor, mirá…- se muerde el labio y le muestra la otra foto que Luz le había obsequiado http://spa.fotolog.com/photo/58/37/43/mariiguapii/1206905798_f.jpg Estaba muerta de amor.
- ¿Y ésta foto? ¿No te dije que la tiraras, mamá?- miró la otra foto que tenía en la mano, con 16 años.
- No, no me la saques.- la puso fuera de su alcance.- Me la regaló y es mía.
- Es espantosa.
- Es hermosa, dejá de decir pavadas. ¿Cuándo pensás reconocer que sos lindo? Mirá que no te agarraron de modelo porque sos feo, eh. – avisó y Luz se rió.
- Voy a revisar la comida, mejor.- se rió y desapareció en la cocina.
- No me gusta, dámela… después te doy otra más linda.
- No quiero otra, quiero éstas y son mías porque tu mamá me las regaló.- las dejó arriba de la mesa, metiste las otras en la caja y las cerraste.
- ¿Son amigas, ahora?- frunció el ceño y miró el lugar por el que tu suegra se había ido.
- Algo así.- sonrió.
- No me gusta eso, eh. Las dos juntas pueden ser muy peligrosas.- se rió y dejó un beso en su mejilla. Vos habías vuelto a mirar la foto del pequeño rubio.- Te amo… Ey, te estoy hablando.
- Perdón, es que me taré. Eras hermosísimo de chico, mirá lo que eras por dios… Muy tierno.- le mostró la foto otra vez, como si él no la hubiera visto.
- Era un diablillo.- se rió. - ¿En qué pensás?- corrió un mechón de pelo de tu cara.
- Estaba intentando imaginarme… no, nada. Pavadas.- sus mejillas se pusieron coloradas.
- No, ahora decíme.
- Estaba intentando combinar ésta foto con una de cuando yo era chica, para ver como sería un hijo.
- ¿Nuestro? – sonrió.
- No, mío y del panadero, Peter. Si, obvio. Nuestro. Igual…- niega con la cabeza rápidamente.-Para eso falta mucho. No sabemos lo que va a pasar.
- Si sabemos. Vos vas a terminar la facultad y vas a encontrar un súper trabajo… al año nos vamos a casar, vamos a comprar una casa enorme, y la misma noche de bodas vas a quedar embarazada del primer hijo. Va a ser varón y le vamos a poner Mateo. Cuando Mateo cumpla tres, vos vas a quedar embarazada de una nena.
- ¿Y cómo le vamos a poner?- lo mira muerta de risa.
- Luz, igual que mi mamá.- aseguró.
- ¿Y en qué momento pensaste todo eso?- se rió.
- No sé, varias veces. Tardé en encontrar los nombres porque tenían que combinar con el apellido.
- Mateo Lanzani. Luz Lanzani. Si, combinan, pero me parece que no estás teniendo en cuenta algo…
- ¿Qué?
- Que yo quiero tener por lo menos cuatro hijos.
- ¿Cuatro? ¿No es mucho?
- No, es poco. Quiero tener una casa gigante llena de hijos y ruido por todos lados, juguetes en el piso, discusiones para usar el baño de los hermanos más grandes… levantarme a la mañana y desayunar en una mesa larga, llena de chicos de diferentes edades. Siempre quise eso.
- Podemos transar en tres.
- No, cuatro por lo menos. Y recién me planto en siete.
- ¿Vos estás loca? ¿Siete hijos?
- Bueno, bueno. Si no te gusta, puedo pedirle a Gastón que me ayude. Seguro salen re lindos también, rubios y de ojos claros.
- Pero le van a faltar los lunares, nena. Además, Gastón está re viejo. Cuando vos quieras empezar a tener hijos a él ya no le va a funcionar.
- Te puedo asegurar que tiene funcionamiento para rato, eh.
- No me hace gracia, basta.
- A mí si me hace gracia.- deja un beso en su mejilla, puesto que estaba acostada con la mitad de su cuerpo encima del suyo.
- Bueno, hoy de noche, te voy a mostrar que yo puedo funcionar mucho mejor que él.
- ¡Peter!- le golpea el hombro escandalizada. – Hoy de noche no vamos a hacer nada, no te desubiques que está tu mamá.
- ¿Y? En lo de Victorio habían ocho personas más y eso no nos impidió nada.
- No, no vamos a hacer nada. Vamos a dormir y mañana vamos a ir al colegio.

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viernes, 15 de junio de 2012

CAPITULO 36.



- ¡Ah bueno! Un aplauso para los tórtolos que finalmente se dignaron a bajar las escaleras…- Benjamín aplaudió bien fuerte, María lo cayó de un manotazo. Le dolía la cabeza.
- ¡Un aplauso para Benjamín que apareció! – lo burla La puerta principal se abrió, y entró Agustín, con unas cuantas bolsas de comida y restregándose la cara.
- ¿Qué te pasó cache? – lo miró Cande.
- Nada, un paparazzi… me metió un flashazo en la cara que casi me deja ciego…- explicó, y ella lo miró sentada en el sillón más grande.- Bueno, traje helado, yogurt, leche chocolatada, cereales, las barras de chocolate que me pidieron… - y les pasó las barras a las chicas – Traje unas pastis para el dolor de cabeza, galletitas, pasé por la panadería y traje facturas.
- Qué insalubres que son. Son las tres de la tarde ¿Por qué no cocinamos algo para el almuerzo? Está mal comer todo eso de sopetón, Agus.- y a ella le salía la nutricionista de adentro.
- ¿Querés cocinar?- la miró y ella niega.- Entonces calláte y comé un par de facturas, que sos un esqueleto andante.
- Bueno bueno, tranquilizáte con mi novia. – le bajó los humos Peter.
- Mirá, vos, tendrías que estar besándome los pies pelado, porque si vuelven a sacar una foto mía como la de la otra vez, te juro que le digo a mi viejo que te haga un juicio.- avisó. El padre de Agustín era abogado penalista.
- ¿Qué foto?- lo mira.
- Una vez, dijeron que Peter estaba muy de parranda, y publicaron una foto en la que estábamos varios de nosotros… mi cara de escabio total, obvio.- revoleó los ojos.
- Ay mentira, si no sale nunca…- todos se empezaron a reír.
- Eso es porque ahora está atrás de tu pollera… El año pasado puff si habrá salido…- recordó Benja.
- ¿Por qué no se callan un poco?- los miró mal y se recostó en las piernas de su novia.
- Epa… ¿Qué pasa Lalita, no lo dejaste satisfecho y quedó de mal humor?
- Si, el segundo piso era intocable, no se podía subir que se escuchaban los gemidos y los golpecitos de la cama contra la pared.
- ¡Mentira!
- Te estoy diciendo que si, vos porque estabas muy concentrada y no te dabas cuenta.
- No.
- Si.
- No.
- Si.
- ¡NO!
- Agustín, no usamos la cama así que imposible que hayas escuchado eso.- se encargó de especificar Peter y ella lo mira para matarlo.
- ¡Ese es mi amigo! ¿Qué fue, contra el suelo? ¿En el escritorio? – le chocó la mano Pablo.
- Ay basta, no sean desubicados…
- Cómo se nota que recién volviste, amiga… Siempre hablan de eso y delante de nosotras, con cosas muy específicas… - revoleó los ojos Euge.
- Si, así que para que te vayas acostumbrando, contá Peter. ¿En dónde fue? – Agustín se acomodó como para que le cuenten una historia. Peter la miró a ella.
- Mejor… esto no lo cuento ¿Si?
- ¡Po-lle-ru-do!- al ritmo de los wachiturros.
- Ah no vale ¿Por qué?
- Porque está acá, no dá que cuente cosas de ella. Las veces que le conté fue con minas de una noche.
- ¡Ah eso es injusto!- se quejó Eugenia y Lali a miró sorprendida.- ¡Cuando yo estuve con Benjamín contaron todo, y en mi cara!
- Ay, ¿Tanto drama por eso? Lo hicimos en la ducha, punto.- avisa y Pedro la miró sorprendido.
- ¡Ná, jodéme! ¡Qué genial! ¿Está bueno? A mí me dijeron que es lo más, pero me parece re incómodo tener al agua jodiendo ahí en el medio…- opinó Candela.
- Bueno, vení. Arranquemos pa’ la ducha, y lo comprobás por vos misma.- Victorio la cargó en su hombro y empezó a subir las escaleras con la flaca gritando. Volvió hacia atrás y la dejó en su lugar.
- Bueno, listo, me está incomodando el tema, fue suficiente.- anuncia.
- Ay, ella toda inocentucha…- frunció su nariz Benjamín.
- Inocente no, no me gusta hablar de éste tema, me parece que son cosas privadas ¿No? Tanto si es con una mina de una noche o con tu novia, me parece que por un tema de respeto, las cosas quedan entre cuatro paredes. Sino, más fácil, estamos todos con todos, nos enteramos de como es cada uno en pelotas, y listo.- anunciaste.
- No está mal esa idea, eeh...- habló Agustín.
- Nosotros le dijimos lo mismo amiga. El problema es que dicen que es para tenernos más confianza.- revoleó los ojos María, que tenía el cuartito de helado sobre su falda.- Igual, lo bueno es que ahora Piti va a aflojar.
- Esperemos que si.- le pasa una mano por el pelo a su novio, que hace un rato largo le daba de punta a una tableta de chocolate. - Bueno, yo me voy chicos, quiero descansar tranqui en casa, sino mañana no rindo.- se levantó.
- Paráaaaa...- el novio la sostuvo la pierna para no dejarla caminar.- Comé algo, y después yo te llevo...
- Si, vos jurás que voy a subirme al mismo auto que vos con un fotógrafo enfrente ¿No? - obvía.
- Salís manejando vos y yo me escondo en el asiento, en un par de cuadras cambiamos.
- Bueno... - mira la mesa y agarra una barrita de cereal.- ¿Vamos?
- Vamos...- bostezó levantándose.- Nos vemos, pibes.- chocó la mano con los hombres, dejó un beso en la cabeza de las mujeres.
- ¿No volvés pollerudo? Venite a jugar un fulbito, dale.
- No, me quedo allá... hace mucho que no estoy con Lali y quiero aprovechar. Después se pone re paranoica con las cámaras y eso...
- Te estoy escuchando, estoy acá.- le hablaste desde la puerta del garaje y él se rió.

Sintió la mano cálida de Peter sobre su mejilla. Se había tirado a dormir una siesta. Él hablaba en susurros, al principio no lograba comprenderlo, pero después si lo hizo. Él jugueteaba con su pelo, y cada tanto pasaba sus dedos por su cara o por su brazo, dejando suaves caricias.


- Te confieso algo... cuando estábamos peleados... o, no sé, en ese tiempito que pediste, averigué cuál era tu perfume y lo compré... Y antes de dormir, lo ponía en la almohada, cerraba los ojos y me imaginaba que te tenía al lado. No era lo mismo, no sé, le faltaba tu olor natural... pero me era suficiente para dormirme contento...- y apoyó la mano en su cara, movió el pulgar para que fuera una caricia.- No sé que tenés, pero te hiciste tan importante... y te amo, y no te voy a dejar nunca... Qué cursi que soy ¿No?- se rió para si mismo.
- No.- y sostuvo su mano en su mejilla. Sonrió.- Sos increíble.
- Ey, estabas despierta... - amaba su voz avergonzada.
- Si...- sin abrir los ojos, se acercó para acurrucarse en su pecho.- Y ahora yo te confieso algo. No cambié las sábanas por una semana porque tenían tu olor... Cuando volví y Emi las había llevado a la lavandería, me puse muy mal. - él la abrazó más fuerte.
- Te tengo que decir tres cosas.
- ¿Qué?- lo mira.
- Una, es que... no sabes lo linda que sos cuando dormís.- se mordió el labio y ella sonrió. - La otra es que... el martes me tengo que ir de viaje.
- ¿Cómo de viaje? ¿A dónde? - apoya la cabeza en su propio brazo y lo mira.
- Tengo que ir a España a hacer una campaña con Clara...
- ¿Quién es Clara?
- Clara Alonso, la modelo española, mi amor.- lo mira desentendida.- ¿No la conocés?
- No ¿Cuánto tenés que estar allá? - juega con el cuello de la camisa.
- Me voy el martes al mediodía y llegó a acá el jueves de tarde.
- ¿¡Tres días?! Es mucho...- él asintió.
- Acostumbráte. A ésta altura del año me empiezan todos los viajes. Lo que pasa que allá está por empezar el verano y hacen todas las campañas.
- ¡Ay te vas a ir al verano! ¡Qué guacho!- le pega despacio en el brazo.- ¿Y la tercer cosa que me tenías que decir?- consulta.
- La tercera es... que lo pensé, y... Quiero que hoy vengas a quedarte a dormir en mi casa.
- ¿EH? ¿A tu casa? ¿HOY?
- ¿No querés?
- Si quiero pero no sé, me hubieras dicho antes para prepararme, no sé...
- ¿Prepararte para qué? Vas a dormir...- se rió.
- Psicológicamente, Pitt.- obvía.- Y físicamente también, no sé, me hubiera arreglado el pelo, algo...
- Bueno, pero ¿Venís?
- Si...- él sonrió.- Ay que nervios, voy a conocer a tu mamá.- mete la cabeza en su pecho.
- Ey, no te pongas nerviosa, va a ser una pavada, vas a ver.
- Bueno...- se levanta rápido de la cama y él se sobresaltó. Abrie el placard.- ¿Qué me pongo? ¿Qué le gusta tu mamá? ¿Le gusta hiper producida, onda, con tacos, o más natural con zapas? - él se reía.- ¡No te rías ayudáme!
- Mi amor, calmáte...- se rió levantándose.- Lo que te pongas va a estar bien. Tenés que ser vos, y le vas a caer tan bien como a mí, vas a ver...
- Bueno, pero decíme algo, estoy nerviosa.- hizo puchero.
- Que te amo... eso te puedo decir.- y a ella no le quedó más remedio que sonreír. 

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lunes, 11 de junio de 2012

CAPITULO 35.



Se movió inconscientemente cuando sintió los ruidos en la escalera. La voz de Vico se escuchaba, junto a la de Candela. Se levantó rápido y se apoyó en la puerta, justo a tiempo para evitar que él pudiera abrirla.

- ¡NO! - se quejó.
- ¿Qué pasa? - bufó con voz dormida.
- Eh... no podés entrar, Victorio. ¡Victorio, basta!- se queja porque él no dejaba de hacer fuerza para abrir. Apoyó su espalda en la puerta e hizo fuerza.
- ¡Lali dejáme entrar, es mi cuarto!- se quejó. Peter se giró, apoyó todo su peso en los brazos y le sonrió. Así, dormido y en esa posición, odiaba a Victorio más que nunca.
- ¡Te estoy diciendo que no podés entrar! ¡PODES PARAR UN POCO LUCAS!
- ¡NO ME DIGAS LUCAS!- le pegó más fuerte a la puerta, odiaba que lo llamaran por su segundo nombre.

Pedro se levantó de la cama y caminó hacia ella, creyó que ayudaría en algún modo. Parecía un modelo... ah, no. Cierto que era un modelo. De boxer azul, pelo revuelto y sonrisa matadora. Llegó hasta ella, se pegó a su cuerpo y metió la cabeza en su cuello. Le golpeó la espalda, y se pegó a la puerta.

- ¿ME PODES DECIR PORQUE NO PUEDO ENTRAR? ¡LALI ME ESTOY MURIENDO, NECESITO MI ROPA Y BAÑARME!
- ¡ME ESTOY...!- Peter la estaba haciendo erizar- Me ess...toy ¡ME ESTOY CAMB-BIANDO VICO BA-ASTA! - y la última palabra en realidad, era para Peter, también.
- ¡Cuántas veces te habré visto a medio vestir, petiza!
- ¿Cuántas? - Peter la soltó y abrió la puerta.
- Ajajjajaa, pensé que estabas durmiendo, ché... ¿Te sentís mejor?
- No sé si te das cuenta, pero estamos en el medio de algo ¿Por qué no dejás tu ataque urgente de higiene para otro momento u otra habitación? Gracias.- cerró la puerta y ella lo miraba sorprendidísima.
- ¿Vos estás loco? ¿Cómo le vas a decir eso?
- ¿Mentí?
- No pienso hacer nada ahora, hay gente despierta.- señala-
- ¡Y bueno! Me despierto, y vos estás medio desnuda apoyada sensualmente contra la puerta... soy hombre, viste.
- Sensualmente, nada que ver...- insinua un que hambre.
- Dale, un ratito.- besó su boca como todo un seductor. Se separa, mira a su alrededor. - Son mis hormonas, no las controlo.- se quejó.
- Okay, vamos a calmar a tus hormonas. - lo lleva de la mano hacia el baño, él sonrió. Se estira, abre el agua fría y lo empuja.- Un bañito de agua fría, y se te calman todas las hormonas. - Se ríe. Él se resbaló y cayó sentado en el suelo.- ¡Ay! ¿Estás bien?- lo mira.
- Me hice mierda...- se tocó la espalda con cara de dolor y le estiró una mano para que lo ayudara. La tomó sonriendo, y cayó sobre su cuerpo con naturalidad. La ubicó a horcajadas de su cuerpo, con el agua cayendo.- Te engañé...- confesó con su boca en su cuello.
- Yo te engañé... ya sabía.
- Uy, qué mala...- y subió su mano por su espalda hasta encontrar el corpiño. Se deshizo de él y se levantaron, porque sino era difícil sacar las prendas inferiores. La pegó contra la pared, y el contacto total de su masculinidad le arrancó el primer gemido. Se colgó de su cintura y él sonrió, comenzando con los movimientos. Placer, amor... perfección.


Dejame navegar de mi mente a tu cuerpo,
Dejame anidar en tu corazon,
Dejame conectar mis ansias con tus besos,
Tengo sed dame un trago,
Dame agua de amor.


- Lali...
- Mjm...
- Mi amor...- sintió los besos de Peter por tu espalda.
- ¿Queeeeé?
- Vamos a desayunar...- pidió.
- Tengo muchísimo sueño... Andá vos, yo bajo más tarde... - se abrazó más a la almohada.
- Me da verguenza bajar solo, acompañáme... - su voz era la timidez personificada.
- Dejáme dormiiiiiiiiiiiiir.- pidió. Él la giró, dejándola boca arriba y junto su boca con la suya.- No quieroooo, dejáme acá...
- Bueno, me quedo acá... cuando empieces a sentir que me suena el estómago, no vas a poder dormir,y te vas a sentir culpable de tener un novio que se está desnutriendo.
- ¡Sos tan exagerado! - se rió, subiéndose sobre su espalda.- No es mi culpa si vos sos insaciable y querés matraca todo el día nene. Soy una persona, me canso, viste. - él se rió.
- Sos una persona tentadora.- señaló.- Estoy feliz.
- ¿Por?
- Porque estamos juntos otra vez...- obvió y ella sonrió..
- Bueno, ahora que me desvelaste, me visto y vamos a comer.- avisa levantándose, y agarrando el bolso del suelo.
- ¿Te trajiste ropa?
- Si, supuse que me iba a quedar a dormir.
- ¿Y por qué no trajiste pijama? - se sentó en la cama.
- Nunca llevo pijama a las casas de los chicos, siempre me prestan una remera o algo.- él la miró mal.- No me mires así nene, pagá derecho de piso, ellos me conocieron antes.
- ¿Te conocen tanto como yo?- se agrandó.
- Más que vos, me conocen.- responde después de ponerse el vestidito blanco [ http://estaticos01.telva.com/imagenes/2008/06/27/1214565515_extras_noticia_foton_5_0.jpg ]
- ¿Ah, si? ¿Y con cuántos de ellos hiciste el amor en la ducha? - consultó.
- ¿Enserio querés que te responda eso? - levanta las cejas. Él se mordió el labio y miró al costado.
- No podés mentirme en eso... Sé bien que yo soy el primero...- se pegó a su cintura, y juntó su nariz con la suya.- Y el último.- y lo dijo con satisfacción.
- Mmm... confías demasiado en mí... a los hombres les gusta que les digan que sos el primero... Es un truco que nunca falla.
- ¿Ah, si? ¿Y cómo se llamaba el primero?
- Mm... no me acuerdo mucho, creo que era Jhon... o Taylor, ¡Ah no! Creo que fue el del viaje a Francia... Pierre.
- Qué lástima que no te acuerdes... porque yo si me acuerdo de la chica de mi primera vez... Belén se llamaba. Bah, se sigue llamando.
- ¿Ah, si? - y se apegó a sus labios con sensualidad.- No me pongas a prueba, porque puedo dejarte deseando ¿Sabés? Y puedo dejarte solo por mucho tiempo...
- Entonces me voy a tener que ir a buscar en otra lo que vos no me das...
- Vamos a ver si encontrás a una que te haga sentir un poquito de todo lo que te hago sentir yo... - él se rió.- ¿De qué te reís?
- De que tenés razón... Mirá...- llevó su mano al pecho de él. El corazón le latía como loco.
- ¡Ay Peter! Estás loco...
- Suena a un chamuyo, siempre pensé que lo era, pero... por vos, estoy loco. 

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