domingo, 23 de septiembre de 2012

AVISO

Estoy con problemas de internet. Hasta el jueves o viernes probablemente no pueda subir novela, aunque obvio, el intento siempre va a estar (si hay suerte capaz que se arregla antes). Perdónenme hasta ese entonces, y también aviso que después de este viernes, me van a ver bastante más seguido y más dedicada también. Un besito a todas, y gracias por el aguante.

domingo, 16 de septiembre de 2012

CAPITULO 55.




- ¿Qué hacés?- la miró cuando se levantó, a las once de la mañana.
- Me voy a aprontar.
- Lali, todavía faltan tres horas.
- Exactamente.- obvió.- Mientras me baño, me arreglo el pelo, me maquillo... se me pasa el tiempo, y no dá llegar tarde. Todavía no sé nada, como me voy a vestir, como me voy a maquillar, como me voy a peinar... O sea, voy a almorzar con Ricardo Piñeiro ¿Entendés?- hizo voz de cheta y él se rió.
- No hagas mucho ruido, quiero dormir.
- No seas desubicado ¿Querés? Mirá, hay un día increible, y eso que estamos entrando en junio.- descorrió las persianas.
- Sos más molesta que mi mamá cuando no quiero ir al colegio.- confesó tirándole un almohadonazo.
- ¿Vos no te vas a ir a cambiar?
- Cuando vos estés terminando de vestirte, yo ya fui, me vestí, miré una película y volví. Dale, andá a bañarte y dejáme dormir. - solicitó.
- Mala onda.- le sacó la lengua y se metió en el baño.

15 minutos para depilarse y cerciorarse de que la piel quedara suave, pasándose una crema. 45 minutos en la ducha, aprovechó a hacerse un baño de crema en el pelo para fortalecerlo.
Salió en bata y el pelo envuelto en una toalla para abrir el placard. Peter seguía durmiendo y no parecía inmutarse del movimiento que generaba a su alrededor. 30 minutos para decidirse por lo que iba a usar. En base a eso, otros 30 minutos para secarse el pelo y hacerse algunos rulos en las puntas, tratando de darle un look natural.
25 minutos para maquillarse, elegió tonos naturales ya que era de día. Se vistió en 5, Peter estaba en el living, podía escuchar la tele prendida. Preparó un bolso pequeño; un abrigo por si refrescaba, el celular, algo de plata por si acaso y el delineador para acomodarse por si se llegaba a correr.

- ¿Y, cómo estoy?- http://1.bp.blogspot.com/-BswPVMvwUWE/Tgk9ayZBuwI/AAAAAAAAJaI/IRRFYGmVmBM/s1600/vestido-corto-rosa-fuerte.jpg se paró en la puerta de su cuarto y miró a Pedro, que se giró. Frunció la nariz.
- Demasiado linda para la ocasión. - sonrió.- ¿Yo, cómo estoy? - http://1.bp.blogspot.com/_W9AMM74V7V0/TFHbkguv4KI/AAAAAAAAAXQ/I0zDqzOAq8I/s1600/pete3.jpg se hizo el canchero y pegó una vueltita.
- Muy churro.- sonrió.- A vos todo te queda bien.
- Ya sé, ya sé.- canchereó.- ¿Nos sacamos una foto? Todavía hay tiempo.
- ¿En qué vamos?
- Benja me dejó el auto en casa, ya lo tengo abajo.
- ¿Hay mucha prensa?- consultó mientras buscaba la cámara. La encontró en el escritorio y caminaron hacia el espejo.
- Creo que un poco menos de la de ayer.
- ¿A tu jefe no le molesta que nos vayan a perseguir y él vaya a estar involucrado?
- No le digas jefe, para mí es un amigo.- solicitó y sonrió para la cámara.- Y Ricardo tiene mil años en ésto, sabe como actuar.
- Okay ¿Vamos?- se acomodó el pelo en el espejo.
- ¿Lista? - sonrió y asintió. Le estiró la mano y bajaron. Subieron al auto en el piso subterráneo, respiró hondo mientras él aceleraba. Los flashes eran un poco molestos, intentó hacer la mejor cara posible; tampoco daba salir mal. Salieron después de unos minutos de ser detenidos.

...............

Llegaron al restaurante. Ricardo se paró, en una de las mesas del fondo cuando los vió llegar. Peter la traía de la mano y el hombre sonrió; de lejos se le notaba la buena onda.

- Hola, Lali.- le sonrió.- Que bueno que al fin te pude conocer...- la miró de pies a cabeza.- A ver, a ver... una vueltita por favor.- le tomó la mano y la hizo girar mientras ella se reía.- ¿Quién te vistió?- quiso saber y después los tres se rieron; no tenía diseñadores ni nada por el estilo.
- Ricardo está por inaugurar una línea de ropa, así que tené cuidado.- se rió Peter mientras se sentaban.
- Exacto, y si no supiera de lo celoso que es Peter, ya mismo te haría cara de la campaña.- y se sonrojó.
- Ni lo sueñes.- negó Peter. Ricardo levantó la mano para llamar al mozo, éste vino, pidieron, y se fue.
- Ahora veo porque Peter jode tanto con vos... sos linda, eh.- y ella se volvió a sonrojar.
- Ojo.- Pedro estiró la piel debajo de su ojo.
- Si, perdón. Sé que le estuve ocasionando muchos problemas desde que salgo con Peter.
- Nada a lo que no esté acostumbrado.- se encogió de hombros.- Y según Pitt, vale la pena.- Pedro se encargó de asentir. - Bueno... vas a ir con nosotros a Israel la semana que viene ¿No?
- Si. Muchas gracias por invitarme, dicen muchas cosas lindas de Israel y tengo muchas ganas de conocer.
- No, es un placer.
- ¿Usted viaja con todos sus modelos? ¿Se encarga de todos?
- Por favor, el usted sacálo que me hacés sentir viejo.- y se rió.- Y... trato de estar lo más pendiente posible. Se me hace imposible viajar con todos porque por suerte siempre están llenos de trabajo... Reconozco que tengo cierto favoritismo con Peter, y lo acompaño en la mayoría de los viajes porque es el más jovencito y por tanto el que va a durar más en la empresa. Vos podrías ser mi próxima favorita, si él te dejara. ¿Sos más chica que él, no?
- Bueno, bueno, tranquilo.- pidió Peter.- En realidad, ella es más grande. Cumple dieciocho la semana que viene, a mi me faltan dos meses.
- Ah, está bueno que ya cumplas años.- sonrió.- Mirá, acá te traje anotados los documentos que necesito que me lleves el jueves para poder viajar. Me gustaría que me los lleves personalmente a la empresa, y en lo posible que éste loquito no venga con vos. Así podemos hablar de ofertas.
- ¿Disculpá?- los dos al mismo tiempo. Él se rió.
- No, muchas gracias. El modelaje no es lo mío... no me siento cómoda con mi cuerpo, no creo que tenga la actitud que se necesita.
- Pero eso puede mejorar. Una campaña, te pido... tengo una de adolescente que puede ir muy bien con vos. Si ves que te sentís cómoda, podés seguir.- le guiñó un ojo, compradoramente.
- Disculpá Ricardo, pero ¿Desde cuándo ésto es una entrevista de trabajo? Lali no va a hacer esas cosas ¿Ya lo tenías pensado?
- No. La ví venir caminando y se me ocurrió la idea.- confesó.- Además, me parece que el asunto es entre Lali y yo. Si ella quiere hacerse modelo no vas a poder impedírselo, después de todo se banca muy bien toda tu fama ¿No? - él bufó molesto.
- No, insisto. Gracias enserio, pero no es mi mundo... la fama de Peter es la suficiente para la pareja, no me gusta la exposición.
- Muy bien.- sonrió.- Te estaba probando. Peter me dijo que detestas la exposición y quería saber hasta que punto llegabas... Parece que realmente no te gusta.
- No, ni un poco.
- Pero sin embargo trabajas para la productora más famosa del país, para el programa más famosa del país ¿Cómo es?
- En realidad... Trabajo para el programa más famoso pero eso no me dá fama, así que estoy muy tranquila.
- Qué buena chica encontraste, eh.- sonrió y miró a Peter.- Me parece que nos vamos a entender muy bien.
..........................

A la hora de salir del restaurante la cosa estuvo más difícil. Ricardo si respondía preguntas. Aunque lo que dijo, estuvo bastante bien "Ella es amiga de amigos de Peter. Se encontraron en la misma fiesta y entonces salieron las fotos. Yo vi las fotos y me pareció que tenía apititudes para entrar en mi compañía, así que le pedí a Peter que la convenciera para que viniera. Finalmente hoy tuvimos una reunión, para hablar de negocios. Nada más." mintió, mientras Mariana y Peter esperaban detrás de su espalda, bastante separados.

- ¿Y las fotos en que se estaban besando?
- ¿Por qué es tan importante saber si Peter está saliendo con alguien?- consultó divertido.
- ¿Por qué es tan importante mantenerlo en secreto?- retrucó la periodista, era bastante inteligente.
- Y... digamos que si estuvieran juntos, sería bastante fuerte para ella, que no tiene fama ni nada, estar expuesta a toda ésta presión por parte de los medios de comunicación ¿No? Considero un atropello todo lo que se le ha hecho, todo el acoso al que se la expuso. Toda ésta presión hizo que yo perdiera la chance de tener una gran belleza en mis filas.- confesó.
- ¿Entonces no aceptó?
- No. Le pareció demasiada exposición para su gusto. Es una chica muy perfil bajo, por si no lo notaron. - sonrió y la miró. Ella movía el pie nerviosa, ya quería irse.
- ¿No es más fácil que salgan a declarar que no están juntos, en lugar de no declarar, Ricardo? - consultó el de micrófono rosa.
- Eso es asunto de ellos. Yo solo soy el agente de Peter, no controlo su exposición y sus declaraciones. En eso tiene total libertad. Yo manejo su trabajo, no su vida.
- Peter ¿Están juntos?- él la miró a ella.
- No, no estamos juntos. Nos llevamos bien, nada más.
- Sin embargo ella ayer dijo que era una fan tuya, nada más. ¿Qué respondes a las contradicciones que se plantean en las declaraciones?
- No hay contradicciones. Ella dijo que admira mi trabajo por la edad y el número de campañas que tengo... Nos empezamos a llevar bien, pero no hay nada más allá de una relación de amistad.- puso una mano en su espalda y la obligó a avanzar a su lado.
- ¿Y las fotos de los besos, Peter? Los amigos no se besan.
- No entiendo porque esa insistencia en relacionarme con alguien, yo estoy bien así. Hace un tiempo también me relacionaron con Rocío, antes con otra amiga. Solo soy un adolescente de diecisiete años que se quiere divertir... que salga con una chica linda no significa que esté de novio con alguien. - abrió la puerta del auto para entrar.- Eso es todo lo que tengo para decir. Estoy bien como estoy.- subió al auto, se puso el cinturón de seguridad y aceleró.

Llegaron a la casa en silencio. Ella se puso ropa más cómoda y se ubicó en el sillón.

- Te das cuenta de que no vamos a poder mantener ésto en secreto por mucho tiempo más ¿No? - lo mira mientras se recoge el pelo en un rodete.
- Si ya sé. Estaba pensando exactamente en lo mismo. Después del viaje todo va a ser obvio.
- Y si les decís que estás conmigo ¿Se van a calmar?
- No sé, pero que no van a estar todo el día amontonados en tu puerta te lo aseguro. - dejó que apoyara su cuerpo en el suyo.
- Entonces... así va a ser mejor ¿No?
- ¿Qué, me estás diciendo que lo diga?
- Después del viaje a Israel, si querés...- lo mira, encogiéndose de hombros.
- ¿Estás segura?
- Sí ¿Vos no?
- No, yo que sé. Digo, las cosas van a cambiar.
- Entonces va a ser una prueba más para ver si realmente estamos hechos para estar juntos. Te amo.
- Y yo a vos.

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miércoles, 12 de septiembre de 2012

CAPITULO 54.




No quiso entrar a clases por el resto del día, se queda allí. Para cuando se aclaró, hace media hora que había sonado el último timbre. Salió y cuando pasó por la cafetería, vio a Peter sentado en una mesa, con Pablo y Victorio. Se lo veía evidentemente desanimado, jugaba con sus dedos y cada unos minutos revolvía el café que estaba tomando.

- ¿Alguno de ustedes tiene mi mochila?- su voz estaba tan congestionada. Victorio y Pablo levantaron la cabeza, pero Pedro en cambio, fijó sus ojos aun más en el suelo.
- Si, yo.- Vico te la pasó.
- Me voy... después te llamo para ver como te fue, Poli. Ahora estoy un poco cansada.- él le sonrió. Estaba bronceado.- ¿M-Me acompañas, Peter? - él levantó la cabeza para mirarla, y asintió. Agarró la mochila del suelo y la siguió al pasillo. Entrelazó sus dedos con los suyos, y él te apretó fuerte, no te quería soltar. Lo miraste, te miró. Te frenaste, y juntaste tu boca con la suya, con desesperación, con ansiedad, con dolor. Él respondió de la misma forma, parecía que ese día, se sentían más igual que nunca. Y ya estaba llorando otra vez. - Yo nunca hice nada para mercerte y...
- No, no digas eso, por favor, no digas eso.- apretó sus ojos fuerte, sostuvo sus manos en sus mejillas.
- No te quiero perder Peter.- confiesa lo obvio.- Y si tengo que pelear para que no te vayas de al lado mío, entonces lo voy a hacer. - Abrió los ojos y la miró.- Pero necesito que me ayudes, necesito que... que si sentís cosas por ella me lo digas para que yo pueda pelear más fuerte...- entonces explotó en llanto.
- Te amo, perdonáme, perdonáme.- la apretó fuerte contra su pecho. Tan fuerte que la lastimaba, pero a ella no le importó.- Vos no te mereces ésto, perdonáme.- insistió.- Soy un cobarde, no te tendría que hacer pasar por ésto, no te tendría que pedir ésto... perdonáme.
- Te perdono, y vos me perdonás a mí por haberme ido, por haberte dejado solo.
- Te prometo, te prometo que te voy a decir todo, todo lo que sienta, todo lo que se me pase por la cabeza, te lo prometo, te lo juro.- clavó sus ojos en los suyos. Y ella asintió.
- Te amo con todo mi corazón, Peter.
- Yo también te amo, te amo.- dejó dos besos en su boca.
- Vámonos a casa, me quiero ir a casa, Peter.- obvió.
- Vamos, vámonos. Benja se llevó mi auto ¿Qué hacemos?
- Un taxi... llamemos a un taxi.- dejó un beso en su boca y él sonrió. Sabían que para subir a un taxi, debían salir a la calle en donde estaban todas las camionetas de prensa. - Pero no hablemos, no digamos nada, ni que sí, ni que no, nada ¿Si?- él asintió con una sonrisa, se secó la cara y marcó el número del taxi.

Esperaron a que el taxi estuviera en la puerta. Se miraron, respirando hondo para atravesar la corriente. Abrieron el portón y recién entonces empezaron a salir los periodistas de las camionetas; ella se apresuó a caminar rápido y subió al taxi sin ningún impedimento. A Peter se le pusieron dos periodistas frente a la puerta. ¿Las imágenes valen más que mil palabras? preguntó uno y él la miró. Permiso, déjenme pasar - respondió, metió el brazo por entre los dos, abrió la puerta y entró. Ella ya le había indicado la dirección al taxista, que arrancó.

Los dos fueron en silencio las cinco cuadras de viaje; Peter pagó, bajaron en la puerta del edificio y para cuando el primer periodista los alcanzó, ellos ya estaban adentro.

- Tienen razón ¿No?- lo miró en el ascensor.
- ¿De qué?
- "Las imágenes valen más que mil palabras".
- Supongo que si... Lo importante es que la realidad de todo ésto siempre va a quedar entre nosotros... Ellos solo pueden decir que estamos juntos, no pueden saber como nos sentimos, ni lo que pasa cada día.- le sonrió y ella le devolvió la sonrisa. Llegaron al piso.
- ¿Te molesta si dormimos un rato? Estoy un poco cansada.- dejó las llaves arriba de la mesa, la mochila en el sillón.
- Ahora, nada que incluya que estemos los dos juntos me molesta... nunca me molestó, pero hoy menos.- sonrió estirándole la mano, y se fueron a la habitación.
................
- Lali...
- ¿Qué?
- Son las diez de la noche, dormimos mucho...
- Sigo teniendo sueño...- tanteó en busca de su remera, la encontró y la sinchó para que el volviera a acomodarse contra su cuerpo.
- ¿Me quedo a dormir?
- ¿Me despertaste para preguntarte si te podés quedar?- lo mira mal.
- No, digo por mañana... cuando salgamos vamos a tener a las camionetas.
- Mañana no vamos al colegio y listo.- obvió.
- Tenemos el almuerzo con Ricardo a las 2.
- Y bueno, salimos a esa hora. Ya estamos re quemados Peter. - recordó.
- Tenés razón.- bostezó.
- Me voy a cambiar que me hace mal dormir así. Dale, sacáte la remera.- solicitó, él levantó las cejas.- ¡Dale! Quiero dormir con tu remera.- él se rió y se sacó la remera. Ella se sacó la suya, se puso la otra, y luego se deshizo del pantalón. Mientras tanto él se sacó sus jeans y quedó solo en boxer. - ¿No tenés frío?
- Al lado tuyo, imposible.- obvió y ella se rió.
- Gordo...
- ¿Qué?
- Tengo hambre.
- ¿Y qué querés que yo le haga?
- Ah, dale...- lo zarandea.
- Bueeeno, ¿Qué cocino?- quiso saber.
- Tallarines, hay en el estante.
- ¿Y qué más? ¿Tallarines solos?
- Hay salsa en el freezer.- avisa.
- Algún día te voy a cobrar todo ésto.- señaló levantándose.
- Si, si. Dale, más rápido que para algo te pago. - palmeó y él se rió.
- Vos no me pagas, me tenés esclavizado.- la miró mal y cruzó la puerta al living.
- Y sigo esclavo de tus besos.- le cantó y sintió su risa. En esos momentos eran en los que Mariana sentía que nada podía salir mal: cuando escuchaba su risa.

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sábado, 8 de septiembre de 2012

CAPITULO 53.



Peter fue a ducharse y ella se quedó un rato recostada en el sillón y comiendo lo de la bandeja. Después fue al cuarto y arriba de la cama estaba la mochila de Peter. Su agenda sobresalía, así que la abrió, con intención de dejarle un mensaje.

7 de junio: Cumple de mi amor (L) Viaje a Israel.

- ¿Qué hacés? - salió del baño envuelto en una toalla.
- No me dijiste...- levantó los ojos.
- No quería que te pusieras mal.- se sentó a su lado. - No sé si voy a ir.
- ¿Cómo no vas a ir? Es trabajo, Peter.- obvió.
- Pero es tu cumple. No quiero pasarla lejos el día de tu cumple. - obvió.- Bastante me cuesta estar lejos de vos un día cualquiera, más me va a costar ese día. Pero... te dije que tenía una noticia sobre eso ¿No?
- Si.
- Bueno... en realidad o sea, no es que tenía que confirmar nada ni nada, solo que no sabía como decírtelo para que no pensaras que soy re egoísta.
- ¿Qué?
- Yo le planteé a Ricardo ésto de que es tu cumple en medio del viaje... es que dura cinco días.
- ¿Cinco?- lo miró todavía más triste.
- Si. Es que tengo una campaña con Bar Rafaeli, y después otra con Huda Naccache.
- Dos modelos re diosas ¿No?
- Si, algo así. Bueno, y lo que me dijo Ricardo fue que... - suspiró, como si fuera a decir algo muy difícil.- Que si vos querías... que te podía llevar.
- ¿Eh?
- Eso. Que si querés podés ir conmigo a Israel.
- Jodéme.- lo miró sorprendida.- No entiendo ¿En dónde está tu egoísmo?
- Digo por los chicos... capaz que querías pasarla con ellos, y eso. - se mordió el labio.- Decíme si no querés.
- A ver. Vos me estás invitando a viajar de arriba a Israel... ¿Y te pensás que yo te voy a decir que no?
- ¿Qué me vas a decir que si?
- ¡Obvio! Re quiero ir, me encanta la idea. No conocí Israel todavía, me parece un país fascinante.
- ¿Enserio querés ir?- sonrió.
- Claro. Irme de viaje con mi novio para mi cumpleaños... no parece que exista un plan mejor.
- Es que hay un problema, en todo ésto. La prensa, Lali. Si vos vas conmigo se van a enterar. - ella suspiró.
- No digamos nada... dejemos que digan lo que quieran, pero no digamos nada ¿Si?
- Okay.- asintió.- Entonces voy a llamar a Ricardo para decirle y ver que onda.
- Dale. Yo voy a comer porque tengo hambre. - dejó un beso en su boca.- Te amo, Peter.- sonrió.
- ¡Yo también!- le gritó porque ya salía del cuarto.

- Hola...- le sonrió Benjamín entrando.
- ¿Cómo andas?- le sonrió.
- Mal humorado por mi auto que no se decide a funcionar bien... Y cansado porque vengo de taekwondo.
- ¿Clase un domingo?
- Tengo una competencia la semana que viene y tenemos entrenamientos extra.- explicó.- ¿Y Peter?
- Hablando con Ricardo en el cuarto.
- Tremendo lío con lo de las cámaras ¿No?
- Si. Igual no era de eso que hablaban, es de un viaje que tiene que hacer.
- ¿Cómo te la bancas? Yo si Benjamín se fuera más de dos días me muero.- y dejó un beso en la mejilla de su ¿novio?
- Si, la verdad no sé como hago.
- Bueno, listo. Dice que tenés que llevarle los documentos para que te reserve el pasaje, y que si o si te quiere conocer antes de viajar.- levantó la cabeza porque se estaba prendiendo el jean y vio la presencia de sus amigos.- ¿Cómo andás macho? - chocaron las manos.
- ¿De qué estabas hablando?- a Eugenia no se le escapaba nada. Él miró a su novia, que asintió.
- Lali va a viajar conmigo a Israel en dos semanas.
- Ajám... Digamos cerca del siete de junio ¿No?- se cruzó de brazos y lo miró con cara de fastidio.
- Eh... si.
- Sos re egoísta, Peter.
- Ey, no le eches la culpa a él. Yo también quise ir.
- Bueno, entonces los dos son un par de egoístas. Claro, para que Peter pueda estar el día de tu cumpleaños vas a dejarnos acá al resto ¿No? - la escena de Eugenia enojada, con la boca media llena de una tostada con manteca no imponía mucho miedo.
- Pablo se fue a Brasil para tu cumpleaños y a él no le dijiste nada.- Peter se puso el buzo y se sentó, dejando que Lali apoyara su espalda en su torso. Euge estaba en una posición parecida a la suya.
- No estamos hablando de Pablo, estamos hablando de vos. Aparte Pablo se fue el viernes y llega hoy, son tres días. ¿Vos cuánto vas a estar allá?
- Cinco días, el tercero es el de su cumpleaños. Bueno Euge, no sé, manejáte. Lali se va a ir conmigo, si fuera tu cumpleaños y Benjamín se fuera de viaje también irías con él.- ella lo miró enojada.
- Tenés razón, me mataste.- bufó molesta.- Bueno, pero te vas a tener que hacer cargo de llevarte todos nuestros regalos, sino se los vamos a dar re atrasado.
- Trato hecho.- se dieron un apretón de manos.
- Son tan tarados...- Mariana y Benjamín al mismo tiempo.
- El martes reservátelo. Tenemos que ir a comer con Ricardo.
- ¿Éste martes?
- Y si, el otro ya estamos en el viaje.
- Pero me da verguenza conocerlo, no sé, es tan importante.
- Es una persona como cualquier otra y te quiere conocer. Dice que le intriga saber que es lo que tenés que en tres meses hiciste que quisiera renunciar, que saliera a dar declaraciones en televisión y que pasara mal en el viaje.
- Okay.- suspira.- El martes.

El lunes no fue del todo complicado salir. Eugenia y Mariana se fueron en auto con Benjamín, y todos los autos salieron atrás como una ola. Peter salió solo y nadie lo vió. Llegaron al colegio sobre hora, y entró en la clase de Literatura.

- Hola... yo soy su nueva profesora y voy a ser la suplente de Literatura.- una morocha de ojos claros, muy jóven, estaba al frente de la clase.- Vamos a empezar el programa desde 0 porque yo tengo un método bastante diferente al de su anterior profesora, pero prometo que vamos a estar al día rápidamente y que voy a intentar hacer la clase lo más entretenida posible.- sonrió.- Vamos a copiar el programa entonces, para que vayan consiguiendo los libros.- se dio vuelta y empezó a escribir en la pizarra.

Los hombres de la clase estaban que chorreaban baba. Eugenia estaba que escupía espuma de la rabia que tenía, Benjamín no era ni disimulado. Miró a Peter y tenía los ojos fijos en la cuadernola.

- ¿No la vas a mirar? - lo pechó despacito con el hombro y se rió. Había decidido ir a clase a pesar de el certificado médico, sino estaría demasiado aburrida.
- No.- así, a secas.
- Bueno...- revoleó los ojos, parecía que estaba de mal humor. Copió el programa y luego se dispuso a esperar, la profesora repartía hojas para hacer un trabajo. Llegó a ellos y sonrió.
- Hola Lanzani, un gusto volver a verte.- le dió la hoja. Se rió, y siguió.
- ¿De dónde la conocés?- le susurró muy intrigada, él leía la hoja.
- No importa.
- ¿Qué te pasa?
- Después te cuento.- solicitó, y por las siguientes dos horas continuó con aquélla actitud extraña. Tocó el timbre y fue uno de los primeros en salir, pero eso no era raro; a los hombres del team las clases se le hacían más pesadas de lo normal.

Salió al pasillo comiendo una barrita de chocolate que tenía en la mochila; vio a Peter hablando con la profesora nueva. Esperó allí parada, él la vió, se despidió de la mujer yle pasó el brazo por los hombros.

- Prometéme que me vas a escuchar.- solicitó mientras la llevaba camino a la zona más desierta del colegio, donde estaban los salones de arte.
- Si ¿Qué pasa?- lo mira.
- La profe nueva...- suspiró.
- Ah, si. Te iba a preguntar ¿De dónde la conocés?
- Es Belén.
- ¿Eh? - lo mira y se ríe. Él la miró serio.- P-pará ¿Belén? ¿Belén tu ex - novia? - él asintió y ella dejó de caminar.
- No sé que onda, le asignaron éste colegio. - tragó.- ¿No me vas a decir nada?
- Es hermosa.- lo mira angustiada, él suspira.
- ¿Eso me vas a decir?- habló alfigido. Evidentemente, el tema de su baja autoestima lo afectaba. Se encogió de hombros. Se mordió el labio y la abrazó.
- No me gusta que esté acá.- confiesa ella.
- A mí tampoco.- la abrazó más fuerte.- Yo sé que es difícil que te pida ésto ahora por todo lo que está pasando, pero por favor no te separes ni un minuto de mí, me dá miedo.
- ¿Tenés miedo a que te vuelvan a pasar cosas con ella?- lo mira. La voz le temblaba, aunque hacía lo posible para que no.
- No, no, no.- negó.- No es eso es que... si, es eso.- y se le mojaron los ojos, cayó una lágrima.
- Yo no puedo pelear contra ella, Peter.- niega.- Y más todo un año... yo no puedo. - él se secó los ojos, pero seguían cayendo lágrimas.
- Abrazáme, abrazáme fuerte.- pidió y ella obedeció, como a todos sus mandatos.- No me dejes, por favor.- apretó los ojos muy fuerte para no llorar. Lo aprieta más fuerte a él, como intentando hacerlo una parte de si misma. Respiró hondo.
- No te voy a dejar.- lo mira. Él pudo percibir, por su mirada, que había algo más, que quería llorar.- Perdonáme... pero quiero estar sola, Peter.
- No me pidas eso, por favor.- solicitó.
- Dejáme sola, Peter. Dejáme sola.- se dio media vuelta y caminó hasta el primer salón, para poder quedarse sola. 

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