CAPITULO 102.

Son 5 parejas cuando Mariana se va. Se quiere morir de haber estado a medio paso de las semifinales, pero está feliz. Agradezco la oportunidad que estuve de estar acá, todo lo que aprendí, el apoyo, los consejos y haber estado tan cerca de conseguir el sueño me pone muy feliz. Se despidió así. Su ser escueto no había cambiado. 

Mariana se quiere morir aquélla mañana de Noviembre. Sale de una prueba y tiene que caminar hasta una avenida porque están arreglando toda su calle, que consta de 10 cuadras, y algunas calles perpendiculares a esta. 
Está esperando el remis que la llevará al lugar de ensayo para la obra cuando se le da por mirar al puesto de revistas en la esquina. 
En los últimos dos meses y medio, Mariana evita hacer eso para no encontrarse con declaraciones desagradables. Ese día, no.
“Peter Lanzani y su nueva novia”  lee el titular y se le detiene el corazón. Mira la foto. Es una con Belén. Se le humedecen los ojos. Una cosa era odiarlo y otra es enterarse de que ya no es suyo, que es de otra. Otra con la que supuestamente, jamás sentiría la mitad que con ella misma.
Se sube al remis y va al ensayo. Pasa todo el día metida en el teatro, con esa horrible sensación de angustia en el pecho. No puede concentrarse, pensando en como habrá resurgido el amor entre ellos... o si en realidad, siempre hubo amor y Pedro le había mentido.
Se sube al taxi que la va a llevar a casa sintiéndose horrible. Peor se siente cuando el taxi agarra por otro lado y la deja enfrente a la calle de su ex novio. Llueve y no tiene paraguas.

- Lluvia en pleno Noviembre.- se queja cuando baja. Camina lo más rápido que puede para no mojarse pero es muy ¿desgraciada? Resbala y cae de espaldas al suelo en un golpe seco.
Se queda allí unos instantes, mirando como son las gotas de lluvia vistas desde abajo. Cuando se va a levantar, siente como dos manos la ayudan a ponerse de pie.

- ¿Estás bien? - Peter y su sonrisa. ¿Cómo podía sonreír?
- Si.- se toca la nuca porque le duele. Saca la mano manchada de rojo. 
- ¡Te sale sangre!- se impresiona mucho.- Veni, vamos, te ayudo.
- No, estoy bien...
- Estás empapada y sangrando, dale.- La agarra entre sus brazos y la mete en la casa. 
- Estoy bien, puedo caminar.- se baja fastidiada, la casa está a oscuras.
- Hay apagón. Veni, vamos a arriba que tengo una linterna.- le toma la mano, le da electricidad.
Suben las escaleras y van al cuarto. Pedro agarra la linterna, va a buscar hielo, toallas y vuelve. Se quedan en silencio. Lali puede ver, a pesar del oscuro, que sus fotos ya no rebosan las paredes.

- ¿Estás bien?
- Felicidades, me enteré de tu nuevo noviazgo.- se le escapa.
- No estoy con Belén.
- ¿No?- el corazón le martilla contra el pecho.
- No. Lo tuve que hacer... Me amenazó. 
- ¿Con qué?
- Primero con mandarme a exámen... No me importó, total, quedé libre. Pero después...- suspiró.- Me dijo que te iba a mandar a vos si no hacía un artículo de prensa.
- ¿A mí?
- Si. Y accedí, sé que es importante para vos.
- ¿No estás con Belén?
- No.
- No te creo.- se encoge de hombros.
- Da igual. Estaba esperando verte, tenemos que hablar.
- ¿De qué?
- De porque hice absolutamente todo lo que hice.
- ¿Todo?
- Si.
- No me interesa saber.- sin embargo, se queda en la misma posición. 
- Cuando lo sepas, si te va a interesar. Escucháme, por favor. Y después, si querés, te vas.
- Okay.
- Primero te pido que seas fuerte, que no enloquezcas.- suspiró.- Yo... todo lo que hice fue por plata. Me pagaron bien, demasiado, por cada entrevista.
- ¿Plata?- lo miró decepcionada.
- Si. Necesitaba plata porque...- resopló y se apretó la cabeza.- Tendría que haber pensado como decirte esto... 
- ¿Querés que te dé tiempo para pensaren una excusa? - se cruza de brazos.
- Lali, mi madre está enferma. 
- ¿Qué?
- Eso. Necesitaba plata para su tratamiento.- lo soltó sin más.
- ¿Co-Cómo que enferma? ¿Qué? ¿Cómo que enferma? ¿Qué tiene Luz? ¿Qué le pasa, va a estar bien?
- Pará.- pidió.- Voy a responder todas tus preguntas pero una a la vez. Luz tiene leucemia crónica.
- ¿Leucemia?
- Si. La tiene hace casi cuatro años. Sus tratamientos eran muy caros, y mi padre la dejó en cuanto supo. Por eso fue todo, La. Por eso estoy tan furioso con él, por dejarla en cuanto más lo necesitó.
- No puede ser.
- … Es. Venía bastante bien con la enfermedad hasta hace unos meses, cuando empeoró todo. Los tratamientos de quimioterapia eran muy caros y no podía pagarlos. Hablé con Ricardo para buscar más campañas, pero me dijo que ya tenía el 100 % del mercado acaparado... que si quería un buen ingreso, tenía que hacer prensa amarilla... Que él me iba a bancar. 
- Ay, no. No puede ser.- se le llenaron los ojos de lágrimas.
- Lo único de lo que podía hacer prensa, eras vos. Quise agarrarme de lo que sea, cualquier otra cosa, te lo juro. Pero cualquier cosa que yo hiciera, te iba a lastimar. Así que pensé que si hacía prensa directamente con vos, te iba a alejar de todo esto. Estaba buscando la forma de dejarte cuando pasó lo de Gastón.  Solo hiciste las cosas más fáciles con eso. Nunca te quise dejar, La. Nunca te habría dejado.- confiesa.
- ¿Por qué ahora? - lo mira llorando.- ¿Por qué me lo decís ahora?
- Porque ya no hay nada que hacer, no puedo hacer nada. Los tratamientos más fuertes no funcionan con Luz y... le dieron un mes si no consigue un transplante de médula ósea.
- No... No ¡No! ¡No se joda con esas cosas, Peter!- le golpea el hombro.- Decime que es una joda ¡Decímelo ¡Luz no se va a morir, no se puede morir!
- Ojalá fuera joda.
- No, no, no... Por favor, decime que no.- llora y lo empuja por los brazos.- No, Luz no, por favor.- se tapa la cara, le escurre el dolor por entre los dedos. Le duele mucho la cabeza, pero no le importa.- ¿¡Por qué no me pediste ayuda?! ¡Sabés que tengo plata, ahorros! ¡No tenías que hacer ésto! ¿¡Por qué?! 
- No quería que lo supieras, sabía que te podías poner mal, y yo... 
- ¿Me estás jodiendo Peter? ¿Cómo no me lo vas a decir? ¡Sabías que te podía ayudar! ¡Orgulloso de mierda, egoísta! ¡Pensaste en tu orgullo y no en salvar a tu madre, imbécil! ¡No pensaste en ella, y mucho menos pensaste en nosotros! ¡Éramos una pareja Peter, y yo te podía ayudar!
-¡No quería meterte en todo esto Lali!- gritó tan fuerte que la hizo callar. - ¡No quería verte así, no quería!

- ¡Ahora ya estoy así! ¿¡No me ves?! ¡Sos una mierda, no me pediste ayuda infeliz!

- Lali, calmáte.

- ¡No me puedo calmar! ¡Me estás diciendo que una de las personas que más quiero en la vida se está por morir! ¡Y me lo decís cuando ya no se puede hacer nada!- se para, camina por el cuarto y se sienta en la cama.- No puede ser, no puede ser... - llora con mucha angustia.

- Lali... 

- No me toques. Te odio, no me toques. Nunca en la vida te voy a perdonar que no me hayas pedido ayuda.- se corre. Siente el ruido de la puerta principal cerrarse.

- Es mi madre que...- no le da tiempo a decir nada y sale corriendo. Baja las escaleras y la ve. No tiene pelo, pero no le importa.

- ¡Luz!- le grita llorando y la abraza con tanta fuerza que casi la tira. La extrañó muchísimo.- Decime que no es verdad, por favor, deci que es mentira...- llora mientras la aprieta fuerte. 

- Sh... tranquila, va a estar todo bien, chiquita...- la rodea con sus brazos y le acaricia el pelo.

- Por favor, no te podés morir, no te vayas, por favor.- le pide. 

- Lali, calmáte...- le dice con voz dulce, mientras la lleva a sentarse en el sillón.- Peter, prendé unas velas por favor. 

- Es que no puede ser Luz, vos no por favor...- llora histérica.

- Lali, vas a estar bien.- dijo con una conmovedora certeza. Mariana se abraza a sus piernas y llora, como una niña de 10 años, hasta quedarse dormida. 

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Lo piden lo tienen. No vale incendiarme la casa.

- Querés "Promesa Rota I" y/o "Promesa Rota II"? Mandáme un e-mail a CamilaAmaral95@hotmail.com y te lo mando. 

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