CAPITULO 70.

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Peter se tira en la cama y mira el techo blanco. Era la única parte del cuarto en blanco, todo el resto era azul. Se pone de costado y mira el mural que ella misma le había hecho hace tres días. Mirá la foto de su sonrisa y sonríe, con tristeza. Porque en el fondo, aunque su orgullo no lo permite, escucha la vocecita que le dice que se está equivocando. 
Vuelve a mirar la foto y se muerde el labio. Parece que estuviera puesta allí a propósito, resaltando entre las demás, como para que la recuerde. Pero sabe que ella no es así, que ni siquiera le gustan las fotos y que, desaparecieron un par de fotos de ellas del día en que hizo el mural. Pero no dijo nada, no. Porque la ama. 
Qué tarado se siente. Se recuerda a si mismo pidiendo confianza ¿Por qué pedir algo que el no daba? Porque lo que había hecho era desconfiar de Mariana, desconfiar cuando no tenía motivos para hacerlo y cuando la única cosa que pedía era un poco de apoyo del maternal, femenino. 
Se toca el bolsillo para llamarla pero recuerda que no tiene el teléfono. En el fondo también sabe que su madre hace bien, porque él es tan ansioso que no es capaz de darle el tiempo que necesita. Y se promete que lo va a cambiar, que va a volver a ser el mismo tipo paciente y tranquilo de antes. Ese se reía más y se amargaba menos.
Baja rápido las escaleras cuando siente que la puerta principal se cierra. Espía por detrás de la cortina y ve a su madre que, después de ponerse un buzo por la fría noche, había salido a hablar por teléfono. Está claro que habla con ella, porque ve su mirada preocupada. 
Y quiere chusmear, por supuesto. Quiere escuchar y saber que es lo que está pasando. Se inclina para abrir la ventana pero se detiene a medio camino y retrocede. Si se promete a sí mismo ser paciente, no va a hacer lo contrario. Es como hacerse trampa en el solitario. Se sienta en el sillón y medita con las manos detrás de la cabeza, hasta que su madre vuelve a entrar. 

- Lali va a venir a quedarse.- anuncia.- Pero va a dormir conmigo. Necesita pensar y no se siente estable en su casa.
- … Está bien. Ya me di cuenta de que hice las cosas mal, mamá. Voy a hablar con ella y va a estar todo bien. 
- Hoy no Peter. Dejála descansar ¿Si? Y mañana hablan. 
- Okay. Voy a tener que esperar otro día. Mañana tiene colegio y ensayo. 
- Le dieron unos días más de descanso en el trabajo. Para que la suplente cierre el mes. 
- Ah, no me dijo nada.
-No la dejaste.
- No me mortifiques... Ya sé que hice mal, que la tendría que haber escuchado. Es que no sé que me pasa últimamente. Siento que se me fue la paciencia, veo que a Lali le pasa algo y me desespera. Quería que me dijera porque lloraba para saber a quien ir a matar, má. Sé que di a entender cosas que no eran.
- Que bueno que lo hayas pensado... ¿Qué te está pasando, Pitt?
- No sé. Me pasaron muchas cosas últimamente y me siento presionado por todos lados. Yo no te lo dije, pero Belén tiene SIDA hace cinco años... creí que me había contagiado y que había contagiado a Lali.- Luz se acomodó, tocándose el pecho.- No te preocupes, nos hicimos unos estudios y no tenemos nada. Por otro lado el juicio, la gira que se me viene, el colegio... A veces siento que Lali no va a soportar todo esto y se va a ir, má. 
- Esa desconfianza la heredaste de mí.- se mordió el labio y le pasó una mano por el pelo.- ¿Confías en mí, hijo?
- A ciegas.
- Entonces escucháme. Si no la lastimás, Lali no te va a dejar nunca. Porque está enamorada de vos, eso incluye virtudes y defectos. 
- Ya sé...- se le humedecen los ojos. Se hace bollito con la cabeza en el pecho de su mamá. A veces le gusta volver a ser chico por un rato.

Se escucha el golpe de la puerta y los dos se miran. Peter se para y sube al cuarto: primero para darles su tiempo, segundo porque quiere deprimirse pero en soledad. Cuando está terminando de subir las escaleras, siente la voz aconjonada de Lali, baja rápido porque quiere abrazarla. Cuando llega a los últimos escalones ellas ya se metieron en la cocina y se arrepiente. Paciencia, Peter. 


- No te preocupes. Podés quedarte cuanto quieras, sabés que sos bienvenida.
- ¿Y Peter?
- Está en su cuarto. No te preocupes, él ya reflexionó sobre todo lo que pasó y va a escucharte cuando vos quieras hablar. 
- Gracias, Luz. Sos una genia.  
- ¿Qué preparo de comer? - quiso saber.
- No te preocupes. Comí en lo de Cristóbal, antes de que llegara Salvador. 
- Bueno, pero cualquier cosa si te agarra hambre hay jamón, queso y pan para hacerte sándwiches. 
- Gracias. 
- No agradezcas tanto. Uno recibe aquéllo para lo que se hace digno. 
…. 
Mariana bajó las escaleras despacito. Descalza y con el pelo desacomodado. Se adentra en la cocina, busca un vaso y lo llena de agua hasta el tope. Se siente deshidratada. 
Se sentó en la mesa y dibujo formas imaginarias en el mantel violeta. Luego apoya la cabeza en su propio brazo y suspira. Siente a sus espaldas como alguien abre la heladera, al no encontrar lo que busca se gira y te ve. Pasa por tu lado, agarra un vaso y se sirve de la jarra que habías dejado sobre la mesa. Se lo toma en silencio. 

- ¿Querés más? - él ofrece rellenar tu vaso.
- No, gracias.- se sienta en la silla de enfrente y la mira. La mesa era mediana y estaban cerca.- Perdón Lali, ya sé que me mandé una cagada tras otra. 
- Ya no quiero ésto Peter, te juro que me cansé de pelear. Lo único que necesitaba era que me dieras un abrazo.
- Creéme que cuando entendí lo que me estaba pasando te quise abrazar... pero Luz dijo que necesitabas tiempo y te lo quise dar.  
- Siento que sos diferente, Pitt. No sé, antes eras super paciente y me escuchabas todo lo que decía, y ahora... no sé. No sos el mismo pibe del que me enamoré y no sé si quiero seguir con esto porque me hace mal. 
- Sé que no fui el mismo en este último tiempo... Sé que cambié, pero me di cuenta y voy a volver a ser el de antes ¿Sabés? Te juro que va a ser todo como antes lo más rápido que pueda, pero no termines ésto porque me matás. - ella lo mira, lo mira. Él mantiene los ojos en sus manos, incapaz de mirarla a la cara, avergonzado de sus acciones. 
- ¿Estás seguro? Porque ahora no estoy para dramas, Pitt. 
- Estoy seguro. Te juro que por vos cambio... ¿Querés hablar de lo que pasó? ¿De tu hermano... y eso? 
- Bueno... 
- Te escucho.
- Cuando... uff. El otro día me llamó Cristóbal ¿Te acordás? … Me pidió que nos viéramos porque se enteró de que mi padre estaba acá. Y necesitábamos solucionar cosas.
- Sí, ¿Qué?
- En el hospital, Cristóbal me dijo que tenía el mismo apellido que yo... Me costó pero lo entendí todo. Yo soy la persona que más conoce a mi padre ¿Sabías? Sé todo sobre él, porque siempre me explicó todo. Y por eso me di cuenta cuando cambió... cuando empezó a ser más distante con nosotras. Él me dijo que había tenido una aventura con una arquitecta de la compañía y me destrozó. Mi viejo era mi ídolo, si había algo que admiraba de él es ese amor que tenía por la familia, y con lo que había hecho sentí que eso se rompía... que no pensaba en nosotras. Me pidió que me callara pero mi madre se dio cuenta... Empezaron a discutir y mi padre salió con más mujeres. No me lo dijo pero yo lo sabía. Entonces, mi madre le dijo que quería el divorcio... él se enloqueció, le dijo que iba a cambiar pero mamá no le creyó. Entonces la apretó fuerte de los brazos y le dijo que no se iba a ir. Ella se soltó y cuando yo me metí en el medio, él me dio un empujón que iba para ella. Caí arriba de una mesa de vidrio y me lastimé mucho. Lo que yo te dije de la cicatriz del hombro... no me caí en una siesta. Fue por eso. - suspiró.- Mi padre se dio cuenta de lo que había hecho, de lo que estaba haciendo cuando me vio desangrándome en el suelo. Y me juró que iba a cambiar. Pero en el fondo las cosas se hicieron diferentes... la casa siempre estaba en silencio, empezamos a evitar el cenar todos juntos y mi padre llegaba tarde a casa... quería creer que era por trabajo pero en el fondo sabía que seguía con mujeres. ¿Te acordás el día antes de ponernos de novios, que estaba muy mal? - él asintió.- Bueno. Fue porque había hablado con mi madre y me re había cortado el rostro... y en la voz me di cuenta de todo. De que pasaba mucho tiempo sola en casa porque mi padre no estaba... y no estoy segura, pero creo que le volvió a pegar ¿Me seguís?
- Si. ¿Qué tiene que ver Cristóbal en todo esto? 
- Bueno... Como te dije en el hospital, me dijo que teníamos el mismo apellido, que conocía a mi padre. Tardé pero me di cuenta... de que él era parte de una infidelidad de mi padre. Cristóbal tiene 29 años recién cumplidos y mis padres están casados hace 31. Mi hermano nació después y él nunca dijo nada... - le tiembla la voz y se silencia un segundo.- Como mi padre está acá quisimos aprovechar la oportunidad de aclarar todo. Lo que pasó hoy fue horrible.
- ¿Qué? ¿Qué pasó?

- Pá, necesito que me lleves a un lugar.
- Claro... ¿A dónde vamos, salida de padre e hija?
- No. Hay alguien a quien necesito que conozcas.- eso fue suficiente para que tu padre manejara el auto con sus indicaciones para llegar a la casa de puerta gris. Entraron sin golpear, era parte del plan. 
- Hola, Lali.- el medio rubio deja un beso en su mejilla. 
- Hola...- le sonríe Salvador. Es un tipo canchero.
- Papá... Él es Cristóbal.- él ni se inmuta.- Cristóbal Espósito.- obvio que le cambia la cara.
- ¿Qué?
- Lo sé todo, papá... ¿Cómo pudiste hacer una cosa así? 
- ¿Qué hiciste? -mira a Cristóbal.
- Le dije la verdad... El trato era no acercarme hasta los 18 y lo cumplí.- habían decidido mantener en secreto la parte de que, en realidad, todavía tenía 17 años al entrar en contacto. 
- Sos una bosta, papá.- y se le llenan los ojos de lágrimas.- ¿Cómo pudiste hacernos una cosa así? A mamá, a mí... a él. ¿Cómo me pudiste negar un hermano toda la vida?
- Vos no entendés. Yo no quería perder a tu mamá, la amaba demasiado.
- Y si la amabas ¿Por qué la cagaste? Cristóbal nació bastante después de que te hubieras casado. Sos una basura... 
- Lali, cometí un error.
- ¿Uno? ¿No te sirvió tener un hijo para darte cuenta de que no tenías que cagar más a mamá? ¿De qué hablás? La amás pero la cagaste con mil tipas.
- Es algo más fuerte que yo... Es una adicción, te prometo que no lo controlo. 
- Lo único que quería era que estuvieras acá para que no tuvieras la chance de negármelo... Cristóbal es una parte de mi familia ahora. Y todos lo van a saber... empezando por mamá.
- ¿Qué? No, Lali. Vos no podés hacerle eso a tu madre, la destrozarías...
- Me lo hiciste una vez... Me hiciste callarme, me hiciste mentirle a mi propia madre. Pero ya no, te juro que cambié … Yo la voy a destrozar pero le voy a ahorrar todos los destrozos que vos vas a hacer en su vida. No te mereces a una mina como ella... y ella no se merece todo lo que le hiciste. 

- ¿Se lo dijiste a tu mamá?
- Todavía no. No sé como decirle todo. Porque la cosa es que mi padre nunca desconoció a Cristóbal ¿Entendés? Hasta que yo nací, mi padre fingía viajes y pasaba días en su casa. Hasta los 10 años, Cris se acuerda de haberlo visto en la casa, de tenerlo como un padre normal que viajaba mucho, nada más. Cuando nací yo... cortó la relación y le pasó la pensión todos los meses. Cristóbal se enteró de que tenía una hermana cuando tenía 17  y su madre murió... fue algo así como su última confesión. Me buscó y cuando me encontró, mi padre lo vio. Le hizo firmar un papel... y a cambio le prometió pagarle toda la universidad. Cristóbal aceptó porque estaba solo con su hermano y sabía que era de ayuda... Siempre me veía pero de lejos y por eso yo nunca lo vi. Perdió el contacto cuando me fui a Inglaterra y me volvió a encontrar cuando entré al hospital por el accidente con el caño. - él respiró profundo y soltó todo el aire por la boca.- ¿Qué pensás?
- Mucho... Pienso que tu viejo es una mierda.- levantó los ojos y la mira, dolido.- Pienso que soy un gil. Yo me porté como un idiota mientras todo esto estaba pasándote... Soy un estúpido. - ella se quedó en silencio. En el fondo sentía que así se había portado: como un estúpido.-  ¿Qué tiene que ver mi madre en ésto? No entiendo porque no me lo contaste, La.
- … Cuando vos te fuiste a España, que yo vine a comer acá un día... Luz preguntó por mi mamá y se dio cuenta de que pasaba algo... Le conté todo, lo de los golpes, lo de las amantes... Cuando Cristóbal me llamó, también se lo conté, cuando vos te dormiste. Sentí que me iba a hacer bien no tener que contar toda la historia, porque ella sabía casi todo.- incluso en la oscuridad de la cocina, puede ver como se muerde el labio. 
- ¿Cuándo se lo vas a decir a tu mamá? 
- Mañana... Pero necesito que me acompañes, que estés ahí porque las cosas se van a descontrolar un poco ¿Podés?
- Si.- responde de inmediato.- Si, si. 
- ¿Sabés que es lo peor de todo?
- ¿Qué, que soy un estúpido?
- No. Que tengo un sobrino también... y todavía no lo conozco.
- ¿Cristóbal tiene un hijo?
- Si. Ahora lo está criando solo porque se peleó fuerte con su mujer... por todo esto. Ella quería que él dejara las cosas como está porque no quería que se armara lío. Él le dijo que no lo iba a hacer, entonces Marina le dijo que se iba a ir por un tiempo. Mi sobrino se llama Angelo, tiene 7 meses. 
- Soy un idiota.- apretó los ojos fuertes. Se paró de la silla, se puso de cuclillas frente a ella y la abrazó por la cintura.- ¿Me perdonás? 
- No me falles así, Pitt. Te juro que me re decepcionó. Necesito tiempo. - él la miró con los ojos húmedos.- No... No estoy diciendo que terminamos, ni nada. Seguimos estando juntos solo que... Necesito más espacio, Peter. 
- Te doy lo que quieras, te doy lo que quieras. 

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