CAPITULO 13.

- Lali, estás en casa...- Emilia llegó de su trabajo, el sábado a la una y media de la madrugada, cargando con un portafolios enorme y muchas revistas, de diferentes marcas, entre brazos.

- Si...- ella comía un bowl de yogurt con cereales frutales.

- ¿Qué hacés acá sola?

- ¿Qué querés que haga?

- ¿Por qué no invitaste a alguna de las chicas? No sé, es sábado a la noche, se supone que hacen cosas divertidas los adolescentes ¿No?

- Si...

- ¿No querés llamar a tus amigas? Si querés las voy a buscar para que no vengan solas tarde, no me molesta que se queden...

- Ninguna está en su casa...

- ¿Ah, no?

- No, se fueron a un boliche. Todos se fueron.

- ¿Y vos por qué no vas?

- No tengo ganas...

- ¿Qué te pasó?

- ¿Por qué?

- Porque estás totalmente desalineada, Lali. Y vos siempre te querés divertir.

- No quiero ir porque va a estar Peter.

- ¿Y?

- Y es un mentiroso.

- ¿Por?

- Porque nunca me dijo que es un modelo e famoso.

- ¿Qué, vos no sabías?

- ¿Vos sí?

- Si, pensé que sabías.

- No. No sabía, y estoy molesta.

- ¿Por qué te molesta tanto que te mienta? ¿Hace la diferencia en su relación?

- No hay relación.

- Hay un derecho a roce. Que te lleve nueve años no quiere decir que no esté al tanto de los términos actuales, eh...

- Bueno, si... éramos algo pero ya no, no me gustan las mentiras. No me gusta exponerme, no quiero, quiero paz, tranquilidad.

- ¿Me estás jodiendo, Lali? ¿Vas a dejar de salir un sábado a la noche para no cruzarte con Pitt? ¿No te vas a divertir por un hombre? Que mal aprendida que estás... No ¿sabés qué? No tendría que decirlo así. Tu mayor a cargo soy yo, así que yo te ordeno arreglarte para salir a ese boliche.

- Es tarde ya, tía.

- ¿Tarde? ¡No son ni las dos de la mañana! Dale, andá a cambiarte que te llevo.- la empujó del sillón.

Se mete en el cuarto desganada, pero mientras busca ropa rápidamente, se empieza a sentir mejor. Vestido azul y el resto negro; medias de nylon, zapatos de taco y bolso http://modaellas.com/wp-content/VestidosMango2010_thumb.png. Una cadena dorada para darle un accesorio, se peina y el pelo quedó ondeado, como siempre. Se delinea los ojos, se pone brillo y un poco de rubor, está lista.

Su tía le halagó el vestuario mientras bajaban a velocidad hipersónica; subieron al auto mientras ella le daba instrucciones: le dio un poco de plata, le pidio que no tome mucho, que cualquier cosa le pidiera para que la fuera a buscar y que se encargara de disfrutar. Llega al boliche, entrega la entrada anticipada que sus amigos le habían dado días antes y entra.

El boliche era un bullicioso de gente; pero sin embargo supo donde encontrarlos. Rocío era cantante... Peter era un modelo, aunque le molestara. Los dos debían de cuidar sus movimientos y nada más reservado que un V.I.P.

Llega allí y enseguida se topa con Candela y Benjamín. Los saluda, deja el bolso en el guardarropa, toma un daikiri de durazno y enseguida se mete entre la gente para bailar; a eso venía, y eso quería hacer. Sonaba Only girl in the world de Rhianna, así que mueve su cadera al compás.

Rocío pasó por su lado y le sonrió, se puso a bailar con ella.

- Viniste...- una sonrisa de metro cuadrado se metió entre Rocío y vella.

- Si, hola.- miraba sus movimientos, no a él.

- Tendríamos que hablar ¿No?

- No. Realmente ahora quiero bailar, divertirme y creo que está todo más que dicho entre nosotros, Peter.

- No, no está más que dicho. Para vos si, pero todavía no me dejaste hablar a mí.

- Es que nada de lo que me digas va a hacerme cambiar de opinión, Peter. Detesto la exposición y al lado de vos es lo primero que voy a conseguir. Enserio, buscáte a alguien que si le guste, ojalá encuentres.

- Todas las chicas de éste boliche quieren exposición. Por eso se prenden como garrapatas las mujeres a los famosos, porque quieren exposición.

- Okay, entonces váyanse vos y tu fama a buscar a otra chica, porque a mí no me va ese jueguito.

- La...- como le podía ese sobrenombre.

- Pitt, déjenlo para otro momento ¿Si? Me parece que ahora tendríamos que disfrutar de la noche, para el resto va a haber tiempo.- Rocío le habló pero desde una distancia considerable; cuidaban sus apariencias más que nunca, y a eso jamás Mariana se podría acostumrar.

- Okay, hablamos después.- asintió y se fue con un vaso en la mano.

Fue al baño a descansar un poco después de dos horas, ya eran más de las cuatro. Sale y se topa con el rubio de ojos claros.

- Gastón ¿Qué hacés acá? - lo mira sorprendida.

- Qué casualidad, Lali ¿Cómo andas?

- Sos pésimo actor, te aviso.

- Bueno...- se rió.- El otro día en el ensayo vi al pasar que tenías una entrada para acá y saqué una para mí, a ver si te veía, pero también aproveché para venir con unos amigos y divertirme.

- Me alegro, entonces. Me voy con mis amigos, nos vemos después.- le sonrie para volver a la pista de baile.

A las seis, el estado de Peter era llamativo y deplorable. Eugenia sacaba fotos con cámara profesional, y él se metía en todos lados, hacía cualquier cara, cosas poco apropiadas. Se estaba empezando a desacatar, y eso no era bueno.