CAPITULO 56.

Los días siguientes se pasaron demasiado rápido; convencer a Emilia de que la dejara viajar no fue para nada difícil, pero entonces empezaron los trámites: la partida de nacimiento, el permiso de menor y la visa. Además no se permitió faltar a clases ningún día de la semana, ya bastante con faltar cuatro días de la semana siguiente. Además tenía que armar los bolsos: siempre era muy precavida y lo empezaba a armar varios días antes, para no olvidarse de absolutamente nada.

- ¡Buenas tardes!- llegó de buen humor al aeropuerto el sábado a eso de las seis de la tarde. Quedaron en que iban a ir por separado, así que a su novio no lo veía desde la noche anterior. Sinchaba la valija a rueditas y el taco se sentía sobre los pisos de mármol. [ http://www.modaropa.es/wp-content/uploads/2010/01/2.1.jpg ]

- ¡Pero vos sí que tenés viajes arriba, eh! - se rió Ricardo. Junto a él estaba Peter, y dos personas más a las que había conocido cuando le llevó los papeles a Ricardo: Manuela Pal era la que se encargaba de la agenda de Peter y de cuanto tiempo gastaría para cada cosa, lo ayudaba a vestirse y le tapaba las ojeras, auspiciaba de jefa de prensa; Maximiliano Ghione era algo así como el guarda espaldas, y si bien no tenía físico desarrollado, Ricardo decía que tenía el carácter suficiente como para hacer que nadie se interpusiera en el camino de Peter.

- Y si, tengo unos cuantos. Hola, hola, hola.- dejó un beso por cada hola.- ¡Hola!- a su novio lo saludó con más emoción. El estaba recostado sobre una silla, con un canguro y la capucha puesta.- ¿Qué te pasa, loco? Nos estamos yendo de viaje ¿No estás contento?- se sentó en la silla de al lado y él apoyó su cuerpo en sus piernas.

- Tengo mucho sueño.- confesó.

- ¿Para qué viniste tan abrigado? Allá es verano.- le recordó.

- Me cambio en el avión, ahora tengo mucho frío ¿Vos no?

- No.- se rió.

- La verdad Lali, que si seguís así el chistecito de hacerte modelo lo voy a hacer realidad, le ponés mucho más onda que él.- se cruzó de brazos y Peter se sentó mejor en la silla, para mirarlo de cejas levantadas. - ¡Ponéle onda hermano!

- Bueno, bueno. Me voy a poner música.- sacó el celular del bolsillo y le enchufó los auriculares, aunque puso uno solo en la oreja, para poder escucharla.- ¿Puedo mencionarte en un twitt?- quiso saber.

- Eh... si, dale.- ella también estaba con el celular. Rocío le estaba contando cosas sobre el concierto que había dado en Chile el día anterior.

- No, mejor no pongo nada.- guardó el celular y le pasó un brazo por los hombros, mientras husmeaba la pantalla de su BB.

- Me siguen como 1000 personas en twitter. Esas son fans tuyas, te apuesto. ¿Cómo saben que es mi twitter, para que me siguen?- quiso saber.

- Para saber cosas de mí... aceptálas, total... en un par de días vas a poder decirme lo que quieras por twitter sin que sean mensajes privados.

- ¿Te pone contenta que lo sepan todos?- lo mirí, él asintió con una sonrisa.- Tenés una cara de muerto...- guardó el celular en su bolsillo y apoyó sus manos en sus mejillas, dentro de la capucha.

- No sé como podés estar radiante. ¿Dormiste?

- Dos horas nada más. Así duermo en el viaje y no se me hace tan pesado.

- Yo dormí siete y me estoy muriendo. ¿Cómo hacés?

- Y... digamos que la idea de irme de viaje con mi amor, sabiendo que la voy a pasar increíble y voy a cumplir años me pone pum para arriba, viste.- él sonrió.

- Te amo.- sonrió.

- Yo a vos también.

Embarcando a Israel, con la sensación de que va a ser el mejor viaje de todos <3 - twitteó cuando estaban subiendo al avión. Ella lo rezongó pidiendo que guardara el celular, y él se encargó de reírse de cuando a ella le sonó el celular en el asiento.

- Mirá, para tu tranquilidad, leélo.- le sacó la lengua. Cuidáme al nene, a ver si ésta vez no viene insolado como siempre. Que pasen muy lindo! De: Luz.

- Yo no vengo siempre insolado, mentira.- se quejó.

- Okay, voy a dormir.- movió el asiento hacia atrás.- Recemos para que no me despierte en todo el viaje ¿Cuánto dura?- lo mira.

- Más de 13 horas.

- ¿Eh?- lo mira mal.

- Son 11 horas hasta España, después tenemos que hacer escala que no sé cuanto tardara, y de España a Israel son 2 horas.

- Ah, okay. Recemos para que entre en un coma y me despierte en Israel... si no me despierto en España lleváme en brazos, eh, chau.- se recostó y se puso los auriculares.

- Lali...- le tocó el hombro.

- ¿Qué? - se sacó un auricular.

- Te amo.- sonrió. Dejó un beso en su boca y ella sonrió también.

.......................

Algo le mojo el cuello y se encogió. Luego la nariz... luego el hombro y para cuando abrió los ojos, una boca se estampó contra la suya.

- M... ¿Qué pasa?- frunció los ojos y lo miró.

- Estoy muy aburrido.

- ¿Dormiste?

- Sí, pero me desperté hace como dos horas.

- ¿Cuántas horas pasaron, ya?

- Nueve y cuarenta.- él tenía el cronómetro en el celular.

- Ah, falta poquito... Dormí un montón.- se quejó mirando su celular. - Me voy a lavar la cara...

- Sí, porque cuando vuelvas te vas a sacar fotos conmigo.- señaló la cámara que estaba a su lado. No había notado en que momento la había sacado de su bolso más pequeño. Se paró y cayó el canguro verde de sus piernas.

- Te lo puse porque tenías frío.- explicó levantándolo del suelo.

- Más tierno...- le tiró un beso y fue al baño. Su cara de dormida no tenía precio. Sacó el tapaojeras, se lo puso y volvió a delinear sus ojos. Se peinó y salió. Pedro comía un caramelo de una gran bolsa que tenía en sus piernas.- ¿Disculpáme? ¿Quién te dio autorización a revisarme el bolso, querido?

- Mi estómago me dio la autorización. Siempre tenés algo dulce en la cartera... Aunque nunca pensé que ibas a tener tanto.

- Que me dure, eh. No sé que cosas raras hay en Israel y me traje reservas.- señaló sentándose, y sacó un chicle de la bolsa.

-¿Fotos?- le mostró la cámara y se rió.

....................

Llegaron a España unos cuantos minutos más tarde. Ella se paseó por los alrededores del gigante aeropuerto, sacándole fotos a todo lo que tenía alrededor. Si había algo que tenía, era alma de fotógrafa.

- ¿Y, cuánto falta?- se sentó al lado de su novio después de una hora.

- No sé, pero parece que tenemos para largo.- suspiró.

- Okay. Yo voy a mirar el freeshop.

- Ojo con lo que gastás.

- Es mi plata, nene.- le sacó la lengua y se dirigió hacia allí. Una hora y media más tarde volvió con dos bolsas grandes.

- ¿Cuánto falta? - se quejó, pero ésta vez miró a Ricardo.

- No sé, supongo que poco. Maximiliano se está encargando.- bostezó mirando su celular.- Tengo una noticia, no sé si es buena o mala.- los dos lo miraron.

- ¿Qué pasa?- quiso saber Peter.

- No voy a ir a Israel con ustedes.

- ¿Por?

- Tengo un problema con una modelo que justamente está aca, y me tengo que quedar. Yo pensaba estar dos días nada más en Israel porque después me tengo que ir, así que directamente no voy y se van a quedar con Manu y Maxi ¿Van a estar bien?

- Ah, qué lástima...

- Si, vamos a estar bien.- asintió Peter.

- Entonces va a ser mejor que me vaya. Necesito unos minutos de sueño, odio los aviones y no duermo.- revoleó los ojos.- Que se diviertan mucho chicos.- besó la mejilla de los dos + Manuela que estaba en un semi - coma en su silla. - Cuídamelo Lali, eh.

- Obvio.- le sonrió. Él se dirigió a donde estaba Maximiliano, que esperaba fastidioso apoyado en una recepción, lo saludó y se fue.

- Bueno... creo que es mejor que se haya ido ¿No?- los miró Manuela.

- ¿Por?

- Ricardo es muy estricto en cuanto a lo que estamos haciendo. Cree que todo el tiempo tiene que ser productivo... Ahora nos vamos a divertir mucho más, te lo aseguro.- incluso se la veía más relajada.- ¿No tienen ganas de ir a comer algo, mientras esperamos?

- Si, dale.- le sonrió. Le caía incluso mejor que cinco minutos atrás.

Se ubicaron en la mesa del restaurante que había en el aeropuerto. En España eran las diez de la mañana así que todavía no era hora de comer: eligieron unos capuccinos de diferentes sabores. Manuela fue a llevarle el capuccino a Maximiliano y se quedó en su lugar, mientras él vino con ellos.

- ¿Qué pasa que tardamos tanto?- Peter ya se estaba poniendo de mal humor.

- Nada, problema de aerolíneas. Nuestros boletos no estaban ingresados, así que tenemos que esperar a que salga el próximo vuelo.

- ¿Cuánto falta para que salga?

- No sé, eso es lo que se quedó averiguando Manu. La verdad, un desastre, nunca pasó ésto... Me parece que sos de la mala suerte, eh... - la señaló a la nueva del team y ella rió.

- ¿No nos va a afectar ésto con los shootings, Maxi?- quiso saber.

- No, no sé. Como mucho nos va a quitar unas horas de sueño... a nosotros dos, a vos no, Lali. Podés hacer lo que quieras mientras Peter graba, porque sino te vas a re aburrir.

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