miércoles, 17 de octubre de 2012

CAPITULO 60.




- Ay me duelen los pies.- se quejó Manuela tirando los pies encima del asiento del auto.- ¡No entiendo como a vos no te duelen! Tenés tacos más altos.
- Estoy acostumbrada, creo.- se encogió de hombros.

Esa fue la única conversación que se mantuvo en el auto, en todo el camino. Maximiliano descansaba su cabeza en el hombro de su novia, mientras Mariana tenía su espalda apoyada en el pecho de su novio y los brazos en su cintura. Si bien apenas eran las diez cuarenta y cinco de la noche, el día había sido tan intenso que estaban todos cansados, como si fuera de madrugada.

Llegaron al hotel y se despidieron hasta el (gran) día siguiente. Se sacó los tacos mientras Pedro trancaba la puerta y se metió en el baño.

- Pitt...- lo llama.
- ¿Qué? - él ya estaba metido en la cama. Para él todo era más agotador, él era el que trabajaba. Se sentó y miró la puerta del baño.
- Vení, ayudáme...- se rió y él se levantó.
- ¿Qué pasa?
- Bajáme, no puedo.- le dio la espalda y señaló el cierre del vestido. Él se rió y se giró para que quedara de frente. - ¿Qué hacés?
- Así es mejor.- la miró con una sonrisa de costado, de esas lindas, y besó su boca mientras con la mano derecha buscó el cierre y lo bajó.

El vestido llegó al piso y no tuvo necesidad de sacar sus pies de dentro, él hizo fuerza con sus manos en su cintura para levantarla. Caminó hacia atrás unos cuantos pasos y ya estaban fuera del baño. Llevó su mano y deshizo el moño que se había hecho en los últimos minutos; cada tanto le decía que amaba su pelo suelto, lo sabía.

Ahora fue ella, la que llevó una mano a su entre pierna y bajó el boxer negro. Él era tan perfecto, que hasta combinaba el boxer con el color de su pantalón, por si se llegaba a bajar y ver algo. Él bajó sus manos por su espalda hasta llegar a la prenda íntima, bajó los tirantes con los pulgares y cayó sola al suelo. Sacó los pies de dentro y él le dio un giro rápido, sin dejar de besar su boca. Su equilibrio siempre le había sorprendido.

Cayeron en la cama y no hubo ningún tipo de preámbulo, puso sus manos en su cintura para acomodar su cuerpo al suyo y se unió a ella con el mayor de los cuidados, pero con el mayor de los placeres. Las embestidas se hicieron rápidas en apenas segundos, nunca había sido tan pasional pero la estaba rebosando, la estaba haciendo sentir como nunca le había hecho sentir antes.

Se abrazó a su espalda, y aunque, siempre había dicho que le parecía vergonzoso imaginarse gimiendo, eso hizo: gritó en su oído con el mayor de los placeres, eso parecía incentivarlo, porque aumentaba el ritmo y la hacía gemir cada vez más fuerte.
Sacó sus manos de su espalda, puso cada uno de sus brazos a un lado, puso los suyos encima y entrelazó todos los dedos. La miró, los ojos siempre se le ponían más brillantes cuando hacían el amor. Justo entonces, llegaron al clímax, sincronizadamente, como si los dos cuerpos estuvieran hechos para estar juntos.

Se dejó caer sobre su cuerpo, aunque se sostuvo con los antebrazos para no aplastarla. La abrazó por el cuello, y sentiste su respiración agitada en tu oído. No hizo como siempre, que se movía hacia uno de los lados, sino que se quedó allí. Encima de ella.
Te amo... te amo tanto que a veces tengo miedo de que no alcance, le susurró en el oído. Sacó la cara de su cuello, lo miró con una sonrisa. Le hizo una caricia y acomodó un par de pelos rebeldes en su cabellera. Él también le sonrió y la volvió a besar, primero sobre su cuerpo, pero finalmente se fue al costado y se quedaron así, como otros diez o veinte minutos.

- Mm... Estoy cansada.- se quejó, él la seguía besando a pesar de que no movía los labios.
- Ya sé, ya sé, perdón, es que no puedo parar, perdón.- siguió besando sus labios, pero solo unos segundos más.- Mi amor...
- ¿Qué? - habló en voz bajita.
- Feliz cumple... - dijo con voz tierna, y abrió los ojos con una sonrisa. Miró la hora, decía 00.00.
- Gracias.- le sonrió.
- Ahora si podés dormirte... Solo quise esperar a que sea la hora para decírtelo. - le dio otra sonrisa y dejó un beso corto en su boca.
- Siempre digo que lo hacemos mejor con el tiempo pero hoy... susperaste todas las veces por lejos.- le confesó.
- Quería hacerlo perfecto, como te lo mereces. - corrió un mechón de pelo de su cara y le hizo una caricia con el pulgar.
- A veces creo que subestimas que es lo que merezco. No merezco ser tan feliz... - miró por la ventana.
- Sh, sí.- dejó un beso en tu boca.- Te lo mereces y punto. No me hagas rezongar que es tu cumple.
- Okay, okay.- le dio la espalda para que el enroscara sus brazos en su cintura, y se pudieran dormir.

...............

- Mi amoooor...- canturreó una voz. Predijo que ya era de mañana porque el sol le estaba entibiando la espalda hace un rato largo. Se giró y Peter tenía una pequeña bandeja entre sus manos.- Dale, sentáte.- pidió y obedeció. Puso la bandeja entre sus manos.
- Ay, helado...- miró el pote de helado que había en la bandeja.- Qué rico...- agarró la cuchara y enseguida le hincó diente. Peter buscaba algo bajo la cama.
- Ésto...- y le subió un bolso a la cama.- Son todos los regalos, de tus amigos, tu tía y míos.
- Wow ¿Tantos?- soltó la cuchara, él descorrió el cierre.
- Si, unos cuántos.- metió mano y sacó una bolsa.

Unas botas de María y Candela para que nos las prestes. La hizo reír. Un vestido de Eugenia, una foto en un portaretratos y una remera de Rocío. Bastante plata de parte de Emilia el regalo elegílo vos, sé que le vas a dar un buen uso, había puesto en la tarjeta. Una campera de Pablo y Agustín, ellos siempre coordinaban para comprar regalos juntos. Un perfume edición limitada de Victorio, un gran peluche de Benjamín. Una caja marrón que al abrirla tenía una calesita dorada, que giraba y hacía música. Te amo, Peter - decía la tarjeta.

- La calesita es por el día que yo creo fue el más perfecto, antes de que me fuera a España.- explicó.- Es un poco infantil, pero...
- No, es perfecto.- confesaste, hipnotizada por la música que salía.
- ¿Si?
- Sí.- le sonrió. Lo cerró con cuidado.
- Acá hay otro regalo.- le mostró una cajita azul, pequeña, cerrada.
- ¡NO!- soltó el helado y se tapó con la almohada.- No me pidas casamiento, por favor, por favor.- él se rió.
- Te voy a pedir casamiento, sí.- y lo miró asustada.- Pero eso cuando crezcamos. Ésto es otra cosa.- se rió y se lo pasó. - Ésta es la parte en la que vuelve mi egoísmo.- avisó de antemano y al abrirlo se encontró con una cadenita de plata y un dije con una "P" http://dts.ystoretools.com/1003/images/250x1000/dasmalldi-p.jpg.
- La voy a usar... muy orgullosamente. - sonrió colocándola alrededor de su cuello.- Ey, es mío.- le sacó el helado de las manos.
- Llamé a las chicas para preguntarles que te traía de desayuno... no me convencía mucho la idea de traerte helado, pero bueno.
- Calláte. Lo mejor que se puede desayunar en el mundo es helado.- avisó y él sonrió, dejando el bolso vacío bajo la cama.
- Mirá, twitté.- le pasó el celular. "Feliz cumpleaños a la mina más increíble del mundo. Te amo."
- Ay, sos más tierno.- se mordió el labio. "Por despertar a la princesa. Me aconsejaron llevarle ésto de desayuno, le gustará?" http://www.recetascafe.com/wp-content/uploads/2009/12/helado-de-cafe-imperial.jpg - Sos el mejor.- dejó un beso en su boca.
- Vos lo sos... pero bueno. Terminá de comer, y aprontáte que vamos a salir.
- ¿A dónde tenés que ir?
- Tenemos que ir. Hoy no trabajo.
- ¿Y la mitad de sesión fotográfica que te falta? - lo miró sorprendido.
- La hago ésta madrugada, después de las doce.- sonrió.
- Pero después vas a estar re cansado todo el día y de noche viajamos...
- ¿Y? Es tu cumpleaños, nena.
- ¿A dónde vamos?
- A la playa.
- ¿A la playa? - lo miró emocionada, él sonrió.- Si, si, ya me levantó.
- Terminá el helado, primero. - señaló.
- No, no, vamos a la playa, vamos a la playa, lo como en el camino.
- Nunca entendí que tienen las mujeres con ir a la playa, les gusta tanto...- se estaba peinando frente al espejo.
- La playa es energía pura, Peter, es como una conexión perfecta, el agua, el cielo, la tierra. ¡Y tomar sol!- anunció y él se rió.
- Ya estás bastante negra, igual. Las horas de sol que tomaste en la pileta el primer día te surten buen efecto.
- Si. No sé que tiene el sol de Israel, porque siempre me cuesta mucho broncearme.- confesó y él se rió. El sol era igual en todas partes.

Se puso el bikini, el protector, un vestido suelto y unas sandalias chatas, como para andar cómoda. En el bolso metió una toalla, el protector por si acaso, la cámara y el celular. Bajó las escaleras con todo ésto, sumado al cuartito de helado.

- ¡Bueno, bajaron!- sonrió Manuela.- Feliz cumpleaños, linda.- dejó un beso en su mejilla.
- Gracias.
- Feliz cumple, hermosa.- Maxi dejó un beso en su mejilla también.
- Ahora no me voy a sentir culpable de pasarte tragos...- rió Manu e hizo reír a todos.- Vos sí Peter, eh... con vos voy a hacer las cosas bien, no te voy a corromper, nada.
- Ay, cierto que ahora sos pequeño...- agarró sus cachetes y los estiró. Él estaba de short, remera y ray-ban espejados. Se mordió el labio.
- ¿Vamos? Nosotros ya terminamos de comer pero por lo visto vos no.- Maximiliano miró su pote de helado.
- Lo como en el camino.- sonrió y subieron al auto.

Los lentes espejados de su novio fueron a parar a su cara, le eran agradables. Se sacaron una foto los tres - Manuela, Pedro y ella. Maximiliano manejaba.

La playa de Israel era increíble. Sacó algunas fotos antes de sacarse el vestido y tirarse a tomar sol.

- No, no. Tapáme, tapáme.- Peter se ocultó tras la espalda de Maximiliano.
- ¿Qué pasa? - lo mira.
- Unas locas, me estaban mirando, me parece que me reconocieron.
- Que difícil la vida de un súper estrella ¿No? Estar tomando sol y que aparezcan unas chicas lindas que te quieren saludar... Qué sacrificio.- ironizó Maximiliano.
- Sh, calláte, vos lo decís porque si no exisistieran las fans vos no tendrías trabajo.
- Ya se fueron.- anunció Manu y él se destapó.
- ¿Por qué no las saludás? - él la miró de cejas levantadas.
- Ah bueno... a vos te pega bien el cumpleaños, eh.- anunció y ella se rió.
- Voy al agua.- anunció sacándose los lentes.- ¿Venís conmigo?- le estiró la mano.
- Si, por como estás, mejor no te dejo sola.- se pegó a su espalda y la acompañó al agua, era increíblemente clara.

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COMENTARIOS SOBRE EL CAPITULO, EN EL BLOG.    
 

9 comentarios:

  1. que amoor, peter es un tierno yo le hubiese dicho ya de inmediato a casamiento jajaja se nota que el viaje ne pareja les pego genial :)
    sube maaas!!!!

    @francigatica

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  2. nononono, me encantaaaaa maaaaaal.. mas noveeee

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  3. Me encanta la nove !!
    Perdon que no he firmado !!
    Espero que Belen no complique

    besoss
    leti2311

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  4. AMEE EL CAPITULOO!!!!


    MAAAAAAAAAAAS

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  5. Peter aún cansado la espera para felicitarla ,¡y d k manera!.

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  6. amo que sea tan detallista con ella! estan en su mejor momento, de eso no hay dudas.
    Mas noveeee

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  7. Que dulce peter!!! Me mataron los regalos je! Más! Me encanta!!
    @vale_cadenas

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