- Ay
me duelen los pies.- se quejó Manuela tirando los pies encima del
asiento del auto.- ¡No entiendo como a vos no te duelen! Tenés
tacos más altos.
-
Estoy acostumbrada, creo.- se encogió de hombros.
Esa
fue la única conversación que se mantuvo en el auto, en todo el
camino. Maximiliano descansaba su cabeza en el hombro de su novia,
mientras Mariana tenía su espalda apoyada en el pecho de su novio y
los brazos en su cintura. Si bien apenas eran las diez cuarenta y
cinco de la noche, el día había sido tan intenso que estaban todos
cansados, como si fuera de madrugada.
Llegaron
al hotel y se despidieron hasta el (gran) día siguiente. Se sacó
los tacos mientras Pedro trancaba la puerta y se metió en el baño.
-
Pitt...- lo llama.
-
¿Qué? - él ya estaba metido en la cama. Para él todo era más
agotador, él era el que trabajaba. Se sentó y miró la puerta del
baño.
-
Vení, ayudáme...- se rió y él se levantó.
- ¿Qué
pasa?
-
Bajáme, no puedo.- le dio la espalda y señaló el cierre del
vestido. Él se rió y se giró para que quedara de frente. - ¿Qué
hacés?
- Así
es mejor.- la miró con una sonrisa de costado, de esas lindas, y
besó su boca mientras con la mano derecha buscó el cierre y lo
bajó.
El
vestido llegó al piso y no tuvo necesidad de sacar sus pies de
dentro, él hizo fuerza con sus manos en su cintura para levantarla.
Caminó hacia atrás unos cuantos pasos y ya estaban fuera del baño.
Llevó su mano y deshizo el moño que se había hecho en los últimos
minutos; cada tanto le decía que amaba su pelo suelto, lo sabía.
Ahora
fue ella, la que llevó una mano a su entre pierna y bajó el boxer
negro. Él era tan perfecto, que hasta combinaba el boxer con el
color de su pantalón, por si se llegaba a bajar y ver algo. Él bajó
sus manos por su espalda hasta llegar a la prenda íntima, bajó los
tirantes con los pulgares y cayó sola al suelo. Sacó los pies de
dentro y él le dio un giro rápido, sin dejar de besar su boca. Su
equilibrio siempre le había sorprendido.
Cayeron
en la cama y no hubo ningún tipo de preámbulo, puso sus manos en su
cintura para acomodar su cuerpo al suyo y se unió a ella con el
mayor de los cuidados, pero con el mayor de los placeres. Las
embestidas se hicieron rápidas en apenas segundos, nunca había sido
tan pasional pero la estaba rebosando, la estaba haciendo sentir como
nunca le había hecho sentir antes.
Se
abrazó a su espalda, y aunque, siempre había dicho que le parecía
vergonzoso imaginarse gimiendo, eso hizo: gritó en su oído con el
mayor de los placeres, eso parecía incentivarlo, porque aumentaba el
ritmo y la hacía gemir cada vez más fuerte.
Sacó
sus manos de su espalda, puso cada uno de sus brazos a un lado, puso
los suyos encima y entrelazó todos los dedos. La miró, los ojos
siempre se le ponían más brillantes cuando hacían el amor. Justo
entonces, llegaron al clímax, sincronizadamente, como si los dos
cuerpos estuvieran hechos para estar juntos.
Se
dejó caer sobre su cuerpo, aunque se sostuvo con los antebrazos para
no aplastarla. La abrazó por el cuello, y sentiste su respiración
agitada en tu oído. No hizo como siempre, que se movía hacia uno de
los lados, sino que se quedó allí. Encima de ella.
Te
amo... te amo tanto que a veces tengo miedo de que no alcance,
le susurró en el oído. Sacó la cara de su cuello, lo miró con una
sonrisa. Le hizo una caricia y acomodó un par de pelos rebeldes en
su cabellera. Él también le sonrió y la volvió a besar, primero
sobre su cuerpo, pero finalmente se fue al costado y se quedaron
así, como otros diez o veinte minutos.
-
Mm... Estoy cansada.- se quejó, él la seguía besando a pesar de
que no movía los labios.
- Ya
sé, ya sé, perdón, es que no puedo parar, perdón.- siguió
besando sus labios, pero solo unos segundos más.- Mi amor...
-
¿Qué? - habló en voz bajita.
-
Feliz cumple... - dijo con voz tierna, y abrió los ojos con una
sonrisa. Miró la hora, decía 00.00.
-
Gracias.- le sonrió.
-
Ahora si podés dormirte... Solo quise esperar a que sea la hora para
decírtelo. - le dio otra sonrisa y dejó un beso corto en su boca.
-
Siempre digo que lo hacemos mejor con el tiempo pero hoy...
susperaste todas las veces por lejos.- le confesó.
-
Quería hacerlo perfecto, como te lo mereces. - corrió un mechón de
pelo de su cara y le hizo una caricia con el pulgar.
- A
veces creo que subestimas que es lo que merezco. No merezco ser tan
feliz... - miró por la ventana.
- Sh,
sí.- dejó un beso en tu boca.- Te lo mereces y punto. No me hagas
rezongar que es tu cumple.
-
Okay, okay.- le dio la espalda para que el enroscara sus brazos en su
cintura, y se pudieran dormir.
...............
- Mi
amoooor...- canturreó una voz. Predijo que ya era de mañana porque
el sol le estaba entibiando la espalda hace un rato largo. Se giró y
Peter tenía una pequeña bandeja entre sus manos.- Dale, sentáte.-
pidió y obedeció. Puso la bandeja entre sus manos.
- Ay,
helado...- miró el pote de helado que había en la bandeja.- Qué
rico...- agarró la cuchara y enseguida le hincó diente. Peter
buscaba algo bajo la cama.
-
Ésto...- y le subió un bolso a la cama.- Son todos los regalos, de
tus amigos, tu tía y míos.
- Wow
¿Tantos?- soltó la cuchara, él descorrió el cierre.
- Si,
unos cuántos.- metió mano y sacó una bolsa.
Unas
botas de María y Candela
para que nos las prestes.
La hizo reír. Un vestido de Eugenia, una foto en un portaretratos y
una remera de Rocío. Bastante plata de parte de Emilia
el regalo elegílo vos, sé que le vas a dar un buen uso,
había puesto en la tarjeta. Una campera de Pablo y Agustín, ellos
siempre coordinaban para comprar regalos juntos. Un perfume edición
limitada de Victorio, un gran peluche de Benjamín. Una caja marrón
que al abrirla tenía una calesita dorada, que giraba y hacía
música. Te
amo, Peter
- decía la tarjeta.
- La
calesita es por el día que yo creo fue el más perfecto, antes de
que me fuera a España.- explicó.- Es un poco infantil, pero...
- No,
es perfecto.- confesaste, hipnotizada por la música que salía.
- ¿Si?
- Sí.-
le sonrió. Lo cerró con cuidado.
- Acá
hay otro regalo.- le mostró una cajita azul, pequeña, cerrada.
-
¡NO!- soltó el helado y se tapó con la almohada.- No me pidas
casamiento, por favor, por favor.- él se rió.
-
Te voy a pedir casamiento, sí.- y lo miró asustada.- Pero eso
cuando crezcamos. Ésto es otra cosa.- se rió y se lo pasó. - Ésta
es la parte en la que vuelve mi egoísmo.- avisó de antemano y al
abrirlo se encontró con una cadenita de plata y un dije con una "P"
http://dts.ystoretools.com/1003/images/250x1000/dasmalldi-p.jpg.
- La
voy a usar... muy orgullosamente. - sonrió colocándola alrededor de
su cuello.- Ey, es mío.- le sacó el helado de las manos.
-
Llamé a las chicas para preguntarles que te traía de desayuno... no
me convencía mucho la idea de traerte helado, pero bueno.
-
Calláte. Lo mejor que se puede desayunar en el mundo es helado.-
avisó y él sonrió, dejando el bolso vacío bajo la cama.
-
Mirá, twitté.- le pasó el celular. "Feliz
cumpleaños a la mina más increíble del mundo. Te amo."
-
Ay, sos más tierno.- se mordió el labio. "Por
despertar a la princesa. Me aconsejaron llevarle ésto de desayuno,
le gustará?"
http://www.recetascafe.com/wp-content/uploads/2009/12/helado-de-cafe-imperial.jpg
- Sos el mejor.- dejó un beso en su boca.
- Vos
lo sos... pero bueno. Terminá de comer, y aprontáte que vamos a
salir.
- ¿A
dónde tenés que ir?
-
Tenemos que ir. Hoy no trabajo.
- ¿Y
la mitad de sesión fotográfica que te falta? - lo miró
sorprendido.
- La
hago ésta madrugada, después de las doce.- sonrió.
- Pero
después vas a estar re cansado todo el día y de noche viajamos...
- ¿Y?
Es tu cumpleaños, nena.
- ¿A
dónde vamos?
- A la
playa.
- ¿A
la playa? - lo miró emocionada, él sonrió.- Si, si, ya me levantó.
-
Terminá el helado, primero. - señaló.
- No,
no, vamos a la playa, vamos a la playa, lo como en el camino.
-
Nunca entendí que tienen las mujeres con ir a la playa, les gusta
tanto...- se estaba peinando frente al espejo.
- La
playa es energía pura, Peter, es como una conexión perfecta, el
agua, el cielo, la tierra. ¡Y tomar sol!- anunció y él se rió.
- Ya
estás bastante negra, igual. Las horas de sol que tomaste en la
pileta el primer día te surten buen efecto.
- Si.
No sé que tiene el sol de Israel, porque siempre me cuesta mucho
broncearme.- confesó y él se rió. El sol era igual en todas
partes.
Se
puso el bikini, el protector, un vestido suelto y unas sandalias
chatas, como para andar cómoda. En el bolso metió una toalla, el
protector por si acaso, la cámara y el celular. Bajó las escaleras
con todo ésto, sumado al cuartito de helado.
-
¡Bueno, bajaron!- sonrió Manuela.- Feliz cumpleaños, linda.- dejó
un beso en su mejilla.
-
Gracias.
-
Feliz cumple, hermosa.- Maxi dejó un beso en su mejilla también.
-
Ahora no me voy a sentir culpable de pasarte tragos...- rió Manu e
hizo reír a todos.- Vos sí Peter, eh... con vos voy a hacer las
cosas bien, no te voy a corromper, nada.
- Ay,
cierto que ahora sos pequeño...- agarró sus cachetes y los estiró.
Él estaba de short, remera y ray-ban espejados. Se mordió el labio.
-
¿Vamos? Nosotros ya terminamos de comer pero por lo visto vos no.-
Maximiliano miró su pote de helado.
- Lo
como en el camino.- sonrió y subieron al auto.
Los
lentes espejados de su novio fueron a parar a su cara, le eran
agradables. Se sacaron una foto los tres - Manuela, Pedro y ella.
Maximiliano manejaba.
La
playa de Israel era increíble. Sacó algunas fotos antes de sacarse
el vestido y tirarse a tomar sol.
- No,
no. Tapáme, tapáme.- Peter se ocultó tras la espalda de
Maximiliano.
- ¿Qué
pasa? - lo mira.
- Unas
locas, me estaban mirando, me parece que me reconocieron.
- Que
difícil la vida de un súper estrella ¿No? Estar tomando sol y que
aparezcan unas chicas lindas que te quieren saludar... Qué
sacrificio.- ironizó Maximiliano.
- Sh,
calláte, vos lo decís porque si no exisistieran las fans vos no
tendrías trabajo.
- Ya
se fueron.- anunció Manu y él se destapó.
- ¿Por
qué no las saludás? - él la miró de cejas levantadas.
- Ah
bueno... a vos te pega bien el cumpleaños, eh.- anunció y ella se
rió.
- Voy
al agua.- anunció sacándose los lentes.- ¿Venís conmigo?- le
estiró la mano.
- Si,
por como estás, mejor no te dejo sola.- se pegó a su espalda y la
acompañó al agua, era increíblemente clara.
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Si querés que te avise cuando publique un nuevo capitulo, twitteame a: http://www.twitter.com/CamiAmaral7 y te pongo en la lista. Sugerencias, dudas y comentarios respecto a la novela también en twitter.
COMENTARIOS SOBRE EL CAPITULO, EN EL BLOG.
que amoor, peter es un tierno yo le hubiese dicho ya de inmediato a casamiento jajaja se nota que el viaje ne pareja les pego genial :)
ResponderEliminarsube maaas!!!!
@francigatica
nononono, me encantaaaaa maaaaaal.. mas noveeee
ResponderEliminarMe encanta la nove !!
ResponderEliminarPerdon que no he firmado !!
Espero que Belen no complique
besoss
leti2311
AMEE EL CAPITULOO!!!!
ResponderEliminarMAAAAAAAAAAAS
muy bueno @lalidiiosaa
ResponderEliminarPeter aún cansado la espera para felicitarla ,¡y d k manera!.
ResponderEliminarmassss ♥ me encantaaaaaa
ResponderEliminaramo que sea tan detallista con ella! estan en su mejor momento, de eso no hay dudas.
ResponderEliminarMas noveeee
Que dulce peter!!! Me mataron los regalos je! Más! Me encanta!!
ResponderEliminar@vale_cadenas