CAPITULO 76.

Mariana se despierta nerviosa esa mañana. Desayuna sola y sale para al colegio. 

- ¡Hola!- Eugenia siempre está de buen humor.
- ¿Cómo andas? - deja un beso en su mejilla y se sienta en su banco.
- Yo bien ¿Vos? 
- Bien.- pero no. En realidad no sabe si está bien. 
A las dos de la tarde llega a Ideas del Sur y le suena el celular. Es Peter.

- Hola...
- ¿Cómo estás? - la saluda él.
- Bien... ¿Vos?
- Cansado.
- ¿Qué hora es allá?
- Las ocho de la noche.
- Ay, que raro es que acá sea mitad del día cuando allá ya es de noche.
- Si, mal.
- …
- …  Pensé en lo que me dijiste ayer.- él comienza.
- ¿Si? ¿Qué pensaste?
- Pensé que me voy a morir viéndote bailar frente a tanta gente, con un público tan masivo.- confiesa. 
- Ah.
- Y por eso no quiero que bailes. Quiero que digas que no, y si no lo hacés todo está más que dicho entre nosotros. Con mi exposición ya es suficiente para que hayan mil problemas entre nosotros y no quiero sumarle la tuya.
- ¿Q-qué?
- ...Eso.- ella se seca los ojos que se le humedecen un poco. 
- Ah... B-bueno...
- ¡Es un chiste mi amor! ¿Cómo te voy a decir eso?
- ¿Eh?
- Ay Lali, por favor ¿Tan malo me crees? Mi amor, amás bailar, todos los bailarines sueñan con estar en grandes teatros y Show Match te puede llevar ahí. Jamás te haría elegir entre el baile y yo porque es tu pasión. No puedo quejarme de que vayas a tener una exposición porque vos te bancas la mía. Si vos querés hacer ese reemplazo, yo te voy a apoyar, y es más, te voy a ir a ver a todas tus galas... ¿Así se les dice, no? Gala. 
- … Sos un idiota.- se queja.- Me hiciste llorar, estúpido.- da rienda suelta a las lágrimas porque está nerviosa. Él se ríe.
- Perdoná, no quería que lloraras. Era un chiste nada más. 
- Estúpido.- se queja devuelta. - ¿Enserio no te molesta que acepte el reemplazo?
- No, amor. 
- Ay, gracias. No te quería decir nada pero tenía re ganas de aceptar.
- Entonces hacélo. Aceptá y yo te voy a acompañar, igual a como vos siempre hiciste conmigo.
- Ay, te amo. Gracias, enserio.
- No hay nada que tengas que agradecerme. Yo te tengo que dar las gracias a vos por haberme pedido la opinión, sabiendo perfectamente que podría haberme molestado. 
- Estoy muy feliz.- sonríe.
- Y me encanta que seas feliz. Es mi cometido ¿No?
- Te extraño tanto, mi amor... 
- Faltan tres días, nada más. Tres días y te como a besos.- sonríe. 
- Ay, no me digas eso.- y escucha la risita.- Ché ¿Estás seguro de que me vas a bancar, no?
- Totalmente.
- Bueno, Ehm... Ahora te cuento los ritmos que me tocan ¿Querés?
- Si, dale.- totalmente despreocupado.
- Estem... No en este orden, Merengue, Videoclip, Aquadance... y Strip Dance.
- ¿¡STRIP DANCE?!- se siente un tosido, golpes y luego como respiraba acelerado.- Gracias...- obvio se lo dice a otra persona.- ¿Vos me estás hablando enserio? ¿Strip Dance? 
- Si.
- ¿Querés que me muera? ¿Querés que me muera? ¡Decímelo si querés que me muera! - ella se ríe.
- Sabía que te ibas a poner así.
- Okay, confieso que me hacía la idea de que ibas a estar medio en bolas en la pista, pero TOTALMENTE en bolas es una cosa totalmente diferente...  ¡Lali! - se queja, exigiendo que haga algo. 
- Pero eso se arregla Pitt, no voy a mostrar más de lo que yo quiera mostrar.
- ¡Entonces no muestres nada! 
- El ritmo se llama Strip, tengo que hacer un strip, Peter. Igual no lo pienso hacer re zarpadito como hacen todas que quedan sin nada puesto. 
- Ay, no, Lali, por dios.- se queja. 
- ¿Sabés que es lo bueno?
- ¿Hay algo bueno?
- Si...- y baja la voz.- Que después de hacerlo en la pista el strip dance te lo puedo hacer a vos en privado y en versión extendida... ¿No te encanta la idea? - y vuelve a escuchar como él se atraganta. 
- ¿A vos te parece que está bien decirme eso cuando estoy tan lejos, y cuando faltan días para que nos veamos?- pero la voz le cambia totalmente. 
- Si, me parece muy bien... Así te vas haciendo la idea.- y él se ríe.
- Cómo te extraño, no te hacés una idea.
- Faltan tres días nada más, en tres días te como a besos.- repite lo que dijo él. 
- Entonces espero que éstos tres días se pasen muy rápido. 
- Te dejo que llegó Diego. Te amo mucho.
- Dale, mandále saludos. Yo mucho más, amor. 
- ¿Cómo estás morocha? - le sonríe Diego.
- Bien... Te tengo que dar una noticia.
- Si ¿Qué?
- Por un mes, no vamos a ser compañeros.
- ¿Por?
- Voy a reemplazar a una soñadora.- y le muestra todos sus dientes. 
- ¡Te felicito!- se estira por encima de la mesa para darle un abrazo. El sueño del asistente es pasar frente a la cámara. Y Lali lo había conseguido.

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