lunes, 7 de enero de 2013

CAPITULO 77.




Peter abre la puerta y tira las dos valijas.

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¡Lali!- la llama y mira a sus costados. Sube un par de escalones.- ¡Mi amor! ¡Llegué! ¿¡Dónde estás?!- sabe que está en la casa porque su madre se lo dijo. Respira hondo y queda a oscuras porque algo le cubre los ojos. Un pañuelo, quizás.- Mi amor ¿Sos vos? - sonríe, no recibe respuesta.
Solo siente que dos manos, desde la espalda, empiezan a desabrochar los botones de la camisa celeste. Luego siente los brazos de frente que le sacan la musculosa blanca que se había puesto abajo de la camisa. Lleva sus manos buscando el rostro y cuando toca los labios, sabe que es ella. 

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Mi amor...- sonríe y se mueve, intentando besarla. Pero ella no lo deja. En cambio lo sostiene de la mano y lo ayuda a subir las escaleras.- Sacáme, te quiero ver.- pero tampoco lo deja.
Le saca las manos del pañuelo que él quería desatar y en cambio las pone en los hombros. Pedro nota que están desnudos y baja la mano por sus brazos, reconociendo su textura suave. Mariana le saca el jean y las zapatillas. Lo obliga a recostarse en la cama y siente como le besa todo el pecho.
Abrí la boca, mi amor le susurra al oído y se eriza por completo. Obedece y siente el gusto a chocolate entremezclado con los labios de ella. No le interesa el chocolate, la quiere besar. 20 días sin su boca es como un pecado.
Ella vuelve a poner algo en su boca. Pero esta vez es algo fuertísimo, que pica y lo hace toser, por el calor. Lali lo besa, y le siente un aliento fresco, a menta. Se desespera. No le alcanza para besarla como quiere, para explicarle cuanto la extrañó. 
Siente sus ojos libres y los abre. La mira, ahí, con una sonrisa y un conjunto de encaje blanco que lo vuelve loco. 

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Hola.- ella le sonríe.
-
Hola.- le responde con un beso.- Hola mi amor, hola...- se tira sobre su cuerpo y la besa. Y entonces no hablan más, porque hay que hacerse saber que se extrañaron. El cuarto se vuelve un lugar de murmullos, caricias, besos y amor. 

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¿No tenés nada que contarme? - pregunta él. Hace un rato que están quietos y en silencio. Las sábanas pegadas a su cuerpo, las piernas entremezcladas y los corazones latiendo juntos, acompasados.
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Que te extrañé mucho...- Peter tiene una mano en la mejilla de ella, y la acaricia al mover el pulgar. 
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¿Qué hiciste el fin de semana? - la mira. 
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Fui a un boliche con los chicos.- se acomoda en su pecho y suspira.- Te extrañé.- repite.
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¿Con cuántos estuviste?
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Con uno.- y él la mira. - Con uno pero en pensamiento. Te pensé mucho.
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Ah. 
-
¿Eso es lo único que tenés para decirme, después de veinte días?
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Creo que el resto se sobreentiende. Estás mucho más linda de la última vez que te vi..
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¿Y vos? - le pasa una mano por el pelo.- Rapado y con un poquito de barba... y tenés más músculos.- le toca el brazo.
-
Si, fui al gimnasio, como todos los hoteles tenían... Vos estás flaquita.
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Andá, si me pasé comiendo. Tu mamá cocina muy rico. Comí y dormí casi todos los días acá.
-
Me encanta saber que estuviste acá.- sonríe.- Te extrañé muchísimo, linda.
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No me digas linda, siento que me estás chamuyando.- Pedro ríe.- Me voy a poner algo que tengo frío...- se levanta de la cama y abre el placard. Saca la remera y el boxer.- Tengo que sacar todo ésto de acá.- le muestra que el placard tiene mucha ropa suya.
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No, dejála.- Pitt abre las sábanas para que ella se vuelva a acomodar. 
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Hay mucha ropa, después no tengo nada en casa... 
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Quedáte acá. Viví conmigo.
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¿Eh?
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Dale... tu mamá se queda con tu cuarto y vos te venís para acá. Lo pensé mucho mientras estuve allá.
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¿Te parece? No tenemos ni medio año de relación ¿Ya convivir?
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Si, dale... Si igual dormimos casi siempre juntos.
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¿Y si nos peleamos?- él la mira mal. 
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Te amo mucho.- la abraza fuerte.- Quiero que estés acá siempre... Te quiero ver todos los días, todo el tiempo. 
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Está complicado porque trabajo, viste. 
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Ay si, ahora ella es famosa...- se muerde el labio.
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¿Sabías qué? En el strip dance, me toca hacer de novia.- muestra toda su dentadura blanca. 
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¿Novia?
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Si. Empiezo con un vestido de novia, blanco obvio, y después me lo voy sacando y estoy todo con lencería blanca. 
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¿Así, como ésta? - y jueguetea con uno de los tirantes de su corpiño. 
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No, un poquito más sensual.- él bufa y ella se ríe. - Pero después me lo puedo traer a casa.- le tira una guiñada y él ríe.
-
No me digas eso que me pongo loco. ¿Le dijiste a Cristóbal para que Angelo se quede a dormir hoy acá?
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Hoy no amor, estemos solos, otro día.
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Y a todo ésto ¿Mi mamá? Me dijo que iba al super...
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No. Se fue a mi casa, está re amiga de Emilia ahora.- revolea los ojos.
-
¿Y tu mamá?
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Sigue internada... - juega con la L que a Peter le cuelga del cuello.- Parece que tiene trastornos psicológicos y la tienen que tratar. Para el final del mes, si todo marcha bien, la dejan volver a casa.
-
¿Y qué va a hacer? ¿Y tu viejo?
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Y... las decisiones las está tomando Emilia, más que nada. Y consulta con tu madre, justamente porque es madre y le puede dar otra visión del asunto. Mi padre se fue a Inglaterra otra vez y cuando estuvo allá, Emi le pidió que le mande todas las cosas de mamá porque se va a quedar acá... 
-
¿Ves? Hay que hacer espacio. Tu mamá se queda con tu cuarto y vos acá.
-
Insisto ¿Y si nos peleamos un día, duermo en la cucha del perro? - quiere saber.- Ah, porque no te conté. Ahora tenes perro.
-
¿Eh?
-
Si. Es que a mí me encantan los animales y como en el edificio no se puede tener, Luz me dijo que podía comprar uno y ponerlo en tu patio. Es un pug carlino rubiecito de los que no crecen. - https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOpDbOUc7Gb494IXu0xWa2XKJpZkqB5g7kaTeaqU7CJs1c-132FMIBP54D1lxLUfj2CClXO7CIt5dMAPOaptE4eizMmi-ObdaKaqDUg3i01Bp7CqFg1nv4wEhpfqlZV7Hlr3ajyQTgtKI/s1600/cachorros-pug-hermosos-vendo_8bcb807c_3.jpg
-
¿Un perro? - junta las cejas.- No me gustan los perros, son re molestos.
-
¡Qué malo! Son hermosos los perros, y más cuando son todos chiquititos. Le puse Moro. 
-
¿Cómo el perro de Paula Chaves?
-
¿Cómo sabes que se llama así el perro de Paula Chaves? - lo mira con sospecha. 
-
Te hago un trato. El perro puede quedarse solo si vos te quedás también. - pasea su nariz por la cara de ella.
-
¿Disculpá? El perro se queda con o sin mí, porque Luz dejó que me lo quedé.
Entonce s se queda hasta dentro de unas semanas cuando cumpla 18, porque la casa va a ser mía. 
-
¡Ay, sos malo!
-
Vos sos mala. Dale, quedate a vivir acá. Te dejo la mayoría del placard para vos, compro una cama de dos plazas y otra mesa de luz y estamos hechos.
-
Pitt...- bufa.- No quiero que nos salteemos etapas. La parte linda de la relación es cuando uno se extraña con el otro, y si estamos todo el tiempo juntos...
-
No, todo el tiempo no. Porque vos trabajas y yo también.
-
¿Cuándo es tu próximo viaje?
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No sé, ahora me queda un tiempo largo porque hago las campañas de primavera - verano pero de acá. De América del Sur no salgo. 
-
¿Ya? Pero si todavía no salimos del invierno...
 - La idea es que cuando se termine el invierno ya salgan las campañas, mi amor... Pero no cambies de tema, estábamos hablando de que te venís para acá. 
-
Ay, no sé Pitt.
-
Yo digo que es mejor. Vos salís del colegio y después hasta las once de la noche no te veo, porque vas hasta tu casa, te elegís que te vas a poner al otro día que tardás mil años, haces la tarea allá... Podrías hacer toda esa tarea acá y nos veríamos mucho más tiempo. Pensálo, hay tiempo... Pero no mucho, porque sino me pongo ansioso. 
-
Bueno, lo voy a pensar. - y él le da una sonrisa.- Estás bronceado, que envidia.- le toca la piel morena. 
-
Vos estás hermosa, no tenés nada que envidiar.- le sonríe. 
-
¿Vamos a levantarnos? Y  le mando un mensaje a tu mamá de que venga, pobre, se queda allá esperando a que terminemos nuestros asuntos.
-
No, un ratito más... - solicita.- Ya es tarde, sigamos de largo y dormimos. 
-
No... Está tu ropa tirada abajo Pitt, no dá.
-
Andá a buscarla la traes y listo.
-
Bueno, voy... - se levanta y sale del cuarto. Pero cuando pasan los minutos y no llega, él se levanta con pesadez y va camino al piso inferior. 
Llega y la ve tirada en el sillón, jugando con un cachorro que no podía medir más de 30 centímetros. Se enternece a pesar de su no aficción a los animales.

-
¿Ahora me cambiás por un bichito? - se cruza de brazos apoyado contra la baranda y ella se gira, sonriendo.
-
No es un bichito, es un perro y es hermoso.- lo acaricia.- Le estaba dando la cena, por eso tardé.
-
Nosotros podríamos cenar algo ¿No?
-
Cena vos, yo no quiero... Hay algo, no me acuerdo qué. Tu mamá me dijo.
-
Lali ¿Cómo no vas a cenar? Estás muy exigida con el baile... 
-
Es que, Peter, ahora voy a estar en las cámaras.- le recuerda.- Estoy metida en una dieta estricta con la que adelgazo medio kilo al día para tratar de estar lo mejor posible. 
-
Lali, si hacés una dieta vas a desaparecer. Bailar es como un deporte y los deportistas necesitan comer más que una persona con actividad física normal. Todavía no me olvido del sangrado de nariz, eh.- avisa. 
-
Peter, eso ya te explicó Cris que fue por una alergia, nada más. Confieso que soy propensa a enfermedades ¿Okay? Pero estoy acostumbrada a eso. 
-
… Es que no quiero que te pase nada, La. 
-
Ya lo sé. Y agradezco que te preocupes... Pero quedáte tranquilo. La dieta que estoy haciendo tiene una base médica, fue furor en Estados Unidos en los años 70. 
-
Estamos en otra época, Lali. No sé... ¿Por qué no vas a una nutricionista? Y que te dé la dieta que es para vos, digo. - ella lo mira y se muerde el labio. Deja al perro en el suelo.
-
¿Por qué te preocupás tanto? - le da una sonrisa. 
-
Ya te dije que no quiero que te pase nada.- corre al perro con el pie, para que salga al patio y cierra. Se ubica al lado de Mariana. 
-
No va a pasar nada, está todo bajo control. - lo abraza por el cuello y se tira sobre su cuerpo, porque él se acostó, con la cabeza apoyada en el posabrazo. 
-
Espero.
-
¿Vamos a almorzar afuera mañana? - lo mira.- Tengo que estar en el estudio recién a las cuatro.
-
Bueno...- sonríe y ella carraspea.
-
Te tengo que contar otra cosita... Ahora que estás calmado.- avisa.
-
¿Qué pasó? - la mira. 
-
Tu papá...- y él se sienta- Estuvo acá. 
-
¿Acá? ¿Acá en mi casa? ¿Cuándo? - ya se altera de nada.
-
Sí, pero no te preocupes que no pasó absolutamente nada. Fue... - y tiene que hacer memoria – - El viernes. 
-
¿Qué quería?
-
Hablar con Luz. Pero ella no lo vió y le pedí que se fuera. Después no volvió más. 
-
Menos mal que mi vieja no estaba. Y yo tampoco. Lo llegaba a ver acá... lo mataba. 
-
Tu padre me debe de odiar...- se ríe suavecito.- Siempre ando metida en el medio.
-
Él es el que se mete en el medio. No es parte de ésta familia, vos sí.- y ella le deja un beso en el pecho.
-
Cambiemos de tema, mejor. No hay que darle importancia.
 

Luz cierra la puerta y prende la luz. Es un poco tarde, se entretuvo demasiado con Emilia. Deja las llaves en la mesita y va a la cocina a tomar agua. Cuando se para en la puerta de dicha habitación, ve a su hijo y nuera dormidos en el sillón, tapados con una camisa. 
Se pregunta como hará Lali para respirar, cuando es Peter quien duerme sobre su pecho. La escena es conmovedera, y por eso sonríe de costado, como su hijo. Le toca el hombro y él la mira con ojos chinos.

-
Llevála a la cama que se va a contracturar toda.- le pide. Él la envuelve en la camisa y la pone entre sus brazos.
-
Pobrecita, está muy cansada...- la apreta a su pecho.- Me dijo que estuvo papá acá ¿Cómo estás?
-
¿Qué?- ella levanta las cejas.
-
Ah... no, nada.
-
¿Cómo que estuvo tu padre acá? - deja el vaso de agua y lo mira.
-
Si, me dijo Lali... pensé que sabías.
-
No ¿Por qué no me dijo?
-
No sé... viste como es ella, se guarda las cossaas para no preocupar  la gente. 
-
¿Y qué quería Pablo? 
-
Ya fue má, dejála por esa. Lo importante es que no pasó nada.
-
¿Seguro? ¿No le hizo nada?
-
… Que yo sepa, no. Por lo menos ella no me dijo nada.- Luz levanta las cejas.
-
Averiguá bien. Capaz que le hizo algo y no te quiso decir nada... viste como es tu padre, no se controla cuando no tiene lo que quiere. 
-
Si, tenés razón. Mañana le pregunta.- suspira.- La voy a llevar antes de que se despierte... Bajo y hablamos. 
-
No hijo, andá y dormí que es tardísimo. Yo también me voy a acostar.
-
¿Segura?
-
Si... que descansen.- deja un beso sobre la cabeza de su hijo y se fue por las escaleras. 



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Si querés que te avise cuando publique un nuevo capitulo, twitteame a: http://www.twitter.com/CamiAmaral7 y te pongo en la lista. Sugerencias, dudas y comentarios respecto a la novela también en twitter.

COMENTARIOS SOBRE EL CAPITULO, EN EL BLOG.   

10 comentarios:

  1. mas novee! Apareciste por fin :)

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  2. Me los imagino asi re tiernitos! Subi mas..

    Flor..

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  3. Fue largo el cap de hoy que bueno! (:

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  4. Al fin volvió ya se estaba haciendo una eternidad!1 Me encanta es un tierno más!

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  5. por fin el reencuentro!! ame el capitulo, ojala el padre de peter no haya hecho nada y no vuelva a aparecer.

    @francigatica

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  6. Lo único que lamento de esta novela es que no la publiques todos los días.
    Es un placer leer novelas bien escritas, con ortografía, distintas y tan lindas!! -Leí todas tus novelas-
    S.

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  7. por fin nove!!! ojala que publiques todos los dias, es muy bueno lo que escribis! no se vale tantos dias de intriga.!!

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  8. Opino lo mismo que Lali , no hay que saltarse etapas

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  9. Lei tooooodaaa la nove y Me encantooo!!!!!!

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