-
¿Ya está?
-
Si, listo.
-
Pensé que te ibas a traer más cosas...
-
¿Cuatro valijas gigantes y dos cajas te parecen poco?- se sienta,
abrochando el cinturón.
-
Si, pero... bueno, como quieras. ¿Puedo volver a decirte lo feliz
que estoy de que estés acá?
-
Gracias, tía. Yo también estoy feliz, ansiosa por volver.
-
Okay. Entonces vamos.- encendió el cuatrirodado.
Baja
la ventanilla y saca los anteojos de su vista, para ver con mayor
claridad. Respira hondo; aquélla ciudad, entre tantas, era su
predilecta.
Llegaron
a la casa en Palermo; asistiría a un colegio a solo cinco cuadras.
Había llegado con el curso una semana avanzado, iba a costar ponerse
al día, pero ya encontraría la forma de arreglarlo.
Mientras
tanto, se conforma con bajar sus pertenencias, subir al ascensor del
lujoso edificio y meter las cosas en la que era su nueva habitación.
La ropa en el placard, el mural de fotografías que tardó tres horas
en armar; algunas cosas en el baño, otras en el escritorio; Revisar
los estantes para chequear lo que su tía le había comprado: libros,
cuadernos, lapiceras y marcadores de todos los colores. Dejar una
mochila pronta, llamar a aus padres, dejarles un mensaje en el
contestador avisando que ya había llegado, estaba bien y contenta.
-
¿Qué hacés?- se sienta en el sillón donde su tía tecleaba.
-
Arreglaba unos archivos que me mandaron.
-
Que trabajo tan extenuante ser una productora musical ¿No?- ironiza.
-
Ahora estoy de vacaciones... cuando arranque devuelta en tres días,
me vas a pedir una foto para poder acordarte de mi cara, porque no me
vas a ver ni en figurita.
-
¿Tan solicitada estás, che?
Bastante.
A Nicolás se le ocurrió hacer un concurso televisivo para buscar
talento nuevo, y tenemos mucho trabajo, diseñar el programa,
encontrar quien lo televise mejor...
-
Ah ¿Cuando empezaría?
-
Y... recién en unos dos meses los castings, así que empezará a
mitad de año, más o menos...
-
Okay, avísame si puedo ayudarte en algo...- palmeás su pierna.- Voy
a salir a correr, así hago ejercicio y reconozco el barrio.
-
Dale. No vuelvas tarde, vamos a celebrar tu regreso y mañana tenés
clases...
-
Ya sé. No tardo más de una hora, promesa.
Cambia
su ropa por una más deportiva; se enchufa los auriculares y baja en
el ascensor estirando. Sale corriendo, y ¡qué felicidad! Estar
corriendo por aquéllas calles. La mayoría de las cosas no habían
cambiado, a pesar de los tres años en los que había estado lejos.
Había
un comercio de ropa nueva y habían agrandado la confietería; pasa
por el colegio Mandalay que
tanto quería y había sido evidentemente pintado; naranja, celeste,
verde, colores bien fuertes y alegres, como le gustaba.
Y seguir corriendo y ver
nuevos locales, la mayoría de ropa. Y ¡Qué indumentaria! Luego
tendría que pasar por allí y llevarse algunas prendas.
Las casas de algunos de sus
amigos... No se anima a golpear, porque no estaba en fachas y porque
hace tanto tiempo que no los veía, que la noticia les caería como
un balde de agua fría.
Algunos lugares se habían
vuelto mejores, otros se conservaban iguales u otros estaban peores;
lo clásico. Gira deshaciendo sus pasos a la casa, ésta vez
trotando. Llega y su tía no está, pero había dejado una nota en la
mesa avisando que iba a comprar comida china – y pasar por su
trabajo a dejar unos papeles e indicaciones. Aprovecha para darse una
ducha escuchando música de la computadora, esa que se había traído
del viaje.
Al salir, secándose el pelo
y en bata, se encontró con la presencia de su tía en el living.
Movía sus delgadas caderas al son de la música, mientras servía la
comida en platos cuadrados.
- Ay, perdón... - baja la
música y vuelve.
- No ¿Por qué sacaste?
Estaba buena esa música ché ¿Quién es?
- David Guetta, tía... el
Dj francés número dos, top del momento allá... fui a una fiesta en
la que él estaba la verdad es un groso así, con todas las letras.
- Ah, que bueno... me gusta
el estilo, aunque es un poco repetitivo el sonido ¿No?
- Si, esa es la idea. La
música repetitiva te genera como un trance medio loco cuando
bailas... mejor no te cuento, te avergonzarías de ser mi tía.
- No, contáme...- se sentó
en la mesa, puesto que había terminado de servir.- Me vas a tener
que contar todo lo que pasaste allá...
- Tía, hablaba con vos una
o dos veces por semana... No creo que hayan cosas nuevas para contar.
- Bueno, no sé. Algún
detalle se te habrá pasado... No me hablaste demasiado de chicos,
por ejemplo... Y no creo que hayas estado solita, solita por tres
años.
- Bueno... algo hubo,
pero... nada formal.
- Está perfecto. Viví la
vida, que todavía sos jóven para andar con compromisos, es el mejor
consejo que te puedo dar.- se rió.
Y eran las doce de la noche
y continuaban de sobre mesa; a pesar de que se llevaban 9 años, la
rubia aparentaba menos, y la morocha más por su actitud, así que
era muy fácil entenderse.
Finalmente, y riendo, cada
una se dirigió a su habitación; a pesar de que la charla podría
haber continuado por horas, tenían responsabilidades al día
siguiente. Empezaba la “nueva” vida.
Me encantó!! Aunque estoy deseando saber como sigue, y de que aparezca Peter!! Una duda, la tía de Lali sería Emi?
ResponderEliminarMaría
Si! La tía de Lali es Emi :) Un beso.
Eliminarme encanto, espero el proximo!!
ResponderEliminarMe ENCAAAAANTOOO, NO espero nada, QUIERO OTRO YAAAAAA!
ResponderEliminarUN BESOTEE
Ro
me gusta el primer capitulo !!!! :))
ResponderEliminarya estaba deseando de leer una nueva novela tuyaa ...
@DsiiRS
Ai amei el primero capitulo espero mas logo quiero laliter besos...
ResponderEliminarVolviste!!!!!!,te he seguido leyendo tus noves en fotolog pero ahí no podía firmar,ahora cuentas conmigo para los comentarios.
ResponderEliminarPinta linda la historia!