jueves, 22 de marzo de 2012

CAPITULO 8.



La charla se prolongó por las siguientes dos horas. Lo que menos hacían era comer, porque el caso era que ambos estaban muy interesados en conocer datos y anécdotas sobre el otro.

- Gastón...
- ¿Qué?
- ¿A cuánto estamos del gimnasio?
- Cómo a veinte minutos ¿Por?
- Porque son siete menos cinco.
- Jodéme.- se puso serio.
- ¡Vamos a llegar tarde Gastón! - tse queja. Él rubio levantó la mano y enseguida vinieron, pagó y cruzaron la calle corriendo.

Llegaron al gimnasio y Jimena los esperaba sentada en el suelo.

- Te juro que no fue intencional.- ella se excusa.- Se nos pasó el tiempo, enserio, disculpa.
- Ahora no hay problema, porque van a tener que quedarse más tiempo... pero cuando tengan ensayos, cada minuto es muy valioso. Ténganlo en cuenta, porque es muy importante. Hoy empiezan a entrenar los soñadores, no sé si estuvieron siguiendo los castings por televisión, pero son reconocidos, responsables y exigentes, así que van a tener que estar al ritmo.
- ¿Los soñadores, enserio?
- Si. Ah, y van a tener que venir cinco horas mañana, a menos que quieran venir dos mañana y tres el domingo.
- ¿Cinco horas?- la molestia de Gastón se hizo notar.
- Si ¿Algún problema?
- No, Gastón no tiene ningún problema ¿Por qué no empezamos? Para no gastar más tiempo ¿O tenemos que esperar a los otros chicos?
- No, no hay que esperarlos, vienen en media hora. Empiecen a calentar, a ver si le sacan ventaja.

A la media hora empezó a llegar gente. La mayoría era masculina, y en total, eran 10; el gimnasio constaba de dos pisos, y al segundo se fueron otros diez, con otro personal trainer.
Lali teníaa a Julieta y Judith a sus costados; por parar la oreja se entera de que los dos chicos junto a Gastón se llamaban Facundo y Leandro.
Las cosas se hacían más amenas cuando estaban de a muchos; ver al de al lado trabajar motivaba, pero también desanimaba: Mariana encuentra que su cuerpo no era tan trabajado, ella apenas tenía marcas de los músculos, cuando Judith tenía abdominales marcados.

- Ah... me duele, me duele...- se quejó Gastón.
- Sos flojo, eh...
- ¿Flojo? ¿Vos me estás jodiendo? ¿Vos viste todo lo que nos hizo hacer? Lali, entramos acá a las siete y son las once y media de la noche ¡Cuatro horas y media en el gimnasio!
- Y mañana tenemos cinco.
- ¿Vos estás buscando que pongan un bailarín de prueba remplazo?
- No, estoy buscando hacerte caer en la realidad. Hay que trabajar, Gastón, vos mirále el lomo a todos los soñadores y miranos a nosotros... si queremos llegar a algún lugar, vamos a tener que laburar, no queda otra.
- ¿No te duele nada?
- Todo. Pero pensálo de ésta manera, vos llegas a tu casa y no tenés nada que hacer. Yo tengo una millonada de deberes para la semana que viene.- recuerda.
- ¿Cómo podés con todo?
- Ésto es lo que quiero. Lo elegí yo, nadie me obligó, entonces no tengo derecho a quejarme. - sube al auto y se abrocha el cinturón, después de cerrar la puerta.- Llegó a mi casa, hago todas las tareas, como bien, descanso, y mañana voy a estar como nueva. Quejarme no me sirve de nada.
- Si, esperemos... yo creo que ni como y paso directo a la parte de dormir.
- ¿Estás loco? ¿Cómo no vas a comer? Te vas a levantar re mareado y débil.
- ¿Cómo sabés tanto?
- Me interesa mucho la salud. Siempre dije que voy a estudiar comunicaciones, y talvez después estudie nutricionismo.
- Tenés muchos planes para tu vida...
- Claro ¿Vos no?
- Mi plan es triunfar en la música... pero para eso no hay una facultad ni nada por el estilo.
- Deberías elegir una carrera. No todos llegan al mundo de la música y es bueno tener una segunda opción... - él la miró un segundo antes de doblar – No digo que vos no lo vayas a lograr, no puedo juzgarte porque no te escuché cantar todavía... Pero es muy difícil llegar, Gastón.
- ¿Siempre tenés ese tipo de respuestas?- se rió.
- ¿Qué?
- Esas respuestas tan... que dejan contenta a la gente, pero dicen lo que pensas.
- Yo digo lo que pienso... y no siempre dejo contenta a la gente. Pero prefiero ser honesta a mi misma, y a quién soy.
- Bueno, a mí el solo hecho de que seas así me deja contenta... Me gusta como sos, que pienses así... Me gustas.
- ¿Ah si? - menos mal que ya había salido con los cachetes rojos del gimnasio, si no sería demasiado evidente. Le da una sonrisa tímida.
- Si.- detuvo el auto en la puerta del edificio.- Me gustó mucho pasar el día con vos hoy... me divertí mucho.
- Yo también.- ella sonríe mucho. - ¿Nos vemos mañana, entonces? Tenemos gimnasio a las diez.
- No me hagas acordar que ya me siento mal.- se rió.- Te paso a buscar ¿No?
- Si querés...
- Si, quiero. - sonrió.- Nos vemos mañana.- aumentó su sonrisa. Acerca la cara para dejar un beso en su mejilla, pero él la corrió en el último segundo y entonces chocaron sus labios.

La acción fue principalmente de él; fue un beso con ansiedad, un beso con nervios, pero un beso lindo. Se separaron al minuto, y ella enseguida baja los ojos al fondo del auto.

- Nos vemos mañana.- habla más bajito saliendo del auto. Sube los escalones hasta la puerta del edificio, se gira y él recién estaba reanudando la marcha. Ambos se dieron una sonrisa, y él se marchó.

Entra en el edificio flotando en una nube. Sube a escaleras, tenía algo así como hiperactividad. Llega al tercer piso, la puerta estaba abierta para atrás, y Emilia sentada en el sillón, de espaldas. Cierra la puerta abierta, y ésta hizo un poco de ruido.

- ¡Ay! - Emila se giró y la miró.- Lali, dios mío ¿estás bien? - se levantó y caminó hacia ella.
- En mi mejor momento ¿Por qué?
- ¿Cómo por qué? Son las doce de la noche ¿Desde cuándo se supone que llegas a ésta hora?
- Tuve doble entrenamiento.
- ¿Y por qué no me avisaste? - se quejó, pero más calmada.
- Como siempre llegas muy tarde pensé que ni siquiera te ibas a dar cuenta, no creía que fuera a hacer alguna diferencia.- se encoge de hombros.
- ¿Es un reproche?
- No. Me dejaste muy en claro cuando llegué que no ibas a tener tiempo para estar acá y no me quejo, bastante agradecida estoy de que me dejas estar en tu casa.
- ¿Cómo no te voy a dejar acá? Sos mi única sobrina...- sonrió.
- Me voy al cuarto. Tengo mucha tarea y mañana tengo cinco horas de gimnasio temprano, así que quiero descansar.
- ¿Qué querés comer?
- ¿Algo liviano, puede ser? Ensalada o algo por el estilo.
- Okay, ya te preparo.- sonrió.
- Tía ¿Mamá no llamó, de casualidad?
- No que yo sepa ¿Por qué?
- Nada, por saber. Desde que llegué no hablo con ella.
- Debe de estar tensa la situación allá ¿No?
- Con la comunicación nunca hubo problemas... pero no importa.- sonríe.

Entra en el cuarto, deja el bolso. Revisa todos los cuadernos en busca de cuales tenían tarea, los deja apartados. Saca tres libros de los cuales tenía que sacar información, hace los resumenes en la computadora para mayor agilidad, y los pasa al cuaderno.

- Acá tenés, preciosa...- dejó el plato de ensaladas enfrente.
- Gracias, tía.- le sonríe.
- ¿Te puedo ayudar en algo?- titubeó.
- Te quedaste preocupada porque dije que no estás nunca ¿No?- la mira.
- Cómo me conocés, eh...- pasó una mano por su pelo, despeinándolo.
- Enserio tía, no te preocupes. No tengo ningún tipo de reclamo que hacerte, es más, casi nunca estoy yo tampoco en casa...
- Contáme en que andas.
- ¿Ahora? Estaba haciendo unos deberes de...
- No, no pregunto que haces ahora... pregunto en general.
- Y... hoy tuve entrenamiento con soñadores, y la verdad me decepcioné un poco de mi misma... creí que tenía un buen cuerpo ¿No? Que tenía músculo, todo, pero los vi a ellos y, wow, tienen muchísimo más cuerpo.
- Convengamos que ellos deben de llevar mucho más tiempo que vos trabajando de ésto ¿No? Y además vas a sacar mucho más cuerpo cuando empieces con los ensayos.
- ¿Cómo sabés?
- Por que te das cuenta, como empiezan todos el certamen y como lo terminan, con cuerpo mucho más desarrollado.
- Si, puede ser.- sonríe dejando el lapiz sobre el cuaderno.
- ¿Hay algo más que quieras contarme?- levantó los ojos.
- Gastón... mi compañero de baile... hoy me besó.
- ¡AHH! ¿Cómo que te besó? - Emilia podía ser tan chiquilina cuando quería.
- Si, yo que sé... me invitó a que vayamos a almorzar juntos, pasamos toda la tarde juntos conociéndonos... y cuando me trajo a casa después de entrenar, me besó.
- ¿Y estuvo bueno? ¿Cómo te sentiste? Contame.
- No sé... nerviosa, supongo.
- ¿Nerviosa? ¿Nada más?
- Ay, yo que sé, tía... me agarraste estudiando historia, ya me olvidé.
- Ah, o sea que el beso no significó nada.
- Si, me dejó contenta, yo que sé... subí las escaleras de la euforia.
- Ah, esa respuesta me gustó más.
- Pero...
- Ahí viene la parte mala.
- No sé, por una parte me parece que es muy grande para mi, tiene 25 años.
- ¿¡25 años?! ¡Esa parte nunca me la contaste!
- Me gusta porque es como más decidido ¿No? Más hombre... pero por otra parte puede que a lo mejor él quiera cosas que yo no.
- Y bueno, fijáte Lali, dejá que pase el tiempo. Ahora lo importante es que no te hagas ilusiones, porque un beso no significa lo mismo para todos.- apoyó las manos en sus piernas.- Y mañana vas a ver como reacciona, si hace como que no pasa nada, si demuestra interés... y ya sos bastante grandecita como para darte cuenta de que cosas está buscando o esperando alguien de vos.
- Tenés razón.
- Cométe esa ensalada con churrasco que estás muy flaquita, y termina tus trabajos lo antes posible así descansas. Tenés una vida intensa, Lali.
- La elegí yo. Pero no te preocupes, solo tengo que pasar éstos resúmenes a los cuadernos y listo.
- ¿Eso es un resúmen? ¿Por qué es tan largo?
- Porque ES un tema largo. No te preocupes, es un toque.
- Okay. Cualquier cosa voy a estar en mi cuarto.
- Dale.
- Que descanses.
- Vos también.

Come la cena mientras pasaba las cosas. Termina a las dos y media, acomoda las cosas y se acuesta, muerta de sueño.

5 comentarios:

  1. Ai mas plis me cop la nove pero quiero mas laliter besos...

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  2. No, con gaston no!! y peter cuando empieza a intervenir más?? Más nove!
    @vale_cadenas

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  3. yo no aguantaria el ritmo de lali
    si cuando empiezo a cursar, llego hecha pedazos y eso q no hago mas nada jajaja
    beso
    @Ari_StaFe

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  4. Me canse nada mas k d leer el ritmo del dia k llevo Lali,x Dios,k desde luego k le gusta,para aguantar tanto,y estar tan fresca.

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