La alarma sonó y la apaga
con la mano, bruscamente. Se levanta, camina hasta el baño y de
camino ve que su tía ya no estaba. Bufa.
Se higieniza y peina: una
cola alta y el flequillo para adelante. Vuelve al cuarto y se viste.
Desenchufa el celular que había quedado cargando y ve que no había
nada nuevo; ni mensajes, ni llamadas perdidas. Prepara un café
cortado y lo toma despacio, el mal humor siempre la enlentece.
Faltan 8 minutos y Rocío no
llega; así que después de trancar la puerta y bajar por el
ascensor, camina sola las cinco calles para el colegio.
Había llegado demasiado
rápido para su gusto; Ni Euge, ni Rochi, ni la castaña Candela
habían llegado.
- Hola Lali ¿Cómo estás?-
estaba sentada en su pupitre, mirando por la ventana.
- Hola Peter.- gira su
cabeza algunos grados y besó su mejilla.
- ¿Y las chicas?
- No sé, no llegó ninguna.
- Si querés me siento con
vos.
- Si, como quieras…- él
se sentó.
- ¿Estás bien vos?
- ¿Por?
- No sé, estás como
deprimida…
- No llegué a la depresión,
pero si estoy un poco triste…- suspira, él la miró con
curiosidad.- Cambiaron un poco las cosas desde la última vez que
estuve acá y me cuesta un poco acostumbrarme.
- ¿Cambiar cómo?
- Antes éramos mucho más
compactos, cada cosa que pasaba nos la contábamos. Hoy no vinieron,
Rochi me iba a pasar a buscar y ni siquiera me avisó que no venía.
Agustín y Victorio son dos grandes amigos y todavía no los vi desde
que llegué.
- Bueno, Rochi tiene muchas
cosas en la cabeza, hay que entenderla ¿No?
- AMAS a Rochi ¿No? – le
regala una sonrisa.
- Si, es la única persona
que me entiende de verdad… pero es mi amiga, nada más.
- Si, ya sé, ella me dijo
lo mismo.
- ¿Hablaron de mí?
- Si, me llamó la atención
su relación tan unida…
- Compartimos muchas cosas,
lo que pasa. Y estuvo conmigo en los malos momentos que pasé… eso
vale.
- ¿Y no le tenés un poco
de ganas, nada?- lo mira extrañada y él se rió.
- En una época nos
confundimos un poco con eso, intentamos pero fue muy raro, incómodo.
- Ah… ese detalle se lo
salteó Rochi.
- Lanzani y compañía,
silencio.- miraron al frente y la pizarra estaba casi toda llena.
-
Es que en realidad, quedamos en olvidarlo, para que nadie nos jodiera
con eso…- habló en susurros y empezó a copiar en el cuaderno
tapadura,
ella lo imita.
- ¿Y entonces por qué me
lo decís a mí? Ahora yo puedo chantajearlos…
- Rochi siempre habló
maravillas de vos, no creo que seas ese tipo de persona.
- ¿Habló de mí?
- Bastante… por eso se me
hizo fácil reconocerte. Cada tanto hacían un chiste sobre la altura
y decían que te extrañaban mucho.
- Si, mucho no se nota
igual.
- ¿Por qué no las invitas
vos a algún lado? ¿Vas a venir el sábado que viene?
- ¿A dónde?
- Siempre después de la
primera semana vamos a un boliche, pero nadie pudo el fin de semana
pasado ni éste, así que se pasó para el próximo.
- Ah, no sabía.
- ¿Vas?
- No sé, depende de las
chicas.
- Obviamente ellas van.
- No es por eso, es que van
a insistir para que tome alcohol, y yo mucho no puedo.
-
¿Por? ¿Te noqueas
fácil?
- No, por mi trabajo.
- ¿Trabajas? ¿De qué?
- Lanzani y Espósito,
segunda y última llamada de atención, la próxima afuera.
- Soy bailarina y cantante,
pero solo de prueba.- explica a la salida.
- ¿De prueba?
- Si. Los coreógrafos y
coaches de canto ensayan conmigo las cosas que tienen mente, le hacen
modificaciones al ver como queda en escena y después le enseñan a
los bailarines y cantantes verdaderos la coreo o canción final.
- ¿No es más fácil que se
lo enseñen al bailarín y listo?- frunció las cejas.
- No, porque se ahorran todo
el tiempo de modificación… los bailarines reales, no tienen
tiempo.
- Ah…bueno, es una buena
forma de empezar ¿No?
- Empiezo y terminó ahí.
No me interesa avanzar.
- ¿No?
- Si, en realidad si, pero
no disfruto de la exposición así que no creo que llegue lejos.
- Ah.- asintió.- Hoy en día
todo es exposición… raro que seas diferente.
- En Inglaterra estuve muy
expuesta por mi nacionalidad y no me gustó.
- ¿No les gustan los
argentinos?
- Soy estadounidense, en
realidad. Y hay mucha rivalidad entre ellos.
- ¿Enserio?
- Si. Mis padres vivieron en
Estados Unidos tres años, yo nací al segundo año. Después nos
vinimos para acá y a los casi catorce nos volvimos a mudar a
Inglaterra.
- ¿Por qué viajan tanto?
- Papá es arquitecto.
- Ah, entendí. ¿Y tu mamá?
- Es bailarina de ballet,
pero se retiró hace años.
- Ah, saliste a ella.
- Si… en realidad somos un
poco diferentes, a ella le interesa más la técnica, yo pienso en el
sentimiento, la pasión que se pone al bailar.- él se frenó.- ¿Qué
pasa?
- ¿Qué, no vivís acá?-
señaló el edificio.
- Ah, si.- carcajea.- No me
había dado cuenta. Hablé mucho ¿No?
- Si, pero de cosas
interesantes.- sonrió.
- La próxima te toca
hablar, no me contaste nada de vos.
- Yo vivo a siete cuadras,
si Rocío no te pasa a buscar el lunes avisáme y paso yo… si
querés.
- Okay…- anota su número,
él escribió el de ella.
- Nos vemos Peter.
- Nos vemos, Lali. –
sonrió, dejó un beso en su mejilla y se fue bajo el túnel de
plátanos.
se va planteando la cosa,y me gusta,pobre lali se siente rara,suele pasar cuando uno no está en un grupo por un tiempo y vuelve se siente así como colgada,los demás a veces se unieron más entre ellos y uno queda como afuera
ResponderEliminarAi que tiernos mas capi plis besos,,...
ResponderEliminarMe encanta.. de a poco se van acercando más nove!
ResponderEliminar@vale_cadenas
k no fuera ninguno a clases ,les dio la oportunidad d conocerse mejor.
ResponderEliminarMaaas noveelaa! me encantaaa mcvjgjhgbj
ResponderEliminarEso!!! Más acercamiento Laliter!!
ResponderEliminar:D
María