- ¡Piiiiiiitt!- sintieron
la voz al otro lado de la calle y enfrente había un parque enorme.
Habían entrado en un barrio privado, y en la plaza habían muchos
chicos, de los cuales conocía a la mayoría.
Mientras se acercaba,
después de cruzar la calle, divisa más claramente a las seis
personas, sentadas sobre una gran manta a cuadros, con una bandeja en
el medio, una guitarra a un costado y el mate en manos de Candela.
- Lali ¿Qué hacés acá?-
Eugenia la miró sorprendida cuando se sienta a lo indio al lado de
Peter.
- Yo la invité.- sonrió
Pitt, orgulloso.
- ¿Pasa algo de que haya
venido?- consulta.
- No, obvio que no. Solo que
no te esperábamos...- sonrió Rocío.- Ellos son María y Benja, son
mellizos y van al cole, no sé si los viste.
- No, no presté mucha
atención. Un gusto, soy Mariana pero me dicen Lali.
- Igual.- sonrieron los dos.
- Agustín y Vico habían
ido a comprar facturas, estaban por volver así que se van a volver
locos...- sonrió Euge.
- Si, eso espero, ni
siquiera se aparecieron por el colegio ésta semana...
- La vagancia en persona...
- ¿Hablaban de mí? -
Agustín y Victorio se sentaron con una bolsa entre manos,
despistadamente.
- Si, su amiga nos estaba
contando de lo vago que eran y complementábamos la opinión diciendo
que lo siguen siendo.- sonrió Meri.
- ¡Na, jodéme! ¡Volviste
petiza!- Agustín atravesó la manta arrodillado, llegó hasta ella y
la abrazó.
- ¿Vos me estás jodiendo,
Agustín? ¡Te mandé como mil mensajes avisándote de que volvi!
- Lo tengo sin batería
petisa, estoy desconectado de la sociedad.
- ¿Cómo estás loca?-
Victorio la levanta y la gira por los aires.
- ¡Ay para Vico! Jajaajaja
pará, basta, me vas a hacer arrojar todo. - se ríe y él la baja.
- Yo si tengo batería, y a
mí nunca me llegó ningún tipo de mensaje avisando que volviste.
Sino sabés que sería el primero en estar ahí.
- Pero el primero fui yo.-
se enorgulleció Poli, que tenía un pan con grasa y el mate entre
manos.
- Y no me avisaste nada,
cara rota.- le dejó un golpe pequeño en la nuca antes de sentarse y
sincharla a ella de la mano para que se sentara a su lado.
-
Es que supuse que alguien te iba a avisar... pero parece que no fue
tan relevante el hecho de que volviera después de tres años ¿No? -
lo mete al
pasar.
- Ayer no me avisaste que no pasabas por casa, Ro.
- Si, es que me quedé a
dormir en la casa de Cande, y nos dormimos, para cuando me desperté
me pareció que ya debías de estar en el cole hace horas.
- Ah... ¿Vos también te
quedaste Euge?
- No. Yo me dormí a secas,
en mi camita.- Eugenia + Cama = Un solo corazón.
- Chicos ¿Ustedes piensan
arrancar el año así? ¿Ustedes con una semana de faltas?
- Bueeno, las reponemos y no
faltamos a fin de año.
- Si, los quiero ver.
Mientras yo esté durmiendo, empezando mis vacaciones una semana
antes porque voy a faltar como siempre, ustedes van a estar yendo a
clase.
- Ah, pero volviste más
filosa que cuando te fuiste, eh... - se rió Agustín.
- Bueno, basta, estoy muy
cansada de hablar, charlen ustedes mientras yo descanso.- se tira
hacia atrás, apoyando la cabeza en las rodillas de Vico.
- Volviste menos fiestera
también, eh... Aunque siempre fuiste la menos fiestera del grupo.
- La más cuidadosa del
grupo.
- Ah, si. La invité a la
fiesta del sábado que viene, también.- sonrió el que, se enteró,
se llamaba Pedro en realidad.
- Bueno, la estás invitando
a muchos lados vos ¿Qué anda pasando?- Eugenia lo miró con
picardía.
- Y nada, como tiene unas
amigas que no le dan ni bola, yo la invito para que se sienta
bienvenida ¿viste?
- Ay... ¿Te sentiste muy
sola? - Eugenia estiró su mano hasta acercarla a la suya.
- Si, un poco... nada
grave.- negó.
- ¿Nada grave? Si no
llegaba yo se tiraba por la terraza del colegio, más o menos.- se
rió Peter. Le pasaron el mate pero lo siguió hacia Rocío, sentada
a su lado.
- Ah bue, ah bue, ah bue ¿Me
vas a cobrar toda tu vida el hecho de haberme acompañado por un día?
- Sh... estoy intentando
hacerlas sentir mal.- le habló bajito, pero obviamente todos
escucharon.
- Ah... Ah, bueno, dale,
dale nomás.- los dos se rieron.
- Y ahí viene la parte en
la que nos confiesan que están perdidamente enamorados el uno del
otro, se acercan en cámara lenta, desaparecemos todos de cuadro, las
hojas secas se levantan en el aire y se besan ¿No?- que imaginativa
que podía ser la flaca Candela.
- Si, claro.- se ríe.
- No, aparte parece que Lali
ya tiene un candidato al final de película, eh...- lo mira de ojos
grandes, apreta los dientes rogando que se callara y él se ríe.
- ¿Y eso?
- Nada, pavadas que inventa.
- ¿Ah, si? No sonó muy a
pavada.- y Rocío conocía a su amigo para saber cuando inventaba y
cuando no.
- Nada, presenció media
discusión con mi compañero de trabajo y cree que puede
enjuiciarme.- le sacó la lengua y él se rió.
- ¿Tu compañero de
trabajo? ¿El bailarín?
- ¿Bailarín?- María te
miró sorprendida.
- Soy asistente coreográfica
general.- y se sentía mucho mejor de llamarse así.
- Hasta hace dos días eras
“bailarina de prueba” - se rió Euge.
- Bueno, pero ahora encontré
un nombre más técnico. Nada, hubo un... algo así como un roce con
él y nada, después no sé que le pasó que se puso re loco porque
le dije que no me tenía que llevar porque iba para el otro lado.
- ¡Jodéme que se puso
celoso! - Candela tenía la bombilla entre sus labios delgados (como
el resto de su figura) y parecía presenciar todo como una película.
- El caso es que no puede
ponerse celoso porque lo conozco hace cuatro días y lo único que
hubo fue un beso... o bueno, dos.
- ¿Coreográficos o
Reales?- levantó las cejas Victorio con recelo.
- Co... - todos la miran.-
Bueno si, fueron besos reales, que quieren que les diga...
- ¿Y se puso celoso el
flaco ese? ¿Le dijiste que venías para acá?- cuestionó Agustín.
- No, le dije que no iba
para mi casa, tampoco le voy a contar lo que hago y dejo de hacer en
mi vida.
- ¡Esa!- Euge levantó su
mano y la chocó con la suya, era la mujer que tenía más cerca
después de María. Benjamín la miró y ella se sonrojó
completamente.
- ¿Perdón? ¿Me perdí de
algo?- se vuelve a sentar con la espalda recta, habían demasiadas
cosas interesantes como para poder descansar.
- ¿Eh?- la miró ella.
- La mirada de rubios ¿Por
algo en particular?
- Otro que roce... - Pablo
metió un comentario entre tosidos falsos y Mariana ríe. Siempre
ríe.
- ¿Estuvieron barra están
juntos? - los mira, primero al que no conocía y luego a su amiga de
años.
- No pasó nada.- los dos al
mismo tiempo, con voz rápida y alta.
-
Ah bue, ese no pasó nada me sonó a “pasó
todo”
- se ríe, y algunos más la acompañan.
- Desliz en un boliche con
mucho alcohol de por medio. Los chupones los vimos todos, menos ellos
que no se acuerdan.- explicó Meri.
- Ah, pero entonces no vale
si estaban en pedo.
- ¡Esa!- Benjamín chocó
su mano.
- ¡Ay por dios! ¡Se tienen
las re – ganas! Para mí que se acuerdan y se hacen los boludos, si
se sonrojan todos cuando se habla del tema.
- No te olvides de las
fotos, Cande.- se rió Agustín cuando le pasó el mate.
- ¿Ay fotos? ¡Ay yo las
quiero ver!- habla con la boca un poco llena, una factura de dulce de
leche que Vico le había pasado.
- En éste momento estoy tan
feliz de que hayas vuelto...- ironizó la rubia de pelo corto.
- ¡Mala! - todos se rieron.
Y la tarde continuó así;
entre risas, anécdotas sobre algún boliche o salida, algún relato
de Inglaterra.
El cielo empezó a nublarse
como a las ocho y media, así que prefirieron levantar las cosas e
irse antes de que empezara a llover.
Victorio se fue a dejar a
Cande – la que vivía más lejos – y Meri que era su vecina,
junto a Rochi, Pablo y Agus; Eugenia, Peter y Mariana viajaron con
Benjamín en dirección a tu hogar.
Y empezó a llover
torrencial.
Y el auto dejó de funcionar
a dos cuadras del edificio.
- ¡Mi3rda!- se quejó Benja
y golpeó el volante con las dos manos.
- ¿Otra vez la batería? No
seas amarrete y lleva el auto al taller, querés..- se quejó Peter.
- ¿Lo empujamos a lo de
Lali y llamamos para que nos den energía?
- ¡Yo no pienso bajarme!-
Euge se cruzó de brazos, Benja bufó.
- Dejá, Benja. Yo acompaño
a Lali a la casa así no se queda acá al pedo. Llamá que yo ya
vengo. ¿Vamos La?- consultó y la morocha asiente. No dice nada,
pero le encanta que le diga La.
Bajaron del auto y corrieron
las dos cuadras al edificio. Llegaron bastante más secos de lo
esperado.
- ¿Querés pasar?- lo mira
cuando se quedó en la puerta.
- No te diste cuenta ¿No?-
se rió.
- ¿De qué?
- Lo hice para dejarlos a
solas..
- Ah.- se ríe.- que buen
amigo sos, mojarte para ayudar a Benja...- Suelta el bolso y las
llaves en el suelo, y se sienta a su lado bajo el techado.
- En realidad, lo hago más
que nada por Euge. Le gusta posta pero se pone muy nerviosa y no sabe
que hacer...
- Te llevas muy bien con las
mujeres...
- Al estar solo con mamá
aprendí que es lo que una mujer necesita, como tiene que ser
tratada.
- ¿Y no tenés novia,
dijiste?
- No. - se rió, miró la
lluvia.- ¿Por qué las mujeres se vuelven locas por un beso bajo la
lluvia?- y te mira.
- No sé, nunca me besaron
bajo la lluvia.
- Lali...
- ¿Qué?
- Tu compañero... Gastón
¿te interesa?
- ¿Cómo hombre, decís? -
él asintió.- Hasta ayer, si. Hoy no quedamos en la mejor situación,
así que hoy, no. ¿Por qué? - él se paró y estiró la mano.
- ¿Qué hacés?- se
levanta, él la sincha despacio hasta bajo el agua.- ¡Estás loco!-
se encoge por el frío.
- Hay que aprovechar hoy...
Quiero saber que tiene de especial un beso bajo la lluvia.- sonrió y
con mucha suavidad, juntó sus labios con los de ella.
Una descarga eléctrica bajo
y volvió a subir, desde su pecho hasta los pies unas cuantas veces.
Sus manos fueron a los hombros de él, las suyas estaban en las
suaves de ella.
Sentía paz, infinita, y una
explosión en el estómago, algo que la quería hacer reír, pero, la
situación era linda como para arruinarla así.
- ¿Y? ¿Qué se siente ser
besada bajo la lluvia?- se separó después de unos minutos y sonrió.
- ¡Lali! ¿Qué te pasó?-
apoya su cuerpo empapado en la puerta, después de cerrarla.
- Ser besada bajo la lluvia
es la cosa más increíble que me pudo pasar.- se muerde el labio y
sonríe.
- ¿Me estás jodiendo? ¡Te
vas a agarrar una neumonía!
- Sonaste como mi madre,
Emilia.
- ¿No tiene veinticinco
años? ¡Un poco más de responsabilidad, ché!
- Eh... si...
- ¿Y ese tono de voz
dubitativo?
- Eh... en realidad no fue
Gastón el que me besó bajo la lluvia.
- ¿Cómo?- la miró
sorprendida.- ¿Quién fue?
- Pedro, un compañero del
colegio...- entra en el cuarto sacándose la ropa.
- Mira mi sobri... saliste
ganadora, eh... ¡Pero no importa! Sabés que si te enfermás y tenés
problemas respiratorios te puede traer muchos problemas con el baile.
- Tenés que pedirle a
alguien que te bese bajo la lluvia, tía. A Nicolás.
- ¿Estás loca? Es mi jefe,
y está casado.
- ¿Ah, enserio? Bueno,
conseguí a alguien que te bese.
- ¡Desubicada!
- ¡Te amo!
Mas novela!" no me encantoo! me encantoo dsjkkhdihjz
ResponderEliminarK buena excusa Peter,lo hiciste x Euge y Benja,ni tu te lo crees,lo hiciste para irte tu con Lali, y aprovechaste muy bien la lluvia.
ResponderEliminarAi amei lo cap por fin laliter el beso el la lluvia ai que lindo mas plis...
ResponderEliminarNo como lo va a dejara peter sólito bajo la lluvia!!! Un tierno el! Más nove!
ResponderEliminarhayy sii me encantooo el beso d lali y peter mas chuchis ♥ :D
ResponderEliminarmasss noveeee ♥♥♥
nueva lectora jajaja