lunes, 19 de marzo de 2012

CAPITULO 5.




- ¡AHHHHHHHHHHH! ¡Ay me muero, hola, hola, hola! - se colgó de la cintura ancha y enrosca sus brazos alrededor.- ¡Ay me muero! ¡¿Cómo estás?!- deja un beso en su mejilla y se baja del koala.
- Bien, y por lo visto vos también... a ver, una vueltita...- la hizo girar de la mano.- Sos como el vino, eh... pasan los años, y cada vez estás más buena.
- Calláte tarado... Rocío me dijo que llegaban hoy, pero no pensé que tan temprano. ¿Cómo estás, Pablo? Contáme todo, veni pasa.- lo sincha por la mano para hacerlo entrar.
- Estoy bien, igual que siempre... vos estás muy diferente, aunque seguís de la misma altura.
- Malo...- le pega en el brazo.- ¿Querés comer algo?
- Y... vengo de un viaje de seis horas sin un mango, así que un sanduchito no me viene mal, viste...- se tocó el estómago.
- Tomá, comé el mío que voy a la cocina a preparar más.- le sonríe dejando un beso en su cabeza y va a buscar más ingredientes.


-... Y nada, el pelotudo de Agustín se olvidó de apagar las luces cuando buscábamos las llaves que se habían caído, y nos quedamos sin batería en el auto. Como no teníamos plata para pagar una carga, tuvimos que conseguir por ahí y tardamos más en volver.
- Mirá que son tarados eh...- se rió, apoyada en los brazos del morocho.
- Bueno, pero no fue mi culpa, fueron ellos, a Vico se le cayó la llave y Agustín se olvidó de apagar las luces.
- Pero vos tampoco te diste cuenta, no le eches la culpa a ellos.- se ríe otra vez, pero dejó de reír y miró la puerta cuando sonó el teléfono que estaba al lado. Se levantas para agarrar el teléfono.
- ¿Quién es?
- Hola Lali, soy Gastón.
- ¿Gastón?
- Si... me quedó de pasada y te quise venir a buscar ¿o te va a llevar alguien?
- No ¿Qué hora es?
- Las siete menos cuarto, tenemos que estar a las siete ¿Te acordas?
- Si, si. Ya bajo, dame un minuto.
- Dale, te espero.
- Poli, me tengo que ir, se me hizo re tarde.- agarra el bolso que, afortunadamente, había dejado pronto en el sillón.
- ¿Disculpáme? ¿Quién es ese Gastón por el que me estás cambiando? - se cruzó de brazos, pero se paró.
- Ya te dije que es mi bailarín, y hoy me acaba de salvar la vida.

Bajaron por el ascensor. En la puerta despide a Pablo en la puerta y él se fue enseguida, Gastón esperaba en el auto.

- Te juro que hoy me salvaste la vida.- se metió en el auto dejando un beso en su mejilla.
- ¿Por?- se rió y aceleró la marcha.
- Nada, estaba con un amigo al que no veo hace más de tres años, y no me di cuenta de la hora que era. Si no me hubieras pasado a buscar, llegaba tarde, iba a quedar como la más irresponsable.
- Tenés 17 años, tampoco se te pide que seas tan responsable.
- No importa la edad, si voy a trabajar tengo que ser responsable. - suspira.
- Bueno, tranqui que estamos bien de tiempo.- sonrió.
- Gracias, me salvaste la vida.
- De nada.- sonrió otra vez.

Llegaron al gimnasio. Se cambiaron y cuando Jimena entró ya estaban los dos estirando sobre el suelo y conversando sobre vaya uno a saber que cosa.

- ¡Ah pero muy bien! Que chicos tan responsables eh...- sonrió. Mira a Gastón y los dos se rieron.- Y que bueno que ya estén estirando, porque hoy vamos a hacer trabajos de estiramiento, porque la mayor cantidad de lesiones que hay son por problemas de estiramiento...


- Ah la pelotita...- sale agarrándose las piernas.
- Estuvo bravo, eh...- Gastón, en cambio, se tocaba los brazos.
- Por dios, pobre bailarines por lo que tienen que pasar.
- ¿Y vos? ¿No tenes aspiraciones de que te pongan de remplazo de algún soñador en algún momento? Por lo que tengo entendido, éste año no tienen mucho bailarín de repuesto eh...
- No, ni loca, no quiero.- niega.
- ¿Por?
- No me gusta la fama, las cámaras, nada.
- Pero entonces ¿Haces ésto como un hobbie? ¿No pensas triunfar en el baile? Todavía no ensayamos juntos, pero por la agilidad parece que te movieras bien.
- En realidad... no, no es un hobbie. Pero no sé si me acostumbraría a la exposición que hoy en día tienen las bailarinas, me gustan las cosas más tranquilas.
- Hoy en día, acá es todo exposición.
- Es verdad. ¿Vos? ¿Hobbie o futuro?
- Con el baile creo que es más hobbie, pero con el canto me gustaría tener futuro.
- Quiero escucharte cantar, eh... por lo que parece le pones muchas ganas.
- Si. Hace siete años que hago guitarra y hace tres que estudio canto.
- Aia, yo estudié seis meses de canto nada más.
- Entonces debes de tener talento natural, porque acá no eligen porque si.- avisó.
- No sé... supongo que lo comprobaremos cuando ensayemos ¿Nos toca juntos?
-Si mal no recuerdo somos los únicos bailarines y cantantes de prueba que hay hasta el momento, así que vamos a tener que trabajar muchísimo.
- Ufa... éste año me llevo por los menos cuatro materias a exámen.
- ¿Todavía estás en el colegio?
- Y si, tengo 17. Estoy en el último año igual, por suerte.
- No sé porque pensé que ibas a rendirlas libres o no rendirlas, es mucho trabajo las dos cosas al mismo tiempo.
- Me es muy difícil rendir materias libres... supuestamente tengo memoria audiovisual, me acuerdo de las cosas porque se las escuché decir al profesor, así que necesito ir a clase. Y no voy a dejar el colegio, lo quiero terminar. Sino no voy a llegar lejos. El año que viene pienso entrar en la facultad de comunicaciones.
- ¿Pensas seguir estudiando?
- Obvio. Quiero tener la mejor calidad de vida posible, y para tener un buen trabajo necesito un buen estudio.
- Si todos los adolescentes pensaran como vos, creo que nos iría mucho mejor a todos.- sonrió y frenó el auto en la puerta del edificio.
- Gracias... por lo que dijiste y por traerme.- le sonríe.
- No, de nada.- abre la puerta. El celular vibró en su bolsillo y lo saca. Perdóname hermosa, pero no llego a la cena, pedíte algo, hay plata en el cajón de mi mesa de luz. Cuidate. De: Emi. Suspira. - Gas...
- ¿Qué?
- ¿Tenés ganas de quedarte a cenar?
- ¿Hoy?
- ¿No podés?
- Quedé de juntarme con unos amigos, lo que pasa... - se rascó la nuca.
- Ah, todo bien entonces.
- Pero podemos comer otro día, si querés.
- No te preocupes.
- No, enserio. Quiero comer contigo... aunque sea un almuerzo, que tengo más energía. Pasáme tu teléfono y arreglamos ¿Te parece?
- Eh... bueno, dale.- intercambiaron los teléfonos allí mismo.
- Mañana te paso a buscar ¿Querés?
- Eh... si, dale.
- Okay, entonces nos vemos mañana a la misma hora...
- Dale, chau.- se gira.
- Lali...- te llamó otra vez.
- ¿Qué?- se vuelve a girar para mirarlo.
- Perdonáme enserio por no poder quedarme, tenía ganas, de verdad.
- No te preocupes, enserio. Nos vemos mañana, Gas.- estira su mano para agitarla en el aire y entra en el edificio.

La ropa sucia en el canasto, puso ropa nueva en el bolso para el día siguiente. Se pone el pijama, deja la ropa pronta para el otro día y también la mochila. Se sienta en la cama con la computadora en sus piernas y escribe unas palabras breves, antes de apagarla y acostarse a dormir.

Les quería contar que hoy me siento un poquito sola. La tía Emi no estuvo en casa en todo el día, Rochi no pudo almorzar conmigo porque se tenía que ir a grabar, Gastón no pudo cenar conmigo porque se iba con unos amigos. Sé que es una pavada, que es solo un día, pero en éstos momentos es en los que extraño estar frente a la estufa a leña, charlando con ustedes sobre las cosas interesantes que nos pasaron en el día. Ahora no tengo a quien contarle nada y me pone triste. Pero supongo que mañana será otro día y las cosas van a ir mejor. Los amo, Lali” 

5 comentarios:

  1. Con Gaston ya va afianzando la amistad.Si k son tristes, los dias k no encuentras quien te acompañe,quien te escuche ,y k te haga sentir bien.

    ResponderEliminar
  2. me gusta muco como se desarrolla esta historia pero quiero más!!
    @vale_cadenas

    ResponderEliminar
  3. Ai que lindo mas Cami espero laliter logo besos...

    ResponderEliminar