- Si
querés hacerme alguna pregunta... estoy lista.- juguetea con el
botón de su camisa.
-
¿Segura?
- Si.
-
¿Cuándo empezó?
-
Cuando entré al Mandalay. Mi padre empezó a ganar mejor, y con mi
madre decidieron anotarme en un colegio pago, y ahí empecé con
todos éstos problemas de autoestima... eran todos perfectos ahí, o
eso pensaba yo.
-
¿Quién lo sabe, además de mí?
- Mi
tía, pero prometió que no se lo iba a decir a nadie. Y necesito que
vos lo prometas también.
-
Obvio, lo prometo. ¿Te sentís así todo el tiempo?
- No,
es solo a veces. Se supone que cuando estoy bajo mucho estrés.
-
¿Nunca se te ocurrió ir a un médico? Por lo que sé las personas
así tienen que tomar medicamentos, a lo mejor te puede ayudar...
- Si,
fui. Pero sentí que el médico no me prestó mucha atención. Me
recetó unos anti – depresivos pero nunca los tomé, no quiero
sentir que dependo de una pastilla para estar bien.
- ¿Por
qué no se lo dijiste a tus papás? ¿No se supone que tendrían que
ser los primeros en enterarse?
- En
la época en la que me empecé a sentir así, ellos estaban teniendo
muchas discusiones, porque papá trabajaba mucho y a mamá no le
gustaba. Entonces yo pasaba más tiempo con mi tía, por eso se lo
dije a ella. Ella me dijo que se lo dijera a mis padres, pero estaban
discutiendo tanto que no les quise sumar una preocupación. Después
le salió el trabajo en Inglaterra, y dejaron de discutir porque papá
ya no tenía que trabajar tanto. Y yo estaba tan ocupada con mi nueva
vida allá que le resté importancia. Además, allá me juzgaban por
ser estadounidense, no por ser fea. - él suspiró.
- ¿Por
qué nunca le dijiste a ninguno de los chicos? ¿No creíste que te
podían ayudar?
- No.
Ahora que lo pienso mejor, a lo mejor si habrían podido. Pero ya
está. Debes de pensar que soy una boba ¿No? - levanta la cabeza
para mirarlo.
- Nada
que ver.
- ¿Y
qué pensás?
- No
sé. Por un lado me siento muy mal, hace tres semanas que estoy con
vos y nunca me había dado cuenta de que te pasaba ésto. Y por otro
lado, te quiero más.
- ¿Me
querés más?
- Si.
Me pone orgulloso que me cuentes ésto que no le contaste a nadie, me
hace sentir especial, y te hace especial a vos.
- No
sé porque te lo dije a vos, en realidad. Siempre lo tuve muy bien
guardado para mí sola.
- ¿Te
arrepentís de habérmelo dicho?
- No
sé.
- No
me gusta que te sientas así, Lali. La próxima vez que te sientas
así, me lo tenés que decir ¿Si? Para que te pueda ayudar. -
suspiró.- ¿Hace cuanto que no te sentías así?
-
Desde hace dos años. Terminé el tratamiento para los dientes y no
me sentí más así por mi cuerpo, me sentí mal pero por la
discriminación a mi nacionalidad.
- ¿Y
por qué te sentiste así ahora? ¿Tiene que ver conmigo?- la miró
preocupado.
- No,
nada que ver. Es por un problema que tuve con mis padres, por eso me
sentía tan mal ayer. Pero no hablemos más de eso ¿Si?
- Una
última cosa... ¿Me mostrás una foto de como eras antes?
-
¿Qué? No. Estás loco.- reniega.
-
Dale, por favor. Quiero saber como eras, es que no me imagino que
hayas sido fea, no te imagino fea. - explicó.
-
Bueno. Pero no te rías, eh. Tengo una guardada.- se levanta para
caminar hasta el escritorio, abrió el cajón y sacó la foto.- No te
rías.- solicita.
- No,
dale. - se la pasa.- Na, me muero. Eras re linda de chica.- se rió.
-
Dale, dejá de inventar, Peter.- se la saca de las manos.
- No,
enserio, eras re linda. Sos, re linda.- volvió a agarrar la foto.-
Más allá de los granitos, que todos tuvimos en algún momento...
Eras re linda.- repitió.- ¿Me la puedo quedar?- la mira.
-
¿Estás loco? Devolvéme esa foto, mirá si alguien la vé, me mato.
- La
voy a poner en un cuadro, para que todos sepan que estoy orgulloso de
la novia que tengo.
-
Estás lo... ¿Disculpá? ¿Qué dijiste?
- Que
estoy orgulloso de la NOVIA que tengo.- repitió.
-
¿Novia?
- Era
lo que querías ¿No?
- No
lo hagas por complacerme y hacerme sentir mejor, Pitt.- pide. Esa
manía de sentir que da lastima.
- No
lo hago por nada de eso. Lo hago porque a mí también me hace sentir
mejor tener una relación seria. Es más, no puedo esperar a ver a
Gastón y refregárselo por la cara. - la hizo reír.- Ahora si,
podemos dar el tema por terminado.- guardó la foto en uno de los
bolsillos interiores de la campera, que estaba colgando de la silla.-
En realidad, no. ¿Dónde hay un espejo?
- En
el baño ¿Por?
-
Vamos. - le estiró la mano.
- ¿Qué
vas a hacer? - se levantó. Él salió al pasillo y buscó el baño,
lo encontró. Entró con ella de la mano y se paró frente al
espejo.- ¿Qué hacés, Pitt?- se rió.
-
Veni...- solicitó señalando el espejo.
-
¿Qué?- se para frente al espejo.
-
Nada, quería que te veas. Para que te quedes segura de que sos
linda.- rodeó su cintura con los brazos y apoyó su mentón en el
hombro de ella, mirando hacia el espejo. Mira las dos figuras en el
espejo, y les sonríe.
- Me
gusta más como quedamos nosotros dos juntos, que yo sola.- pone las
manos sobre las suyas.
-
Rochi tiene razón. Hacemos una linda pareja.- él también miró la
imágen.- Saquémonos una foto, - La.- sacó el celular del bolsillo.
-
Estoy en pijama, Pitt.
-
Estás linda, dale.- sacó una mano de su cintura y apuntó con la
cámara al espejo. Sonrieron y el flash estalló una vez. Se puso de
costado, dejó un beso en su boca y dejó estallar otra vez el flash.
- Te
salió el modelo de adentro, eh. - se queja y él se rió.
- Uy,
tengo siete llamadas perdidas de mi mamá, qué miedo.- miró la
pantalla.
- Debe
de estar loca pobre, no sabe que te quedaste dormido acá. Si querés
llama del teléfono de casa, yo voy a prepararme algo de comer
¿Querés algo? - él asintió. Salió con ella del baño, le pasa el
teléfono y se mete en la cocina.
-
¿Hola? Mamá, soy Peter... si. Ay, mamá, no grites, pará un poco.-
le hizo gracia.-
Estoy bien... mamá, estoy bien. No, no me pasó nada. Si, vi tus
llamados pero no los escuché cuando llamaste. Estoy... estoy en la
casa de Lali.-
y entonces ella sonríe: ¿Su madre sabía quien era?- Si.
Bueno en realidad no, me quedé dormido la intención no era
quedarme, sino te hubiera avisado, ma. Si.-
entonces él sonrió mucho.- Bueno
mamá, no te apures, no te apures que la vas a sacar corriendo. No
hoy no mamá, otro día más adelante. ¡Basta mamá! - se
rió.- Te
cuelgo que estoy gastando teléfono ajeno. No sé, dentro de un rato.
No, un rato largo. Vos también. Chau.
-
¿Todo bien?- deja los aderezos sobre la mesa, ya que estaba fritando
hamburguesas.
- Si.-
se rió.- ¿Te ayudo?
- No,
ya está. Peter ¿tu mamá sabe quien soy?
- Si.
A mi mamá le cuento absolutamente todo. No tengo secretos con ella.
- Ay,
que lindo...- sonríe. - Debe de ser lindo llevarse así con la madre
¿No?
- Si,
aunque a veces puede ser un poco insoportable. Le dije que estamos de
novios y ya quiere que te lleve a casa a comer y no sé que más.- se
rió.
-
Parece buena onda, eh...- habla desde la cocina.
- Es
que si la conocés ahora, en un mes te hartó y me vas a dejar para
no tener que verla nunca más.
- Qué
tarado.- vuelve con las hamburguesas y el pan.
- Al
final no me dijiste si querés que la relación sea pública o no.-
se sentó en la mesa.
-
Eh... y no, yo preferiría que no sea pública ¿No? Pero no dejemos
de salir y todo eso, tratemos de mantenerlo lo más discreto
posible.- solicita.
-
Perfecto.- sonrió.
Se
sentaron en los sillones y charlaron, un rato largo, comiendo
hamburguesas. Y la risa siempre estaba presente en las anécdotas,
porque todo en sus vidas era maravilloso, nada era lo suficientemente
grave cuando estaban juntos.
-
Entonces ¿Sin contrato?
- Si,
sin contrato Emi. Cualquier suma de dinero es muy grande para 10
participantes. Sería un ahorro drástico, y ellos no lo van a
demandar, les es suficiente con tener ésta chance...
- Ah,
hola chicos...- su tía entró acompañada de un hombre, que no era
Nicolás, y brazos cargados de carpetas.- Él es Camilo Torre, un
compañero de trabajo... Camilo, ella es mi sobrina Mariana, y...-
miró a Peter, sin saber que definición exacta darle.
-
Peter.- mira a su novio y luego a los dos recién llegados.- Mi
novio.
- Te
conozco ¿No?- Camilo apretó su mano con la de Pedro. - Sos uno de
los chicos de Ricardo Piñeiro ¿Cierto?
-
Cierto.- asintió él, con cierta incomodidad.
- ¿Por
qué no vamos al cuarto mejor, Pitt?- agarra la bandeja.
-
Pueden quedarse si quieren, vamos a estar un ratito nada más...-
avisó Emi.
- No,
mejor vamos, así trabajan tranquilos.- se metieron en el cuarto, y
trancaron la puerta.- Ey...- se gira y él estaba sentado en la cama,
mirándose los pies.- ¿Qué te molesta?- deja la bandeja y se sienta
a su lado.
-
Nada... Bueno, en realidad, siempre me molestó que la primer cosa
que dicen cuando me conocen es que soy modelo.
- ¿Por
qué te molesta tanto? Sos modelo.
- Hay
un estereotipo de los modelos, Lali. Son los huequitos que lo único
que saben hacer es posar adelante de una cámara y caminar por una
pasarela. Y eso no da la chance a las personas de formarse un juicio
de mi después de conocerme, sino que lo hacen apenas me conocen, con
solo verme de lejos. - por su cara, eso lo molestaba demasiado.
- Lo
importante es lo que piensan de vos las personas que si te conocen ¿O
no? Vos lo dijiste.- se arrodilla atrás de él y pasa sus brazos por
los hombros anchos de él.
-
Bueno, pero ahora es diferente. ¿O a vos no te molesta que la gente
vaya a decir “Mirá Lali, tiene un novio hueco”- obvió.
- La
verdad, no.
- ¿No?
- se giró para mirarla.
- No.
Yo sé que no sos hueco, al contrario. No me importa lo que los demás
piensen de vos. Yo se quien sos, y eso es lo que me vale.
- ¿Y
quién soy, según vos? - hizo fuerza para que la espalda de ella
quedara apoyada en sus piernas y pudiera mirarla mejor.
- Y...
por lo que sé hasta ahora. Sos una persona muy respetuosa, sincera,
sabes escuchar y das buenos consejos... Sos muy amable, a veces
demasiado... amigable, responsable,sabes darme mi espacio, tenés muy
buen sentido del humor, aceptas mi trabajo, sos detallista y muy
inteligente.- opina.
- Ah
bueno, pero esos son todos virtudes, mirá que tengo defectos
también, eh...- se rió.
-
¿Cómo cuál?
-
¿Excesivamente celoso?
- Ah,
tenés razón. Ese es un defecto, pero a veces es una virtud porque
hace mucha gracia.
-
¿Disculpá? ¿Qué hace tanta gracia?- se hizo el ofendido.
- Las
caras y las cosas que haces cuando estás celoso... Sos tan celoso
que ni siquiera lo disimulás.
- Ah,
¿porque vos sí?
- Yo
no dije ni una sola palabra de que estaba celosa cuando las chicas
esas te pidieron las fotos, no dije nada. Si vos te diste cuenta es
otra cosa.
-
Tenés razón, me mataste. Igual, mejor que tengas en claro que soy
celoso, porque a Gastón lo voy a tener cortito con vos.
- ¿Ah,
sí? ¿Y cómo vas a hacer?
- Voy
a ir a todos tus ensayos y voy a censurar cualquier acercamiento
innecesario.
- Si,
claro, y nos sacan a los dos a patadas de los estudios. Aparte ni
soñando vas a poder ir a todos los ensayos.
-
¿Por?
-
Primero porque vos trabajas también y segundo porque para todo
Ideas
sería rarísimo que pases tanto tempo ahí adentro viendo a una
asistente coreográfica común y corriente.- explica.
-
Común y corriente no, una linda y petisa.
-
Bueno, bueno, no agarres tanta confianza con el petisa.- hace sentir
su quejido.
-
Agustín te pasa diciendo petisa y a él no le decís nada, ey.- él
también podía quejarse.
-
Bueno, pero lo de Agus viene de años, desde que lo conozco que
intento sacarle esa manía y no puedo. A él igual, cada tanto le
digo cachetón y se calla. Que no se te pegue a vos también,
porque...
- ¿Por
que, qué? - se rió.
-
Porque te voy a empezar a decir... - lo mira.- Bueno, no sé. Algo te
voy a decir, ahora no se me ocurre qué.
- Me
podés decir... lindo si querés.
- O
creído, te puedo decir...- se ríe y vuelve a incorporarse, porque
mirarlo desde abajo la incomodaba.
- Me
podés decir novio, también...- se ubica en sus piernas nuevamente,
pero sentada.
- Te
puedo decir caño, quizás.- deja un beso en su mejilla, él se rió.-
No te rías, mirá que sos caño, eh... Mira ésta cara... ¿De dónde
sacaste tantos lunares, y esa nariz, y esos ojos claros y esa... esa
boca?- deja sus ojos en la última parte de su cara. Él dejó un
beso largo en su boca y ella sonrió.
- Todo
de mi padre, lamentablemente. Menos los ojos, que son de mi madre.-
explicó.
-
¿Lamentablemente? ¿Qué pasó con tu papá?- saca la mirada de su
boca, para enfocarla en sus ojos verdes. Él suspiró.
-
Me... Me duele un poco hablar de eso todavía, así que prefiero no
tocar el tema ahora porque no me quiero poner mal.- explicó.-
Solo... todo tiene que ver con como terminó su relación con mi
mamá.
- Está
bien, si no te gusta no me cuentes.- deja otro beso en su mejilla.
-
Ahora me voy, mejor.- se levantó y ella quedó parada.
- Ey
¿Te vas por éste tema? Porque no me molesta que no me digas nada.
- No,
no me voy por eso.- se rió.
-
Entonces no te vayas...- pide colgándose de su cuello.
-
Tengo que ir al gimnasio, falta una semana para el Baf...-
él sostuvo su cintura con una mano, mientras agarraba la campera de
la silla.
- Pero
quedáte otro ratito, uno chiquitito...- pide.
- No
puedo, ya me quedé mucho... - él también lo dijo como un quejido
porque, quería quedarse.
-
Dale, un poquito...
- No
seas mala, dejáme irme.
-
Bueno, bueno, está bien.- le sonríe.
-
Igual nos vemos mañana para ir a la casa de Vico.- sonrió.
- Aia
¿Cómo que mañana? Falta mucho para mañana.- se queja y él se
rió.
-
Salgo a las 7, si querés llamáme.
- Si,
quiero si.- salieron de la habitación a los besos.- Te acompaño a
la puerta... - anuncia separándose y vieron las caras de Emilia y
Camilo prestándoles atención. - Em... Peter se va.- explica, como
si fuera una excusa válida a estar besuquéandose frente a ellos.
-
Chau, Peter.- le sonrió su tía. - A ver si venís un día que yo
esté, así te conozco...
-
Misión imposible encontrarte en ésta casa.- se ríe.
- Chau
Camilo, un gusto.- apretó la mano del hombre de rulos.
- No,
el gusto es mío.
Se
metieron en el ascensor. Bajaron hasta el segundo piso a los besos,
después se separaron porque subió una inquilina del 2B. Esperaron a
que saliera del edificio, al llegar a la planta baja, y se volvieron
a besar.
- Tené
cuidado, no te cruces con muchas fans y a las siete en punto más te
vale que me atiendas o te voy a buscar.- avisa y él se rió.
- Me
parece que sos un poquito posesiva, eh...- se rió.- Te quiero.- dejó
un último beso en tu boca.
- Yo
más.- le sonríe, para dejar que se marche.
Me gusta, Me gusta!
ResponderEliminarMe gusta cómo avanza la relación.Peter es un divino!
ResponderEliminarQ bueno el cambio de tamaño de letra!
hayy son mas tiernoss ♥
ResponderEliminarme encanta peter! sus celosss
la lali posesivaa ♥♥
masss novee
Ya se conocen sus defectos y sus virtudes.Peter celoso,a la minima se carga a Gaston,jajaja.
ResponderEliminarMee encnatooo! maaas
ResponderEliminarSon unos tiernuchos :) Me encanta, espero MAS!
ResponderEliminarMe encanto, los celos de ambos los hace tiernos mal!!!
ResponderEliminar